Convivencia pol¨ªtica incompleta
El autor dice que "ni Aznar ha hecho una negociaci¨®n pol¨ªticamente irresponsable, ni el Cupo es negativo o va a serlo, ni la negociaci¨®n y sus resultados son secretos".
Los acuerdos de investidura suscritos por el Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco en lo que hacen referencia a la modificaci¨®n del Concierto Econ¨®mico y la Ley Quinquenal del Cupo est¨¢n siendo en los ¨²ltimos d¨ªas centro del debate pol¨ªtico y objeto de atenci¨®n preferente en los medios de comunicaci¨®n. Una idea se ha tratado de asentar en la opini¨®n p¨²blica de forma constante: el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se ha excedido concediendo a los vascos m¨¢s de lo que algunos consideran razonable con tal de mantenerse en el poder y ha pactado un sistema continuista del Cupo -congelaci¨®n del mismo se ha llegado a decir- cuando ¨¦ste es negativo y muy beneficioso para el Pa¨ªs Vasco, lo que va contra toda l¨®gica y atenta a no se sabe muy bien qu¨¦ n¨²cleo duro del mismo Estado. Todo esto, adem¨¢s, se ha hecho -se dice- con oscurantismo y af¨¢n ocultista.Pues bien, ni el presidente del Gobierno central ha hecho una negociaci¨®n pol¨ªticamente irresponsable para los intereses del Estado, ni el Cupo del Pa¨ªs Vasco es negativo o va a ser negativo. Ni la negociaci¨®n y sus resultados son secretos. Y quien sostenga lo contrario sencillamente no est¨¢ diciendo la verdad. Euskadi ha contribuido y lo seguir¨¢ haciendo a la financiaci¨®n del Estado, as¨ª como a garantizar la cohesi¨®n y la solidaridad interterritorial; y todo el Gobierno vasco ha estado al tanto del proceso negociador y de los acuerdos, al igual que el resto de las fuerzas pol¨ªticas del Parlamento vasco.
Antes de hacer cualquier consideraci¨®n sobre todo lo dicho hay que aclarar. algunos conceptos para no caer en la f¨¢cil irresponsabilidad y demagogia con la que se ha venido hablando del Cocierto Econ¨®mico vasco y el Cupo. El Concierto es, junto al Estatuto de Gernika, uno de los pilares b¨¢sicos del autogobierno vasco. Son las dos columnas que configuran el modelo de convivencia pol¨ªtica pactado a finales de los setenta en una sociedad vasca de composici¨®n plural, en la que ciudadanos y fuerzas pol¨ªticas ten¨ªamos entonces y mantenemos hoy diferencias leg¨ªtimas sobre el proyecto pol¨ªtico deseable para este pa¨ªs. No obstante, hoy por hoy, sin perjuicio de decisiones futuras que siempre corresponder¨¢n a la sociedad vasca, el Estatuto y el Concierto son los puntos de encuentro b¨¢sico , una cl¨¢usula de comodidad, para unos y para otros.
En s¨ªntesis, el Concierto regula la relaci¨®n econ¨®mica y financiera entre el Pa¨ªs Vasco y el Estado. Es por tanto un acuerdo bilateral, un pacto entre ambos, y por ello en su tramitaci¨®n parlamentaria en las Cortes no cabe enmendarlo, sino simplemente proceder a su aprobaci¨®n o rechazo. El Concierto Econ¨®mico es la herramienta que posiblemente sobrevivi¨® a la p¨¦rdida de soberan¨ªa de la que gozaban los vascos hasta finales del pasado siglo. El modelo b¨¢sico de funcionamiento del Concierto es el siguiente: Euskadi recauda los impuestos y sus instituciones ofrecen a sus ciudadanos los servicios correspondientes de sanidad, educaci¨®n, cultura, medios de comunicaci¨®n, Ertzaintza, vivienda, carreteras, etc¨¦tera. En Euskadi el Gobierno central ofrece, asimismo, servicios a los ciudadanos de defensa, asuntos exteriores, casa real, etc¨¦tera. Por todos estos servicios y por lo que el Gobierno central invierte en garantizar la cohesi¨®n y el desarrollo equilibrado de las distintas regiones y comunidades del Estado, Euskadi le paga al Ejecutivo una cantidad anual conocida como Cupo. Esta aportaci¨®n nunca puede ser negativa, independientemente del ¨ªndice que tomemos, sea el 6,24% u otro. Este ¨ªndice del 6,24% no representa otra cosa que el peso de la econom¨ªa vasca en el conjunto del Estado. Y no puede nadie rasgarse ahora las vestiduras porque este ¨ªndice sea peque?o y porque se haya mantenido igual, porque es el mismo que estuvo vigente durante la gesti¨®n de todos los gobiernos socialistas. Si no hubiera acuerdo alguno entre los gobiernos central y vasco sobre el Cupo, la propia ley quinquenal prev¨¦ su pr¨®rroga, con lo que estar¨ªamos ante una situaci¨®n continuista, con los mismos ¨ªndices y la misma metodolog¨ªa de c¨¢lculo. Pero retornemos la explicaci¨®n donde la hab¨ªamos dejado al comienzo. Euskadi recauda impuestos, ofrece servicios y paga al Estado por las tareas que desarrolla en el Pa¨ªs Vasco y por los fondos que se invierte en el desarrollo de las comunidades aut¨®nomas m¨¢s desfavorecidas. Esta contribuci¨®n se hace de forma f¨¢cil y sencilla. Dos ejemplos bastar¨¢n para entenderlo: Euskadi paga el 6,24% del total de recursos asignados al Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial, igualmente paga el 6,24% del total de dinero presupuestado para Defensa en los Presupuestos Generales del Estado. Y de esta forma con todas las partidas que representan los servicios y competencias que el Pa¨ªs Vasco no tiene asumidas.
