Desarticulada una red que suministraba droga a Espa?a, Italia y Francia
La agencia de recolocaci¨®n de delincuentes funciona a la perfecci¨®n. Alain Coelier, de 45 a?os, coautor en 1987 del secuestro de Melodie Nakachian, condenado en 1992 a diez a?os de c¨¢rcel y en libertad desde hace s¨®lo unos meses, acaba de ser detenido de nuevo, aunque ahora a bordo de un barco con 3.524 kilos de hach¨ªs. Coelier y otras 17 personas, entre ellas el s¨²bdito brit¨¢nico Brian Colin Charrington, cerebro de la organizaci¨®n, formaban parte de una muy bien tejida red que se encargaba de suministrar droga a Espa?a, el Reino Unido, Francia e Italia. La operaci¨®n de captura, dirigida por agentes espa?oles de la Unidad Central de Estupefacientes, tiene todos los ingredientes de una superproducci¨®n de Hollywood.
Lujosos yates, antiguos barcos pesqueros preparados para llevar droga, un helic¨®ptero escondido en una nave industrial, mansiones fastuosas con un jacuzzi en cada habitaci¨®n y una piscina climatizada en medio del sal¨®n... A Brian Colin Charrington, de 41 a?os, casado, padre de tres hijos, con pasaporte brit¨¢nico y residencia en Calpe (Alicante), le gustaba trabajar a lo grande. Para eso -siempre seg¨²n la versi¨®n de la polic¨ªa- se compr¨® un helic¨®ptero Robinson RH-22. Con ¨¦l realizaba frecuentes viajes al norte de Marruecos" donde contactaba con los poderosos vendedores de hach¨ªs.Pero Charrington no s¨®lo utilizaba el helic¨®ptero -un biplaza muy f¨¢cil de manejar- como medio de transporte. El Robinson RH-22 desempe?aba una importante funci¨®n en las operaciones de tr¨¢fico de droga. Un polic¨ªa de la Unidad Central de Estupefacientes lo explic¨® ayer a este peri¨®dico: "Dos de los hombres de Charrington avisaban desde el helic¨®ptero por radio de la posible presencia de patrulleras del Servicio de Vigilancia Aduanera o de la Guardia Civil. Tambi¨¦n les auxiliaban desde el aire en las labores de desembarco del hach¨ªs".
La organizaci¨®n, que dirig¨ªa Charrington desde Espa?a y su hermano David desde Inglaterra, ten¨ªa a su servicio a personal muy cualificado. Cuatro de los 18 delincuentes detenidos formaban o hab¨ªan formado parte de unidades de ¨¦lite del Ej¨¦rcito brit¨¢nico. Los oficiales Spencer y Jones -todav¨ªa en activo- y sus ex compa?eros Spinks y Mc Svoy -ya jubilados- utilizaban todo el adiestramiento recibido al servicio de Su Graciosa Majestad para traficar con hach¨ªs. "Por eso", contin¨²a el polic¨ªa espa?ol que particip¨® en la captura de la red, "era muy dif¨ªcil interceptar sus comunicaciones. Son expertos en buceo, t¨¦cnicas de radio y navegaci¨®n; en combate...".
El golpe definitivo empez¨® a fraguarse el 19 de marzo. Los polic¨ªas espa?oles siguen a Charrington, quien, en compa?¨ªa de otros tres hombres, viaja a Malta a bordo de un avi¨®n privado y compra el barco Sim¨®n de Dancer, un antiguo pesquero de bandera maltesa y 37 metros. La nave zarpa llevando a bordo a Charrington, sus tres acompa?antes y dos tripulantes m¨¢s. El jefe desembarca al pasar por Espa?a y el resto sigue hasta la isla de Madeira.Unas jornadas m¨¢s tarde, el 14 de abril, el barco vuelve a zarpar, esta vez hacia las costas del norte de Marruecos, donde permanece varado unos d¨ªas m¨¢s. Los polic¨ªas espa?oles, que ya han informado de la operaci¨®n a sus colegas. brit¨¢nicos, solicitan oficialmente su abordaje. El 6 de mayo, la Marina brit¨¢nica lo localiza en aguas internacionales, frente a las costas de Lisboa, y lo intercepta. La operaci¨®n, en la que particip¨® un polic¨ªa espa?ol, fue limpia y r¨¢pida. A los ocho tripulantes, entre los que se encontraban el viejo amigo de la Justicia espa?ola Alain Coelier, no les da tiempo de activar un sofisticado sistema para lanzar la droga al mar. En el doble fondo del barco se encuentran 140 fardos con un peso total de 3.524 kilos de hach¨ªs.La polic¨ªa espa?ola entra entonces en la mansi¨®n de Charrington -cuya puerta est¨¢ custodiada por dos ¨¢guilas de bronce y un fiero pastor alem¨¢n de verdad- y all¨ª descubre seis armas de fuego, abundante munici¨®n, un tarro con marihuana, tel¨¦fonos m¨®viles, veh¨ªculos de gran cilindrada... "Yo no he visto nunca tanto lujo", dice el polic¨ªa espa?ol.
Alain Coelier, natural de Nantes y encargado en su d¨ªa de alquilar el chal¨¦ en el que estuvo secuestrada Melodie, fue detenido a bordo del barco y trasladado a una prisi¨®n brit¨¢nica. Con el franc¨¦s de cuna, el castellano aprendido a la sombra en Espa?a -casi diez a?os de c¨¢rcel- y lo que le espera en las islas, Coelier va camino de convertirse en un delincuente pol¨ªglota.
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