Fiesta de la primavera

Abarrotado hasta el ¨²ltimo resquicio estaba el recinto deportivo que acogi¨® a un p¨²blico que mayoritariamente apenas rozaba la veintena de edad y que acud¨ªa a la cita casi como si fuera una de esas "fiestas de la primavera" que tanto color l¨²dico ponen en las universidades de todo el pa¨ªs en esta ¨¦poca del a?o. Casi ni?os para ver a sus juguetes favoritos: los punkis de fin de siglo.A hora temprana abr¨ªan el fuego las neoyorquinas Lunachicks, un quinteto que a¨²na rabia, velocidad interpretativa y cierta provocaci¨®n, como chicas-diciendo-barbaridades, que tambi¨¦n tiene su mercado. Tra¨ªan bajo el brazo su disco Pretty ugly y dieron un breve e intenso repaso a canciones de, nombre tan sugestivo como Baby sister on acid.

En segundo lugar le toc¨® el, turno a unos veteranos, con siete discos y m¨¢s de una docena de a?os en com¨²n a sus espaldas: The Vandals. ?stos ya vinieron hace unos meses a nuestro pa¨ªs en el mismo papel de teloneros de lujo, s¨®lo que aquella vez acompa?aban a los NOFX. El grupo repiti¨® paso a paso su actuaci¨®n anterior, incluidas las versiones de Supercalifragilisticoespialidoso y Tell me more, el tema de Grease, y el desparrame esc¨¦nico de su simp¨¢tico guitarrista Warren Fitzgerald, que, sin embargo, en esta ocasi¨®n no lleg¨® al desnudo integral.

Ni qu¨¦ decir tiene que la audiencia se encontraba ya en el punto justo de ebullici¨®n para recibir a uno de los dos grupos punki millonarios en ventas -el otro es, naturalmente, Green Day- Por fin se produjo la irrupci¨®n en escena de Greg K. y sus tres compinches, ataviados para la ocasi¨®n de un modo que recordaba a Billy Idol y su recua de salvajes del 76.

Contrastes

Como ¨²nica diferencia, donde hace dos d¨¦cadas hab¨ªa validez, delgadez y hero¨ªna, aqu¨ª hay musculatura y color de playa; que cada uno saque sus propias conclusiones. En cuanto al material interpretado, la banda repas¨® sus cuatro discos en el mercado, haciendo especial hincapi¨¦ en Smash, el ¨¢lbum que dispar¨® sus ventas en todo el mundo, y su ¨²ltima producci¨®n Ixnay on the Hombre, editado hace apenas dos meses, pero ya absolutamente conocido por los asistentes al concierto.El grupo evolucion¨® con total soltura sobre el escenario, sabiendo que temas como Disclaimer, All I want o Change the world forman parte del cancionero juvenil y pese a que el sonido, que comenz¨® yendo estupendamente, iba ensuci¨¢ndose de forma progresiva, para terminar siendo totalmente indefinido. Lo cierto es que, dado el imponente delirio colectivo, daba igual la calidad del sonido, porque estaba convenientemente suplida por las ganas del personal de pas¨¢rselo bomba. Es lo bueno que tiene el punki.