Este hecho nos lleva a una primera. conclusi¨®n: lo que Euskadi paga al Estado nada tiene que ver con nuestra recaudaci¨®n, con nuestros ingresos, sino con lo que la Administraci¨®n central presupuesta como gasto. Por cada 100 pesetas que el Estado gasta en representaci¨®n exterior y diplom¨¢tica pagamos 6,24 pesetas, sin que esta cantidad tenga relaci¨®n alguna con el balance de la recaudaci¨®n de los impuestos que gentionan las diputaciones forales vascas -b¨¢sicamente IRPF, impuesto de sociedades, IVA y otros impuestos menores-. El resto de los tributos los recauda en estos momentos el Estado, lo que provoca en el modelo, como veremos , una distorsi¨®n. Esta situaci¨®n nos lleva a concluir que si gestionamos bien nuestro sistema tributario, obtendremos alguna ventaja, pero si lo hacemos mal, los ¨²nicos perjudicados seremos los vascos. Aunque tengamos ingresos menores deberemos pagar lo mismo a Madrid y dispondremos de menores recursos para gastar nosotros.
El sistema de Concierto y Cupo funcionar¨ªa de forma correcta si Euskadi recaudara la totalidad de los impuestos. Al no ser as¨ª, una vez calculado el Cupo, que ha venido siendo en los ¨²ltimos a?os superior a los 500.000 millones de pesetas anuales, deben hacerse determinados ajustes, entre los que destacan fundamentalmente los correspondientes a los ingresos tributarios que la Hacienda central recaudar¨ªa en la comunidad vasca. Y ha sido la falta de voluntad de anteriores gobiernos socialistas para desarrollar el Concierto la que ha estado a punto de hacer negativo el flujo financiero del Cupo. Pero que nadie tema, porque esto no va a ocurrir. El Cupo vasco al Estado en 1997 ser¨¢ superior a los 700.000 millones de pesetas y, tras los correspondientes ajustes, arrojar¨¢ un saldo positivo para el Estado de m¨¢s de 100.000 millones, una vez que se cumpla el pacto logrado con el PP y se concierte la recaudaci¨®n de los impuestos especiales.
Este pacto, para desterrar asimismo cualquier duda, es neutral financieramente hablando. Hemos negociado mayor autogobierno y ni una sola peseta m¨¢s de sobrefinanciaci¨®n para Euskadi que no provenga de nuestro propio esfuerzo fiscal. Finalmente no ha existido opacidad. Tanto el lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza como yo mismo hemos explicado con detalle y reiteradamente los acuerdos. Estos son p¨²blicos y se plasmar¨¢n en los textos legales de reforma del Gobierno y de la Ley Quinquenal de Cupo. Estamos abiertos a seguir ofreciendo todo tipo de informaci¨®n. No son aceptables las acusaciones de oscurantismo, las cuales es evidente que tienen otro tipo de intencionalidad pol¨ªtica.
Si alguien quiere oponerse a la reforma del Concierto deber¨¢ explicar claramente el porqu¨¦ y dec¨ªrselo a los vascos. Y mientras tanto no puede mezclarse, porque nada tienen que ver, el Concierto Econ¨®mico con el modelo de financiaci¨®n de la LOFCA para el resto de autonom¨ªas, exceptuada la comunidad foral de Navarra que, por cierto, dispone de capacidad normativa plena sobre el IRPF desde comienzos de la d¨¦cada de los ochenta. Quien as¨ª lo hiciera estar¨ªa cometiendo la canallada pol¨ªtica de no respetar el propio origen del Concierto, basado en unos derechos hist¨®ricos muy anteriores al actual ordenamiento constitucional, amparados y respetados en este ¨²ltimo. Si alguien, pese a todo, tiene la tentaci¨®n de hacerlo para socavar el prestigio pol¨ªtico del PP y de su presidente, debe saber que atenta contra el n¨²cleo de la cl¨¢usula de comodidad que permite a los vascos desarrollar su proyecto de autogobierno pactado con el Estado. Atenta contra el Estatuto de Gernika y contribuye a que prosigamos con un modelo de convivencia pol¨ªtica que injustamente permanece incompleto.
Juan Jos¨¦ Ibarretxe es vicelehendakari del Gobierno vasco.
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