Rusia y Bielorrusia firman un tratado de uni¨®n que les permite mantener su independencia

Rusia y Bielorrusia estrecharon ayer sus v¨ªnculos, pero no se fundieron en el Estado ¨²nico con el que so?aban los nost¨¢lgicos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ambos pa¨ªses transformaron la comunidad creada entre los dos hace un a?o en una uni¨®n, sin perder por ello su identidad como Estados independientes y soberanos ni renunciar a las obligaciones internacionales respectivas, seg¨²n el escueto tratado de nueve puntos firmado ayer en un acto celebrado em el Kremlin por el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, y su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko.

El tratado, cuya ratificaci¨®n por los Parlamentos respectivos se da por segura, prev¨¦ la creaci¨®n de un sistema legal com¨²n, as¨ª como el reforzamiento de las relaciones en el campo pol¨ªtico, econ¨®mico y militar entre otros. La Uni¨®n, seg¨²n el documento, tiene una duraci¨®n indefinida, est¨¢ abierta a otros estados y no amenaza a tercers pa¨ªses.En Rusia, un enconado debate entre partidarios y detractores del acercamiento con Bielorrusia y la forma conspirativa en la que se llev¨® a cabo la concertaci¨®n de los detalles precedi¨® a la ceremonia de ayer, que ha dado un margen de tiempo suplementario para formalizar los nuevos v¨ªnculos entre dos pa¨ªses eslavos, unidos por un pasado com¨²n como rep¨²blicas Sovi¨¦ticas y embarcados hoy en pol¨ªticas muy diferentes.

Lukashenko se entrevist¨® antes de la ceremonia con Yeltsin, a quien supuestamente, trat¨® de convencer para que se comprometiera m¨¢s a fondo con la causa de la unidad eslava. Sin embargo, las presiones sobre Yeltsin han sido muy fuertes en los ¨²ltimos d¨ªas por parte de los sectores liberales, que descubrieron con angustia que el proyecto de integraci¨®n ruso-bielorruso hab¨ªa ido muy lejos y planteaba con gran ligereza complicados procesos.

Debate p¨²blico

Los presidentes firmaron el tratado y un memor¨¢ndum, para reglamentar el debate popular sobre los estatutos. Am¨¢n Tul¨¦iev, el ministro de las relaciones con los pa¨ªses de la CEI, dijo ayer que el jefe del Gobierno, V¨ªktor Chemomirdin, propuso que, los estatutos contuvieran un punto seg¨²n el cual "el fin de la uni¨®n es crear un Estado federativo ¨²nico". Sin embarg¨®, el jefe de la Duma Estatal, Guennadi Selezniov, dijo que los bielorrusos prefer¨ªan explorar primero la posibilidad de la confederaci¨®n".El debate comenzar¨¢ en Rusia, y Bielorusia cuando se publiquen los documentos en el plazo de diez d¨ªas, y a ¨¦l se dedicar¨¢n programas divulgativos tanto en televisi¨®n como en la radio. La discusi¨®n popular que parece inspirarse en una pr¨¢ctica muy corriente en la ¨¦poca sovietica, concluir¨¢ el 15 de mayo.

A partir de ah¨ª, sus resultados ser¨¢n sistem¨¢tizados por una comisi¨®n mixta y presentados a los dos presidentes y al Consejo Superior de la Comunidad de Bielorrusia y Rusia, la organizaci¨®n supranacional que ambos pa¨ªses formaron, en abril de 1996. Para el 25 de mayo, los estatutos estar¨¢n listos para ser firmados por los presidentes y pasar, junto con el tratado firmado ayer, a los parlamentos respectivos para su ratificaci¨®n.

Yeltsin se esforz¨® ayer para disipar la impresi¨®n de que Rusia va a fundirse con, Bielorrusia. "La uni¨®n no crea un solo Estado. Cada parte mantiene su soberan¨ªa. Al mismo tiempo, lleva nuestra integraci¨®n a una fase cualitativamente nueva", se?al¨® e? l¨ªder ruso. Por su parte, Lukashenko, que parec¨ªa menos efusivo que de costumbre, sali¨® al vaso de las cr¨ªticas a la situaci¨®n econ¨®mica en su pa¨ªs y manifest¨® que en ¨¦poca sovi¨¦tica Bielorrusia no fue una rep¨²blica subvencionada. Bielorrusia, dijo, no va a la uni¨®n con Rusia con "una econom¨ªa anticuada", sino con una "econom¨ªa que se desarrolla con dinamismo".