Los l¨ªmites de la Operaci¨®n Alba

Ojal¨¢ tenga raz¨®n Isma¨ªl Kadar¨¦ al depositar las esperanzas para su pueblo en la intervenci¨®n europea en Albania. Sin duda, el solo hecho del desembarco de 6.000 soldados extranjeros para transportar ayuda humanitaria es motivo de apaciguamiento para esos albaneses que se despiertan tras 40 a?os de soledad y de los que se dice que est¨¢n habitados por el mito del arbitraje exterior, del salvador extranjero. Ser¨ªa muy optimista pensar que, por la gracia de esta intervenci¨®n, el pa¨ªs arreglar¨¢ sus problemas y saldr¨¢ de la crisis. La Operaci¨®n Alba tiene objetivos muy modestos: ni trata de desarmar a las bandas saqueadoras de cuarteles ni de asegurar grandes ejes de comunicaci¨®n, sino de acompa?ar una ayuda en productos de primera necesidad. Europa no tiene ni una visi¨®n clara de lo que convendr¨ªa hacer adem¨¢s de eso ni determinaci¨®n para tratar la crisis. La lista de pa¨ªses participantes es significativa. ( ... ) Tales reticencias no han facilitado la operaci¨®n. Por lo menos, los hombres all¨ª destacados podr¨¢n defenderse. ( ... ) A esta intervenci¨®n le falta un acompa?amiento pol¨ªtico fuerte. ( ... ) Ni la ayuda alimentaria ni unas elecciones bastar¨¢n para volver a dar forma al Estado. Se tendr¨ªa que hacer frente a la causa inmediata de la insurrecci¨®n ( ... ) y reconstituir un Ej¨¦rcito y una polic¨ªa. ( ... ) Todo esto supondr¨ªa una toma de posici¨®n menos reservada y m¨¢s colectiva de Europa. 16 de abril