Incivismo e idiotez

Cuando uno recorre la geograf¨ªa espa?ola, con algunas excepciones, y comprueba con des¨¢nimo c¨®mo ciudades, pueblos, arcenes, bosques y playas est¨¢n infestados de desechos y de millones de envoltorios de chucher¨ªas, uno acaba pregunt¨¢ndose qu¨¦ papel juegan en este pa¨ªs los centros de ense?anza y la familia, en lo referente a la educaci¨®n c¨ªvica.Cuando uno lee acerca de los ¨ªndices de audiencia de programas como el Mississippi o Sorpresa, sorpresa, a uno ya no le cabe duda a la hora de emitir un juicio.

Si los centros educativos y las familias no son capaces de educar en el civismo y en la capacidad de discernir entre los programas de calidad o los que s¨®lo son basura, es porque algo est¨¢ fallando en la base. Ante estas clamorosas deficiencias tal vez habr¨ªa que replantearse si no ser¨ªa conveniente aparcar lo que se entiende por cultura, en beneficio de lo esencial. De lo contrario, dentro de unos a?os puede que nos hayamos superado a nosotros mismos y seamos a¨²n m¨¢s inc¨ªvicos y m¨¢s idiotas de lo que ya somos.