Espa?a se juega seis billones en el debate que hoy inicia la UE sobre la cohesi¨®n a partir del 2000

La gran batalla interna de la Europa del siglo XXI, la batalla contante y sonante, empieza hoy. Con el euro encarrilado, la reforma de Maastricht casi minimizada y la ampliaci¨®n hac¨ªa los pa¨ªses del Este repleta de incertidumbres, la Comisi¨®n Europea lanza la primera discusi¨®n p¨²blica sobre las pol¨ªticas de cohesi¨®n. ?Cu¨¢nto dinero deber¨¢ dedicarse a las pol¨ªticas estructurales? ?C¨®mo sacarle el m¨¢ximo rendimiento econ¨®mico y social a ese conjunto de recursos? ?Hacia qu¨¦ regiones y segmentos sociales orientarlos? Espa?a se juega en este envite seis billones de pesetas.

"Queremos concentrarnos en las regiones d¨¦biles y en la creaci¨®n de empleo", adelanta la comisar¨ªa de Pol¨ªtica Regional y Cohesi¨®n, Monika Wulf-Mathies. Hoy se abre en Bruselas un magno Foro sobre la cohesi¨®n, en el que se vuelcan comisarios, expertos, agentes sociales y autoridades de los Quince.No es un seminario al uso. Pretende "absorber las nuevas ideas de la sociedad e incorporarlas al informe de la Comisi¨®n, pues el dise?o del futuro no debe hacerse s¨®lo desde nuestros despachos", explica WuIf-Mathies.

Ese informe, previsto para julio pr¨®ximo, cuando te¨®ricamente habr¨¢ concluido la reforma de Maastricht, incluir¨¢ el primer dise?o del paquete Santer de financiaci¨®n comunitaria para los a?os 2000 a 2006. Y, dentro de ¨¦l, la parte del le¨®n, la pol¨ªtica de solidaridad interna, estructural, o de reequilibrio regional y social.

El llamado paquete DelorsII el conjunto de normas y directrices vigente -empez¨® en 1994 y acaba en 1999- supone una derrama de hasta el 1,27% del producto interior bruto (PIB). de los Estados miembros hacia la caja com¨²n. Casi un 0,5% se dedica a las pol¨ªticas estructurales.

Cuando ¨¦ste se agote, Espa?a habr¨¢ recibido un flujo de seis billones de pesetas. Por eso se juega tanto en este envite. ?Corre peligro la continuidad de la pol¨ªtica estructural? "No, no, y no", contesta la comisaria. "Al contrario, sigue siendo un pilar b¨¢sico y un objetivo pol¨ªtico de la UE". Pero debe mejorar su eficacia y adaptarse al nuevo entorno, cuando el Este empiece a adherirse.

Bruselas considera que la efectividad de esta pol¨ªtica ha sido alta y demostrable. Pese a ello, el Estado norteamericano m¨¢s pr¨®spero es s¨®lo dos veces m¨¢s rico que el menos desarrollado, mientras que la regi¨®n europea mas rica, la alemana Hamburgo, cuadruplica el nivel de renta de la m¨¢s pobre, el Alentejo portugu¨¦s.

Esta mayor desigualdad regional en Europa queda paliada, sin embargo, por el mayor equilibrio social. Un 16% de los norteamericanos est¨¢n por debajo del umbral de pobreza, mientras que esa precariedad s¨®lo afecta al 5,5% de europeos.

En suma, la pol¨ªtica de reequilibrio entre pa¨ªses m¨¢s pobres y m¨¢s ricos debe seguir. "Quiero resaltar principalmente que la ampliaci¨®n al Este no puede ni debe ir a cargo de las regiones objetivo I [las de renta muy inferior al promedio], de modo que la solidaridad seguir¨¢ funcionando", enfatiza WuIf-Mathies.

Lo que se pretende es concentrar los apoyos, pues los fondos estructurales (regional, social, de cohesi¨®n ... ) benefician al 50% de la poblaci¨®n de la UE, uno de cada dos ciudadanos. Y concentrarse en dos objetivos: "La creaci¨®n de empleo y el aumento de la capacidad de generar desarrollo end¨®geno en las zonas m¨¢s deprimidas", seg¨²n la comisaria.

Un prop¨®sito de la Comisi¨®n que levantar¨¢ pol¨¦mica entre los Gobiernos es el de establecer un mecanismo para que las ayudas derivadas de la pol¨ªtica estructural "no sean reconocidas s¨®lo como un t¨ªtulo de propiedad" de cada Estado beneficiado, una vez se haya fije el paquete Santer.

"Quiz¨¢ convendr¨ªa prever un per¨ªodo de verificaci¨®n" durante el cual un porcentaje del dinero se atribuyese a los pa¨ªses "que no s¨®lo han ejecutado el gasto, sino que lo han usado de forma eficaz", sugiere WuIf-Mathies.