Vulcan¨®logo y alcaldesa

De pel¨ªcula en pel¨ªcula aumenta la habilidad de los expertos en efectos visuales y dismuye la capacidad de los guionistas para crear historias a su medida. Un pueblo llamado Dante's Peak es el ¨²ltimo grito norteamericano en efectos especiales. En esta ocasi¨®n todo gira en torno a la erupci¨®n de un volc¨¢n, pero frente a la brillantez de los efectos especiales, la historia narrada no puede ser m¨¢s anodina. El punto de partida empleado es la tradicional estructura dram¨¢tica de las pel¨ªculas de cat¨¢strofes, pero en esta ocasi¨®n se ha simplificado hasta extremos alarmantes.Las diferentes historias entrecruzadas de anodinos personajes que se enfrentan con una cat¨¢strofe que cambia el curso de sus vidas, en esta ocasi¨®n quedan reducidas a los tenues amores entre el vulcan¨®logo, que llega a un bello pueblo situado en la falda de un volc¨¢n para estudiar su posible erupci¨®n, y la alcaldesa del lugar, separada y con dos hijos peque?os y un perro. Tras una primera parte en que todos tachan al vulcan¨®logo de pesimista, la segunda se limita a registrar los devastadores efectos de la terrible erupci¨®n volc¨¢nica y los esfuerzos del vulcan¨®logo para salvar la vida de la alcaldesa, sus dos hijos, su perro y su est¨²pida ex suegra.

Frente a impresionantes escenas, como la de las nieves fundidas por el calor de la erupci¨®n que originan una crecida de un r¨ªo, la rotura de una gran presa y una ola que se lleva un puente por delante, resulta rid¨ªcula la excesiva simplicidad de la historia sentimental que encierra. Mientras se hace una eficaz publicidad indirecta de varios veh¨ªculos, a los que someten a las m¨¢s duras pruebas, los protagonistas no pasan de intercambiar alguna leve caricia y arriesgan la vida por salvar al perro de la familia.

El irregular artesano australiano Roger Donaldson se limita a ensamblar los elementos que tiene entre las manos siguiendo las estrictas y poco atractivas instrucciones de los productores, especializados en este tipo de pel¨ªculas, que le han contratado. Al mismo tiempo que no consigue que Pierce Brosnan, el nuevo James Bond, llegue a ser un vulcan¨®logo medianamente cre¨ªble, que no se despeina nunca, ni que la inquietante Linda Hamilton parezca una eficaz alcaldesa y una valerosa madre de familia.