El Consejo de Ministros aprueba la reducci¨®n de asignaturas de las carreras universitarias

El Consejo de Ministros aprob¨® ayer una reforma descafeinada de los planes de estudio universitarios. De las tres modificaciones que hace cuatro meses propuso el Consejo de Universidades para aligerar la carga lectiva de los estudiantes, la ministra de Educaci¨®n, Esperanza Aguirre, ha asumido dos: la eliminaci¨®n de las microasignaturas y el reforzamiento de las asignaturas troncales (obligatorias en toda Espa?a para cada carrera). La redefinici¨®n del concepto de cr¨¦dito, para que tres de sus diez horas puedan ser de trabajo personal del alumno, ha quedado fuera del real decreto por el que se modifican los planes, lo que ya ha suscitado un fuerte malestar entre los rectores.

La reforma era una necesidad que la comunidad universitaria consideraba prioritaria para la modernizaci¨®n y la racionalizaci¨®n de las carreras. El Consejo de Universidades, ¨®rgano consultivo del Gobierno y de coordinaci¨®n entre las universidades, aprob¨® el 17 de diciembre una propuesta que inclu¨ªa tres cambios normativos y diversas recomendaciones. El objetivo era reducir el n¨²mero de clases, asignaturas y ex¨¢menes, adem¨¢s de dar mayor margen de maniobra para que los alumnos organicen su programa.Los cambios normativos, que afectan a titulaciones, requer¨ªan un real de decreto, por lo qu¨¦ quedaron en manos del Ministerio de Educaci¨®n. Aguirre se ha tomado cuatro meses para decidir c¨®mo llevar adelanten la reforma, lo que ha ocasionado una gran preocupaci¨®n e incluso impaciencia entre los rectores.

La redefinici¨®n del cr¨¦dito no acababa de convencer a la ministra especialmente despu¨¦s de escuchar a algunos de sus compa?eros en la comisi¨®n de Educaci¨®n del PP. En consecuencia, Aguirre ha preferido partir del real decreto inicialmente previsto y dejar la tercera medida -para mejor ocasi¨®n.

Garant¨ªas de calidad

La ministra manifest¨® ayer que el real decreto es "important¨ªsimo y primordial" para reducir el n¨²mero de suspensos. Sus colaboradores en el ministerio aseguran que el nuevo concepto de cr¨¦dito no ha sido definitivamente descartado, sino que ser¨¢ sometido a un an¨¢lisis m¨¢s detenido con el fin de que las actividades docentes tuteladas de los nuevos cr¨¦ditos puedan tener una garant¨ªa de calidad.

La norma aprobada por el Consejo de Ministros establece un n¨²mero m¨ªnimo de horas lectivas de 45 horas por asignatura cuatrimestral y 90 horas para las anuales. De esta forma se dar¨¢ m¨¢s importancia a las materias fundamentales y se eliminar¨¢n las microasignaturas, muchas de ellas programadas por puro inter¨¦s corporativo de los profesores.

Este cambio disminuir¨¢ la carga de trabajo de los alumnos. Seg¨²n las estimaciones oficiales, el promedio de asignaturas por curso era hasta ahora de 16, aunque hay cursos que tienen hasta 22. A partir de ahora, la cifra queda en torno a las nueve asignaturas por a?o.

Otra medida aprobada es el refuerzo de las materias troncales. Las universidades podr¨¢n establecer hasta un 25% de incremento en cada asignatura o un 15% en las de un ciclo. Ello evitar¨¢ duplicidades de contenidos entre las asignaturas y reducir¨¢ su n¨²mero.

La propuesta que no ha llegado a la mesa del Consejo de Ministros es la flexibilizaci¨®n del concepto de cr¨¦dito (10 horas de clase y de pr¨¢cticas). Los expertos universitarios, entre ellos pr¨¢cticamente la totalidad de los rectores, creen imprescindible redefinirlo del siguiente modo': un m¨ªnimo de siete horas de clase y el resto (es decir, un m¨¢ximo de tres) de trabajo personal: seminarios, estudio, conferencias o trabajos especiales.

Se trata de centrar el valor de los cr¨¦ditos en la dificultad de la materia y en la intensidad del trabajo, no simplemente en el tiempo de clase. Uno de los defectos estructurales de la universidad espa?ola es el exceso de presencia de los estudiantes en las aulas, sobre todo si se compara con las universidades europeas y estadounidenses.

El principal impulsor de la reforma, Francisco Michavila, que dimiti¨® como secretario general del Consejo de Universidades por desacuerdos con el ministerio, dej¨® ver su estupor por la exclusi¨®n del punto referido a los cr¨¦ditos: "No era un planteamiento improvisado, sino el resultado de un a?o de trabajo, en el que intervinieron numerosos expertos y vicerrectores, y una ponencia de ocho rectores, antes de someterlo a la aprobaci¨®n del Consejo. No incorporar la flexibilizaci¨®n del cr¨¦dito es desautorizar todo el trabajo".

"La ministra demuestra poca sensibilidad con la comunidad universitaria. Esto prueba que acert¨¦ al dimitir", a?adi¨® Michavila, quien lament¨® que pueda perderse una oportunidad de reducir la sobrecarga de trabajo de los estudiantes.

Pedro Ruiz, rector de la Universidad de Valencia, a la que la Conferencia de Rectores encarg¨® los primeros estudios sobre la reforma, manifest¨® que la no aprobaci¨®n del nuevo concepto de cr¨¦dito es una "amputaci¨®n sustancial" para los planes, lo que ser¨¢ muy mal acogido por los universitarios.

El portavoz socialista de Educaci¨®n, Joan Romero, manifest¨® que Ia ministra se ha burlado del Consejo de Universidades".