Estados Unidos, el Reino Unido e Israel dieron ayuda y asesoramiento para el asalto de Lima
El presidente Alberto Fujimori orden¨® en secreto a sus generales -inmediatamente despu¨¦s de la toma, el pasado 17 de diciembre, de la residencia del embajador japon¨¦s- que seleccionaran varios centenares de sus mejores soldados y que empezaran a prepararles para una operaci¨®n de rescate en una base militar muy protegida. Fuentes peruanas reconocen en privado que el comando recibi¨® ayuda t¨¦cnica de Estados Unidos y preparaci¨®n espec¨ªfica para operaciones de rescate por parte de especialistas brit¨¢nicos e israel¨ªes. Decisivo en la operaci¨®n result¨® el creciente relajamiento de los secuestradores.
El grupo original de seleccionados se fue reduciendo hasta los 140 hombres altamente praparados y procedentes de los ej¨¦rcitos de Tierra, Mar y Aire que el martes de la semana pasada llevaron a cabo la operaci¨®n Chav¨ªn de Hu¨¢ntar, una de las operaciones de rescate t¨¦cnicamente mejor ejecutadas de las que se tiene noticia. "Hace cuatro meses, este grupo no exist¨ªa", dice una fuente conocedora de la preparaci¨®n del comando en la base naval del Front¨®n, pegada al puerto de El Callao. "Estaba compuesto s¨®lo por oficiales, no por soldados de reemplazo, que tuvieron que prepararse para un tipo completamente nuevo de operaci¨®n. Y han demostrado estar a la altura de los mejores"."Fue un grupo muy selecto que trabaj¨® en silencio y con gran disciplina para llevar a cabo la misi¨®n asignada", dice el general Nicol¨¢s Hermoza, jefe del comando militar conjunto peruano. "Necesitaban la mejor informaci¨®n y gracias al trabajo de los servicios secretos tuvieron la informaci¨®n necesaria".
Fuentes peruanas reconocen que los militares recibieron ayuda tecnol¨®gica por parte de EE UU y que especialistas del Reino Unido y de Israel les prepararon para la tarea de liberar rehenes, pero esa fuentes se indignan ante las dudas que puedan expresarse sobre la capacidad del Ej¨¦rcito peruano de llevar a cabo una misi¨®n tan compleja sin ayuda extranjera.
Fuentes militares norteamericanas y del Departamento de Estado han negado que el Pent¨¢gono interviniera en la operaci¨®n y la CIA ha declinado hacer comentarios. Pero las fuentes peruanas roconocen que Washington proporcion¨® un avi¨®n RU-38A Twin Condor para sobrevolar la residencia diplom¨¢tica. Este avi¨®n para misiones especiales es capaz de fotografiar con extremo detalle un edificio, calibrar la anchura de sus muros, medir el calor humano para determinar cu¨¢nta gente hay dentro y hacerse con muchos otros datos cruciales para una operaci¨®n de asalto.
"Hubo ayuda con tecnolog¨ªa de la que no dispon¨ªa Per¨², pero la operaci¨®n de rescate se hizo en Per¨²", dice un militar retirado conocedor de la operaci¨®n. "Fueron peruanos quienes llevaron a cabo el asalto. Tenemos 15 a?os de experiencia en el combate en una. brutal guerra interior. Tenemos m¨¢s experiencia que casi cualquiera en el mundo. ?Por qu¨¦ piensa la gente que no hemos aprendido nada de ello?".
La mitad del comando proced¨ªa de las Fuerzas de Operaciones Especiales, una unidad de comandos de la Armada que ha tenido instructores israel¨ªes y norteamericanos. La otra mitad se reparti¨® a partes iguales entre cuerpos de ¨¦lite de los ej¨¦rcitos de Tierra y Aire. Las unidades de estas tres fuerzas especiales ganaron valiosa experiencia en la guerra del C¨®ndor de 1995 con Ecuador a a?adir a la obtenida en la lucha no s¨®lo contra el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), autor del secuestro, sino en la m¨¢s larga y dura contra el mucho m¨¢s cruel Sendero Luminoso. Pero aunque llevaran, a cabo las operaciones m¨¢s dif¨ªciles en la lucha contra la guerrilla, ten¨ªan nula experiencia en t¨¦cnicas de rescate de rehenes.
Fue a los pocos d¨ªas del secuestro cuando Fujimori y sus asesores decidieron empezar a construir los t¨²neles bajo la residencia, que al final fueron cinco con un total en tomo a los 170 metros de largo y a tres metros de profundidad. Cuando hubo que realizar operaciones particularmente ruidosas, el Ej¨¦rcito mov¨ªa carros de combate o hac¨ªa sonar m¨²sica a todo volumen.
Una hora de partidillo diario
Mientras los comandos se preparaban, sabiendo la cantidad exacta de material explosivo C-4 que ten¨ªan que usar para perforar los muros sin herir a los rehenes, los servicios de informaci¨®n del Estado, responsables de la detenci¨®n en los ¨²ltimos a?os de los jefes de Sendero y del MRTA empezaron a recopilar datos sobre lo que pasaba en el interior de la residencia, ayudados por aparatos de escucha que lograron hacer pasar al interior.
El espionaje percibi¨® que con el paso del tiempo los emerretistas hab¨ªan bajado mucho la guardia. Por ejemplo, 18 d¨ªas antes del asalto notaron que los secuestradores, incluidos los dos principales jefes, empezaron a jugar una hora diaria de futbito a partir de las tres de la tarde. Ello dejaba al comando desarmado y en un lugar f¨¢cilmente controlable, lo que facilitaba una operaci¨®n de rescate.
La cuenta atr¨¢s empez¨® a las seis de la ma?ana del lunes. Durante las siguiente 33 horas, los comandos del Ej¨¦rcito, permanecieron en los t¨²neles a la espera de la orden de asalto. A las 15.27 del martes (22.27, hora de Madrid), sabiendo exactamente d¨®nde estaba cada secuestrador y cada secuestrado, los soldados hicieron estallar la primera carga de C-4. Diecis¨¦is minutos m¨¢s tarde todo hab¨ªa concluido.
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