A vueltas con "Macarena"
Los del R¨ªo y sus rumbas pusieron anoche en danza la plaza Mayor
No es la primera vez que Los del R¨ªo participan en las fiestas de San Isidro. Hace cinco a?os tocaron en Las Vistillas. Pero por aquella ¨¦poca no se vend¨ªa cada 20 segundos un disco de su Macarena en el mundo (tal y como se asegura en los papeles de presentaci¨®n del grupo), ni se les reconoc¨ªa como "los artistas espa?oles de mayor ¨¦xito en el mundo". Quiz¨¢ por eso, Los del R¨ªo ascendieron ayer a la plaza Mayor. Y la llenaron. M¨¢s a¨²n, consiguieron que bailara todo el mundo.No estaba muy claro si la gente hab¨ªa acudido al concierto de Los del R¨ªo o a bailar la Macarena. De hecho, muchos se refer¨ªan a este d¨²o sevillano como "los de la Macarena". Dos j¨®venes norteamericanas, con pareja espa?ola, declaraban antes de que empezara la m¨²sica: "Claro que conozco esa canci¨®n. Soy dem¨®crata, el presidente la ha bailado, as¨ª que por supuesto que s¨¦ bailarla". Las adolescentes dec¨ªan que conocen los pasos de este baile por la discoteca", y los m¨¢s mayores, de verla en la tele", dec¨ªan.
No todo eran elogios para larumba m¨¢s famosa del mundo. "Ten¨ªan que traer a gente de Madrid. La Macarena, para los japoneses. Aqu¨ª que nos pongan pasodobles y chotis", afirman unas se?oras de unos cuarenta a?os. Con ellas iba Manuel Segura, un joven que se dedica a la canci¨®n espa?ola y trabaja en Alemania. "All¨ª me toca cantar la Macarena", comenta.
Minutos despu¨¦s de las 21.30, aparec¨ªan Los del R¨ªo en escena. Antes, una corta presentaci¨®n en la que se adelantaba que el 14 de enero ha sido declarado D¨ªa de la Macarena en Nueva York. Con la primera de las canciones, el p¨²blico calienta motores. Algunos se desprenden de sus jers¨¦is. Un grupo de se?oras mayores (bastante mayores) se ha subido a uno de los bancos de piedra, cerca del escenario: bailan y bailan de lo m¨¢s desinhibidas. Los del R¨ªo est¨¢n cantando algo sobre las luces de Madrid. El escenario es un enorme entramado de estructuras met¨¢licas con forma de pir¨¢mide, del que, de vez en cuando, salen chorros de humo.
Una rumba, luego otra. La gente ha dejado de llevar el ritmo con la cabeza. Ahora mueven los pies de lado a lado con los brazos a la altura del ombligo. Y, suena uno de los ¨¦xitos del d¨²o, al que le han cambiado la letra para poner contento al personal: "Madrid tiene un color especial...", suena desde el escenario.
!?Ol¨¦, ol¨¦ y ol¨¦! Y al que no diga ol¨¦ que se le seque la hierbabuena". Los del R¨ªo siguen arengando al personal. Y por fin, el momento esperado: suenan los ritmos m¨¢s discotequeros de la noche y "dale a tu cuerpo alegr¨ªa, Macarena". Se lo saben casi todos: primero los brazos al frente, luego se tocan los codos, luego la cabeza, luego las caderas y.. ?Aaah! Los del R¨ªo saben c¨®mo poner en danza al p¨²blico de la plaza Mayor. Cuando no dicen "?Viva San Isidro!", piden el acompa?amiento de las palmas. Cuando termina la esperada Macarena, abandona la plaza la pri mera tanda del p¨²blico, pero aun as¨ª se.queda de bote en bote.
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