Una cucharadita de suerte para la polic¨ªa

La polic¨ªa no ocultaba ayer su satisfacci¨®n. Daba igual que el hallazgo del piso franco no fuese el resultado de una ardua investigaci¨®n sino de un incidente fortuito, de un fallo en uno de los mort¨ªferos artilugios de los terroristas.Ah¨ª estaban, ordenadas sobre una mesa de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, en la calle d¨¦ Miguel ?ngel de Madrid, las armas y los explosivos con los que ETA ten¨ªa previsto realizar m¨¢s atentados. El delegado del Gobierno, Pedro N¨²?ez Morgades, rescat¨® una frase brillante del refranero chino para comentar en privado la satisfacci¨®n de los mandos policiales: "A veces vale m¨¢s una cucharadita de suerte que un barril de inteligencia".

La Guardia Civil y la polic¨ªa intentan. ahora que esa cucharadita de suerte se convierta en un aut¨¦ntico barril con la detenci¨®n de los cuatro miembros del comando. Tras el hallazgo del piso, se pusieron en funcionamiento las operaciones Cierre y Cepo, en puntos pr¨®ximos a Madrid y en otros m¨¢s distantes para tratar de capturar a los terroristas.

Seg¨²n el director general de la Polic¨ªa, Juan Cotino, el testimonio de los vecinos no ha servido mucho para saber qui¨¦nes eran los integrantes del comando. "Los vecinos", dijo Cotino, nos han informado que era tal la prudencia y el silencio con el que se comportaban, que no trascend¨ªa ni el m¨¢s leve rumor de las conversaciones. No les hab¨ªa llamado nada la atenci¨®n". Una vecina asegur¨® que el viernes hab¨ªa visto entrar en el piso a un hombre desconocido, de unos 30 a?os, "bien vestido" y que le salud¨® muy educado con un "buenos d¨ªas".

El ¨²ltimo piso franco localizado est¨¢ situado cerca -a menos de dos kil¨®metros- de la calle de R¨ªo Ulla, donde el comando Madrid tuvo hace 10 a?os otro de sus escondites. En esa ocasi¨®n, la madrugada del 16 de enero de 1977, los GEO entraron al asalto en un piso del n¨²mero 8 de la calle del R¨ªo Ulla. Sin disparar ni un tiro, sorprendi¨® durmiendo a los integrantes de uno de los grupos m¨¢s sanguinarios de ETA.

Desde aquel ¨¦xito, dirigido por el comisario Juan Felices, el Ministerio del Interior ha perseguido infructuosamente durante dos lustros a los terroristas que sustituyeron a los capturados entonces. En todo ese tiempo, s¨®lo se produjo una novedad: la localizaci¨®n del agujero, excavado en un chal¨¦ de la calle de Belisana, donde el industrial Emiliano Revilla pas¨® su largo secuestro. Y, en los ¨²ltimos meses, el hallazgo de varios pisos abandonados por los terroristas.