El cometa ilumina el origen de la vida, en la Tierra
Los astrof¨ªsicos encuentran en el Hale-Bopp, mol¨¦culas primordiales
Se calcula que alrededor de un bill¨®n de cometas se mueven furtivamente m¨¢s all¨¢ de los planetas en los oscuros l¨ªmites del sistema solar, en una regi¨®n donde los tenues rayos del Sol nada pueden hacer para reducir el fr¨ªo interestelar. A lo largo del tiempo, unos cuantos cometas abandonaron ese fr¨ªo extremo y se precipitaron hacia las proximidades del Sol, iluminando en ocasiones los cielos de la Tierra.Los cient¨ªficos est¨¢n ahora fascinados por el cometa Hale-Bopp. Nunca antes hab¨ªan contemplado nada tan espectacular. Se estima que su n¨²cleo helado tiene un di¨¢metro de 40 kil¨®metros y es extraordinariamente brillante. Desde que fuera descubierto hace 21 meses m¨¢s all¨¢ de la ¨®rbita de J¨²piter, los astr¨®nomos no han cesado de observarle mientras el Sol calentaba su capa exterior, haciendo que la enorme bola de hielo sucio derramara toneladas de pistas por segundo sobre la naturaleza de su composici¨®n qu¨ªmica.
Ahora ya se dispone de los primeros datos completos y sirven para apoyar una teor¨ªa extraordinaria que propone que el hielo de los cometas transporta los compuestos qu¨ªmicos precursores de la vida y que los cometas que cayeron en gran numero en la primitiva Tierra esparciendo esos elementos, provocando a la larga un aluvi¨®n de diversidad biol¨®gica. El mismo mecanismo podr¨ªa funcionar por todo el espacio, dejando la semilla de la vida en mundos desconocidos.
Bioastronom¨ªa
Este punto de vista est¨¢ m¨¢s respaldado ahora, cuando los telescopios en todo el mundo han comprobado que el Hale-Bopp arroja no s¨®lo toneladas de agua sino tambi¨¦n metanol, aldeh¨ªdo f¨®rmico, mon¨®xido de carbono, cianuro de hidr¨®geno, ¨¢cido sulfh¨ªdrico y muchos otros compuestos: en otras palabras, los que se creen son los ingredientes b¨¢sicos necesarios para el origen de la vida. "Este es el eslab¨®n preciso para el nuevo paradigma", dice Dale P. Cruikshank, del Centro Ames de la NASA. Los nuevos descubrimientos son vistos como un hito en la bioastronom¨ªa, un ¨¢rea de investigaci¨®n que mira hacia los cielos en busca de los elementos que dieron origen a la vida.
Lanzado a trav¨¦s del espacio a m¨¢s de 43 kil¨®metros por segundo, el Hale-Bopp se fue acercando al Sol hasta su m¨¢xima aproximaci¨®n (el pasado 1 de abril) y ahora est¨¢ ya de regreso hacia los l¨ªmites exteriores del sistema solar. Los astr¨®nomos se han esforzado para reunir datos sobre el Hale-Bopp para reforzar el misterioso v¨ªnculo entre los cometas y los primeros pasos de vida en la Tierra.
Esta concepci¨®n supone un distanciamiento radical de la visi¨®n tradicional, seg¨²n el cual la Tierra se hab¨ªa formado a partir de part¨ªculas de polvo primordiales en una esfera pelada sin atm¨®sfera; los compuestos que formaron la atm¨®sfera y llenaron los mares proced¨ªan del interior de la Tierra en un periodo anterior de movimientos volc¨¢nicos. Luego, tormentas de rayos mezclaron este guiso primordial y crearon mol¨¦culas ricas en carbono que se organizaron en unidades que se automultiplicaban, formas brutas de vida.
Materia interestelar
Pero no fue as¨ª, seg¨²n la nueva teor¨ªa, hace m¨¢s de 4.000 millones de a?os, en los primeros momentos de su existencia, la Tierra era lo suficientemente caliente como para lanzar al espacio la mayor¨ªa del agua, materiales ligeros y substancias qu¨ªmicas, y el planeta sigui¨® siendo una roca est¨¦ril. Para la formaci¨®n de vida, se mira hacia las regiones interestelares, especialmente hacia las nubes oscuras que son' frecuentes entre las estrellas que forman la V¨ªa L¨¢ctea, la galaxia de la Tierra. Estas nubes oscuras est¨¢n salpicadas de granos de materia, del tama?o de las part¨ªculas de talco, que son verdaderas f¨¢bricas para la producci¨®n de complejas substancias qu¨ªmicas. Hasta la fecha, los cient¨ªficos han identificado cerca de 100 tipos de mol¨¦culas.
Se descubri¨® que estas mol¨¦culas compon¨ªan alrededor de la mitad de la materia interestelar, mientras que el resto era principalmente hidr¨®geno at¨®mico. Estos hallazgos qu¨ªmicos fueron realizados a medida que los astr¨®nomos captaron radiaci¨®n infrarroja, ultravioleta y luz visible procedente de las regiones interestelares y estudiaron se?ales que mostraban mol¨¦culas que emit¨ªan su propia firma en el espectro de luz. A¨²n no se han encontrado se?ales de amino¨¢cidos -los componentes del ADN- en las nubes interestelares, pero s¨ª muchos de sus precursores, inclu¨ªdos amon¨ªaco y cianuro de hidr¨®geno.
Primero, las estrellas moribundas inundan el espacio interestelar con mol¨¦culas relativamente simples (metano, agua y mon¨®xido de carbono), y con diminutos granos de silicio. Con el tiempo las mol¨¦culas recubren los granos de silicio con un manto de hielo. Densas nubes de estos materiales se condensan para formar nuevas estrellas que irradian los granos cercanos con descargas de luz ultravioleta, transformando las mol¨¦culas simples en otras m¨¢s complejas.
En teor¨ªa, estas complejas part¨ªculas interestelares se convierten en la materia prima de una nueva generaci¨®n de estrellas, tal vez acompa?adas de planetas as¨ª como de billones de cometas helados.
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