Mercado, mercadillo y chapuzas
La recalificaci¨®n de los suelos a¨²n vacantes del parque empresarial de Las Rozas es, a juicio del autor, una chapuza urbanistica
La recalificaci¨®n de suelo en el Parque Empresarial de Las Rozas, llevada a cabo por el actual Gobierno regional, y la venta de suelo p¨²blico al mejor postor, en el m¨¢s puro y duro mercado, obliga a una reflexi¨®n y valoraci¨®n de cual sea y deba ser el papel de los poderes p¨²blicos en la construcci¨®n del territorio, a la vez que hace evidente los diferentes valores y prioridades entre Gobierno de distinto signo pol¨ªtico.Con mayor o menor acierto, tanto en los proyectos concretos como en la sincronizaci¨®n con los tiempos econ¨®micos, el Gobierno de la Comunidad formul¨®, en los a?os 87 al 91, una pol¨ªtica territorial concretada en unos pocos pero selectivos documentos estrat¨¦gicos, referidos a distintas zonas de territorio metropolitano, en la que se apostaba, entre otras cosas, por la difusi¨®n de centralidad y la consolidaci¨®n de nuevos polos de actividad, capaces de reequilibrar la regi¨®n, integrar a los municipios metropolitanos y descargar la presi¨®n sobre la ciudad central, como ¨²nico lugar de servicios y empleo terciario. Nuevos polos que anunciaban una nueva geograf¨ªa multimodal y potenciaban las grandes infraestructuras de transporte que estaban consolid¨¢ndose.El Parque Empresarial de Las Rozas es un ejemplo concreto de la aplicaci¨®n de estas pol¨ªticas y su definici¨®n como operaci¨®n es trat¨¦gica de inter¨¦s regional fundamentaba y legitimaba la intervenci¨®n p¨²blica directa, consorciada con el Ayuntamiento, as¨ª como la aplicaci¨®n del sistema de expropiaci¨®n. El abandono, unido a la descalificaci¨®n, de este proyecto por los actuales responsables regionales y municipales supone la p¨¦rdida de un ¨¢rea de oportunidad cuya finalidad era el reequilibrio del noroeste metropolitano, mediante la implantaci¨®n de actividades econ¨®micas, y la opci¨®n del monocultivo de pitufos adosados o bloques vulgares, extendiendo de forma indiscriminada, f¨ªsica y social, la mancha residencial que ahoga Madrid.La recalificaci¨®n de los suelos a¨²n vacantes del Parque Empresarial no es otra cosa que una chapuza urban¨ªstica, nacida de una p¨¦rdida de visi¨®n estrat¨¦gica regional unida al af¨¢n recaudatorio de las administraciones p¨²blicas y el sometimiento a los intereses m¨¢s inmediatos de propietarios y promotores.
La intervenci¨®n p¨²blica directa en la construcci¨®n del territorio est¨¢ justificada, e incluso demandada, cuando los contenidos, fines y horizontes temporales superan el estricto marco de los intereses locales o sectoriales y viene a corregir y completar la oferta de suelo en lugar, tiempo y precio tasado, dif¨ªcilmente exigible a la iniciativa privada, con leg¨ªtimas apetencias de beneficios a corto plazo.
La devaluaci¨®n y abandono de un proyecto, as¨ª concebido, junto a la ruptura de las reglas del juego, arriba se?aladas, deslegitima a los poderes p¨²blicos y suscita, cuando no aceleran, el menosprecio de los ciudadanos por la acci¨®n pol¨ªtica.
La recalificaci¨®n del Parque Empresarial y su gesti¨®n inmobiliaria, fundida y confundida con los intereses inmobiliarios privados, supone un enga?o y una p¨¦rdida de legitimidad pol¨ªtica y jur¨ªdica, frente a los propietarios que fueron expropiados, frente a los empresarios que vinieron a asentarse (muchos o pocos, pero significativos cualitativamente) y frente a los ciudadanos que eligieron un lugar de residencia en las proximidades de una nueva ¨¢rea de centralidad. No extra?e pues si antiguos propietarios y nuevos usuarios re claman el derecho de reversi¨®n o la indemnizaci¨®n por fraude. Quien escribe estas l¨ªneas fue impulsor y responsable pol¨ªtico de Parque Empresarial, en el marco d una pol¨ªtica y estrategia regional que le prestaba coherencia. Frente al urbanismo espont¨¢neo, nacido de la suma de iniciativas disyuntas y acr¨®nicas, se apostaba por una geograf¨ªa voluntaria capaz de ampliar el mapa de valores y oportunidades en la regi¨®n metropolitana. ?Voluntarismo excesivo?
Asumiendo la responsabilidad de errores en la formulaci¨®n pol¨ªtica o en la gesti¨®n, as¨ª como el cambio de valores y prioridades que una democr¨¢tica alternancia pol¨ªtica conlleva, el desmontaje del Parque Empresarial de Las Rozas constituye un grave error pol¨ªtico.
Sinceramente creo, en una reflexi¨®n actual, que el proyecto comentado fue una apuesta solvente, en modo alguno ruinosa, y constitu¨ªa una reserva de suelo p¨²blico estrat¨¦gicamente situado, cuya eficacia econ¨®mica y territorial deb¨ªa probarse en el medio y largo plazo. Transformar este ¨¢rea de oportunidad, este nuevo foco de centralidad, en un simple pol¨ªgono para viviendas supone un desarme del Gobierno regional, en su capacidad de intervenir y dirigir el desarrollo metropolitano, complementando y corrigiendo la exclusiva iniciativa privada. Y todo por un no declarado, pero evidente, entreguismo a las demandas m¨¢s inmediatas y coyunturales de los operadores privados.
Aunque el alcalde de Las Rozas y el consejero regional canten las excelencias de los beneficios p¨²blicos que la recalificaci¨®n comporta, tales beneficios inmediatos, si es que realmente se producen, suponen un empobrecimiento de la futura regi¨®n metropolitana. As¨ª son las cosas. Nuevas mayor¨ªas pol¨ªticas, nuevos valores, nuevas prioridades. Pero la aceptaci¨®n de esta realidad no puede obligar al silencio y, menos a¨²n, al sometimiento.
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