P¨¦rez de Cu¨¦llar: "Hay que frenar la arrolladora globalizaci¨®n cultural"
El informe de la ONU sobre cultura y desarrollo propone un c¨®digo de derechos
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No le gustan los McDonalds -"porque al fin y al cabo s¨®lo es pan con otra cosa"- y a partir de esta actitud resulta f¨¢cil comprender que Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar est¨¢ a favor de la diversidad cultural. "La globalizaci¨®n cultural es tan arrolladora que hay que frenarla y evitarla", se?ala el que fuera secretario general de la ONU durante una d¨¦cada. El diplom¨¢tico peruano ha presidido la comisi¨®n mundial de cultura y desarrollo, que han patrocinado la ONU y la Unesco, y cuyo informe fue presentado el jueves en Madrid.
P¨¦rez de Cuellar (Lima, 1920) propone en su informe un nuevo contrato social para establecer un c¨®digo ¨¦tico global y un listado de derechos culturales que sean de aplicaci¨®n universal. En su opini¨®n, es indiscutible que los medios de comunicaci¨®n figuran como uno de los impulsores b¨¢sicos de esa globalizaci¨®n de la cultura, que abarca desde las grandes cadenas de televisi¨®n a los restaurantes de comida r¨¢pida, pasando por los estereotipos de la publicidad."Las conclusiones del informe en materia de prensa", comenta, "apuntan a una doble vertiente. Por una parte, un respeto absoluto a la libertad de prensa y una oposici¨®n a cualquier intento de coartarla. Por otra, defendemos una redistribuci¨®n del espacio, como ocurre con los fondos marinos, para que todas las empresas period¨ªsticas tengan igualdad de oportunidades en las telecomunicaciones".Sonr¨ªe cuando se le pregunta si es inevitable que la cultura camine siempre detr¨¢s de la econom¨ªa y ya advierte que puede haber ingenuidad o candor en su respuesta: "Con el informe hemos pretendido dar la vuelta a la tortilla. De hecho pensamos que la econom¨ªa debe estar al servicio de la cultura, es decir, el desarrollo debe ser parte de la cultura entendida como los h¨¢bitos y el esp¨ªritu de un pueblo" No s¨®lo la econom¨ªa trata de sojuzgar una cultura libre y arraigada, sino que tambi¨¦n las religiones se convierten con mucha frecuencia en una opresiva horma. "Soy cat¨®lico, estoy bautizado y me educaron curas espa?oles", manifiesta a modo de declaraci¨®n de principios, "pero pienso que la religi¨®n m¨¢s que un asunto de creencias es una cuesti¨®n de conductas. En esa l¨ªnea hay que buscar los denominadores comunes de todas las confesiones en defensa de las libertades culturales. En ning¨²n caso la religi¨®n debe intervenir en la pol¨ªtica ni utilizar a los Estados como instrumentos para su propaganda o su catequesis. Siempre ha de quedar bien clara la divisi¨®n entre las iglesias y los poderes civiles".A la hora de aplicar el informe y para que no se convierta en papel mojado P¨¦rez de Cuellar apela a que los pa¨ªses cedan algo de su soberan¨ªa en beneficio de objetivos comunes. "Pero la reistencia m¨¢s fuerte", agrega, vendr¨¢ curiosamente de los pa¨ªses m¨¢s poderosos, entre los que se halla Espa?a, a los que espanta todo aquello que signifique ceder una parte de su soberan¨ªa. Junto a los pa¨ªses occidentales, los reg¨ªmenes dictatoriales de Estados en v¨ªas de desarrollo ser¨¢n aquellos que m¨¢s se opongan a nuestras resoluciones en favor de los derechos ling¨¹¨ªsticos o de la igualdad de oportunidades para las mujeres".Escaso apoyo espa?ol
Entre los 13 miembros de la comisi¨®n que ha publicado el informe sobre cultura y desarrollo, publicado en Espa?a por la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa, una mayor¨ªa de ellos proced¨ªa de Am¨¦rica Latina, de ?frica o de Asia. "Todos hemos trabajado con inteligencia y con fe para que las conclusiones sirvan para abrir un debate", se?ala el diplom¨¢tico peruano, "y nuestro prop¨®sito apunta a celebrar una conferencia mundial en l999".
Pese a su cari?o por Espa?a, P¨¦rez de Cu¨¦llar no puede ocultar una cierta amargura por lo que considera "escasa colaboraci¨®n en la preparaci¨®n y divulgaci¨®n del informe". "No me refiero s¨®lo a los estamentos oficiales", aclara, "sino tambi¨¦n a la sociedad civil, a las entidades culturales, a la prensa...".
Vive entre Lima, donde ejerce como jefe de la oposici¨®n, y Par¨ªs, donde desarrolla sus actividades internacionales, pero se niega a hablar de pol¨ªtica peruana: "S¨®lo dir¨¦ que la democracia no consiste s¨®lo en votar cada equis anos, sino en un ejercicio democr¨¢tico del poder".
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