Guerra contra el dibujante

Que el proceso de paz entre Israel y Palestina no se encuentra en su momento m¨¢s ¨®ptimo es algo que nadie duda. La l¨ªnea adoptada por el Gobierno derechista de Benjam¨ªn Netanyahu en los ¨²ltimos tiempos ha logrado que el mundo ¨¢rabe se haya api?ado casi un¨¢nimemente en torno a sus hermanos palestinos. La animadversi¨®n contra todo lo israel¨ª se ha enconado de tal forma que el peri¨®dico m¨¢s importante en lengua ¨¢rabe, el egipcio Al Ahram, ha tenido que suspender la publicaci¨®n de las vi?etas del prestigioso humorista pol¨ªtico jud¨ªo-norteamericano Ranan Lurie. El diario se pliega as¨ª a la feroz campa?a de protestas desatada en el pa¨ªs del Nilo contra Lurie, al que se acusa de ser un enemigo por haber servido como oficial del Ej¨¦rcito jud¨ªo en la guerra entre Egipto e Israel en 1967.Ranan Lurie ha sido repetidamente atacado por diversos medios de comunicaci¨®n egipcios desde que hace un mes comenz¨® a publicar su tira c¨®mica diaria en Al Ahram. Entre otras cosas, la popular revista Rose al Youseef ha afirmado que Ranan Lurie, de 64 a?os, es un "asesino" que tom¨® parte en las matanzas de soldados egipcios durante el conflicto armado de 1967.

Diecinueve humoristas gr¨¢ficos de la prensa egipcia tambi¨¦n han pedido al rotativo que deje de publicar las tiras de Lurie, alegando que violan las reglas del sindicato nacional de prensa. La doctrina de esta asociaci¨®n proh¨ªbe a los periodistas y medios egipcios participar en la normalizaci¨®n de relaciones con Israel impulsada por el Gobierno egipcio desde la firma de los acuerdos de paz de Camp David (EE UU) en 1978. Pese a que ninguna de las tiras publicadas en Al Ahram ha mostrado una tendencia projud¨ªa en el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, este hecho es una muestra del recelo visceral hacia Israel que a¨²n subyace en la sociedad egipcia tras 19 a?os de paz oficial.

El gerente de Al Ahram, Mohamed Abdel Moneim, ha expresado su seguridad de que una investigaci¨®n probar¨ªa que las acusaciones m¨¢s graves contra Lurie son falsas. Sin embargo, Moneim reconoce que en el enrarecido clima pol¨ªtico actual de Oriente Pr¨®ximo, en medio de una intensa hostilidad ¨¢rabe hacia la pol¨ªtica de Netanyahu, a su peri¨®dico le ha sido imposible resistir la presi¨®n "de tantos contra uno".

El pasado lunes, en un anuncio en primera p¨¢gina, el rotativo comunicaba su decisi¨®n de suprimir la vi?eta "hasta que las acusaciones sobre la participaci¨®n de Lurie en la guerra anti¨¢rabe sean verificadas". El afectado, que en la actualidad reside en un pueblo del Estado de Connecticut (EE UU), ha confirmado que fue comandante del Ej¨¦rcito durante la guerra de 1967, al mando de una unidad de infanter¨ªa. Pero en cartas re mitidas a la revista Rose al Youseef y a Al Ahram desmiente que matara a ning¨²n egipcio o entrara siquiera en combate contra ellos. Seg¨²n Lurie, su papel fue el de "un comandante en la reserva que defend¨ªa a su pa¨ªs".

"Esto es la justicia en su peor expresi¨®n", se lamenta Lurie. El humorista, cuyas vi?etas son distribuidas a 1.107 publicaciones en 104 pa¨ªses del mundo, alerta del peligro de que los medios egipcios que critican encarnizadamente a Israel se envalentonen "para publicar lo que sea sobre quien sea, sabiendo que ser¨¢ aceptado como verdad antes de que se investigue". Seg¨²n ha reconocido, los editores del diario ya le advirtieron de que su encaje en un medio ¨¢rabe no ser¨ªa f¨¢cil para ¨¦l: un jud¨ªo con la doble nacionalidad israeli-estadounidense. Esto es, la simbiosis perfecta de los dos demonios del imaginario mental del radicalismo ¨¢rabe: el sionismo y el imperialismo yanqui.

Goma Farahat, uno de los humoristas gr¨¢ficos egipcios que han liderado la campana contra Lurie, argumenta que el solo hecho de haber intervenido en aquella guerra basta para descalificar su presencia en un diario ¨¢rabe ("Lurie luch¨® contra nosotros", dice). Para este dibujante, "si los propios israel¨ªes no paran de recordar su holocausto a manos de la Alemania nazi, ?por qu¨¦ deber¨ªamos nosotros olvidar a los soldados que murieron defendiendo nuestra tierra". "Yo no le odio por su religi¨®n; estoy en contra de que ¨¦l odie tanto a los ¨¢rabes", sentencia.