La sexualidad y el alimento de la obsesi¨®n
?Qui¨¦n puede estar en contra de la libertad de expresi¨®n? Supongo que nadie. ?Qui¨¦n puede estar a favor de condenar la sexualidad al ostracismo? Supongo que nadie. Pero tras estas dos evidencias hay una tercera: no todo vale o, mejor dicho, no todo puede valer.Cuando pensamos en la sexualidad como el hecho de los sexos, sentirse hombre o sentirse mujer, sentirse feliz, ¨²nico, diferente, protagonista ... Cuando creemos que la sexualidad se expresa a trav¨¦s de los deseos y que, para que ¨¦stos sean tales, tienen que surgir de la persona. Cuando, en definitiva, nos da la impresi¨®n de que no hay una sexualidad, sino que hay sexualidades, y que cada cual ha de vivir la suya. Cuando estamos en estas claves, desde luego, no nos puede valer todo.
?A cuento de qu¨¦ salimos con ¨¦stas? Muy sencillo, a que algunas revistas, dirigidas fundamentalmente a chicas adolescentes, est¨¢n muy lejos de contribuir al desarrollo de esa sexualidad en la que creemos. Por el contrario, amparadas en dos obviedades, como son que la informaci¨®n es buena y que son temas que interesan a la mayor¨ªa, lo que hacen es alimentar la obsesi¨®n.
Como profesionales de la sexolog¨ªa, desde luego, no vamos a decir a nadie lo que tiene que hacer, pero s¨ª que podemos decir que estas revistas, como son, por ejemplo: Nuevo Vale, Bravo y algunas otras, no contribuyen en nada o en muy poco a la educaci¨®n sexual, a ayudar a crecer. Y ya sabemos que ¨¦se no tiene por qu¨¦ ser su objetivo, pero tampoco creo que lo sea el de provocar prisas, culpas y frustraciones, y eso quiz¨¢ s¨ª lo est¨¦n logrando ofreciendo ciertos valores y determinados modelos.
Insisto en que cada uno sabe lo que hace y lo que escribe, pero creemos que desde la sexolog¨ªa podemos opinar y que frente a alimentar la obsesi¨®n est¨¢ la alternativa de sembrar inquietudes.-
Responsable de medios de comunicaci¨®n de la Asociaci¨®n Estatal de Profesionales de la Sexolog¨ªa.
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