El Bar?a no pudo con el Fiorentina

El Bar?a no pudo con el Fiorentina. Quiso doblegar al adversario con su mismo f¨²tbol y, en este terreno, los italianos no tienen rival. Son los m¨¢s competitivos. El partido discurri¨® por donde dict¨® el gui¨®n del calcio: un juego especulativo, taca?o, de pocas opciones de gol y apto s¨®lo para profesionales. No era un encuentro para divertirse ni para lucirse sino un pulso. La noche evoc¨® aquellos partidos de hace tiempo cuando la grada siseaba, discut¨ªa y se enfurru?aba. Era cuando Iv¨¢n calentaba banquillo y a Guardiola se le discut¨ªa como acompa?ante de Popescu.El simple enunciado de la alineaci¨®n auguraba un partido de corte ¨¢spero. El grupo azulgrana present¨® toda la sintomatolog¨ªa robsoniana que ya se le presum¨ªa: mucho juego muerto, inanimado, plano, falto de profundidad y plasticidad. Privado de Lo Pelat, fue largo tiempo un equipo casposo. Falto de Guardiola, result¨® generalmente un colectivo atropellado. Otra vez, como los viejos tiempos, qued¨® parado en la cancha un Bar?a partido por la mitad. No hubo entrejuego ni transici¨®n. Ronaldo qued¨® apartado, perdido y, generalmente, desconectado, y V¨ªtor Ba¨ªa recuper¨® la imagen de portero entregado a la intemperie.

Tuvo el, Bar?a, en contrapartida, las virtudes de los equipos rugosos: un buen f¨²tbol f¨ªsico, de juego directo, menos elaborado, una gran tendencia a explotar las jugadas a bal¨®n parado y, adem¨¢s, una capacidad infinita tanto para sufrir como para aguantar. Es un equipo paciente y que pide paciencia. Deja hacer y, acabado el partido, se remite al marcador.

El Fiorentina atrap¨® el descanso con una tremenda sensaci¨®n de impotencia. Despleg¨® un f¨²tbol muy trabajado, t¨¢ctico, denso y llev¨® el tempo de la contienda sin ning¨²n sobreesfuerzo. Redujo la capacidad ofensiva del Barcelona a dos remates, apunt¨® hasta en tres ocasiones al marco contrario y, sin embargo, entr¨® en el camerino con un gol a cuestas. Porca miseria. Toda la faena se les escap¨® en dos jugadas: un cabezazo de Nadal a la salida de una falta y, acto seguido, el primer remate franco de Ronaldo.

Los italianos aguardaron siempre a los azulgrana con la defensa parada. El Barcelona s¨®lo cabalg¨® cinco minutos montado en el serpentear de Figo. Atado el portug¨¦s, el Fiorentina tir¨® a su contrario hacia su campo y le puso una camisa de fuerza en la divisoria, Toc¨® y gir¨® sobre Robbiati con cierto esmero. El media punta italiano se ofreci¨® en cada jugada y habilit¨® a Batistuta en un par de remates. No acert¨® y todo su andamio, su armaz¨®n, se desplom¨® en una jugada a bal¨®n parado.

El gol le daba la raz¨®n al Barcelona en su planteamiento. Le otorg¨® grandes dividendos de acuerdo a su labor: marc¨® en una de las pocas opciones que tuvo y provoc¨® la tarjeta que le impedir¨¢ a Batistuta jugar la vuelta. La segunda parte pintaba incluso m¨¢s liviana que la primera. Hab¨ªa que aguardar al Fiorentina, ponerle cepos en la zona de gestaci¨®n del juego y, una vez recuperado el cuero, lanzarse a la carrera. As¨ª que los italianos se estiraron al tiempo que Ronaldo bajaba para recibir. Qued¨® parado as¨ª un partido m¨¢s dividido y abierto. Un choque a merced de los futbolistas que deciden, y entonces fue cuando apareci¨® Batistuta y se redimi¨® de los remates fallidos del primer tiempo. El argentino retrat¨® a Ba¨ªa de un fogonazo en un bal¨®n despedido del ¨¢rea. La contienda regresaba de nuevo a sus or¨ªgenes. incierto. El marcador, sin embargo, era toda una hipoteca para los azulgrana. El Fiorentina dej¨® secuelas en el Bar?a. No era el de anoche un equipo creativo y dispuesto a llevar la iniciativa. Era un grupo a contrapelo, forzado por las circunstancias, puesto en la cancha por un partido, entregado a negociar un buen resultado para la vuelta m¨¢s que en sentenciar. El gol de Batistuta oblig¨® a los azulgrana a cambiar el objetivo inicial de dejar seco al rival. Hab¨ªa que ganar sin atender al marcador. Robson puso entonces en escena a Pizzi y adelant¨® a Nadal mientras retrasaba a Popescu. El Fiorentina, sin embargo, aguant¨® con comodidad. Los italianos est¨¢n hartos de jugar con un ojo en el reloj y el otro en el marcador.

Goleada del PSG

El Par¨ªs Saint Germain reencontr¨® frente al Liverpool todas las cualidades que parec¨ªa haber perdido en el campeonato franc¨¦s y endos¨® al conjunto ingl¨¦s un contundente 3-0 -goles de Leonardo (minuto 11), Cauet (m. 43) y Leroy (m. 84)- que le convierte en favorito para disputar la final de la Recopa. La fulgurante salida del Par¨ªs Saint Germain, campe¨®n vigente de la Recopa y que aspira a ser el primer equipo en la historia en revalidarlo, sorprendi¨® a los jugadores del Liverpool. S¨®lo Fowler puso en peligro algunas veces la porter¨ªa del equipo franc¨¦s.