La S¨¢bana Santa se salva del incendio de la catedral de Tur¨ªn
Un cortocircuito, posible causa del fuego que ha destruido la capilla Guarini
Un devastador incendio destruy¨® en la madrugada de ayer parte de la catedral de San Juan Bautista y del anexo Palacio Real, ambos en la ciudad italiana de Tur¨ªn, al norte del pa¨ªs, sin que se registrasen v¨ªctimas ni da?os en la reliquia de la S¨¢bana Santa. Las autoridades han decidido iniciar una investigaci¨®n para determinar el origen y las causas del fuego, aunque las primeras hip¨®tesis apuntan a un cortocircuito relacionado con los trabajos de restauraci¨®n. El buen estado de la reliquia fue comunicado inmediatamente al Papa Juan Pablo II, antes de iniciar su viaje a Sarajevo.
El incendio se declar¨® en la capilla central Guarino Guarini hacia las 23.45 de la noche del s¨¢bado, hora espa?ola, y s¨®lo pudo ser totalmente dominado cuatro horas despu¨¦s, por lo que la valiosa c¨²pula de madera de la capilla Guarini result¨® totalmente destruida. El director de la empresa que restaura la capilla considera que el fuego no tiene relaci¨®n con los trabajos, que estaban en la fase final, en contra de las primeras impresiones adelantadas por los t¨¦cnicos.Tras dominar el incendio en la capilla central, los casi 200 bomberos llegados de todo Piamonte y Lombard¨ªa intentaron evitar que el fuego se extendiese al anexo Palacio Real, donde resultaron da?ados la torre oeste y una parte del techo, que se derrumb¨®. A pesar de que fue posible salvar la valiosa fachada del edificio, que data del siglo XVII, la galer¨ªa de madera que permit¨ªa el acceso directo de la familia real de Saboya hasta la capilla qued¨® totalmente calcinada.
Aunque a¨²n no se haya realizado ning¨²n balance oficial de los da?os, el superintendente de los bienes culturales de Tur¨ªn, Pasquale Malara, asegur¨® que son "espantosos", sobre todo en lo relativo a la capilla Guarini, de la que no queda ni rastro.
Cristal antibalas
La capilla, cuyo nombre responde al del famoso arquitecto del siglo XVII que la dise?¨®, fue construida en 1668, con el fin de albergar el Santo Sudario, una reliquia sagrada de 4,10 metros de largo por 1,40 de ancho, en la que seg¨²n la tradici¨®n fue amortajado el cuerpo de Cristo tras ser descendido de la Cruz.A pesar de que una comisi¨®n creada por el entonces arzobispo de la catedral, Anastasio Ballestrero, y auspiciada por el Vaticano, manifestara en 1988 sus dudas respecto a la autenticidad de la S¨¢bana, la reliquia ha sido venerada durante siglos por los fieles, que pod¨ªan observar en ella las marcas del rostro y las heridas de Jes¨²s.
Debido a las obras de restauraci¨®n de la catedral, el relicario fue guardado detr¨¢s del Altar Mayor, lo que ha evitado que se perdiese en los primeros momentos del incendio, antes de la llegada de los bomberos, que rompieron a martillazos el cristal blindado que lo protege. "El fuego era muy alto y el peligro era que cayera el techo y los andamios de hierro colocados para la restauraci¨®n de la capilla. Mientras unos compa?eros arrojaban agua, otros, con barras de hierros, comenzamos a romper la cu¨¢druple barrera de cristales antibala que protege el relicario. Tuvimos que dar, por lo menos, un centenar de golpes al cristal para romperlo", declar¨® un bombero. Miles de personas aplaudieron la salida de los bomberos con el Sudario, que ha sido trasladado a la casa del arzobispo de Tur¨ªn, el cardenal Giovanni Saldarini, a quien los testigos aseguran haber visto llorar delante de la catedral.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que cen¨® con Giulio Andreotti y Giovanni Agnelli en el Palacio Real de Tur¨ªn poco antes -del incendio, calific¨® lo sucedido de "gran tragedia, apocal¨ªptica para Tur¨ªn, Italia y el mundo".
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