Qu¨¦ partidazo

Un homenaje. Barcelona y, Real Madrid, como 'lo hicieron ya en Le¨®n durante la Copa del Rey, realizaron todo un homenaje al baloncesto disputando un encuentro memorable, que tuvo todo lo que debe tener un enfrentamiento deportivo: intensidad m¨¢xima, emoci¨®n, grandes actuaciones individuales y todo ello en un ambiente electrizante. M¨¢s no se puede pedir.Los tiros libres. Ni los triples, ni los rebotes ni las t¨¢cticas de los entrenadores. La serie se est¨¢ decidiendo en la l¨ªnea de tiros libres. En una eliminatoria donde los equipos la visitan de 25 a 30 veces por noche, resulta l¨®gico que la historia de ayer se empiece a escribir por ah¨ª. A Karnishovas le fallaron los nervios cuando pudo resolver en el tiempo reglamentario. Laso y Arlauckas erraron tiros claves y en una pirueta del destino, Karnishovas se rehabilit¨® en parte con un ¨²ltimo acierto.

Las estrellas. Dejando a un lado otros asuntos, el partido que realizaron Herreros y Mustaf era suficiente para dar sentido al encuentro. Por primera vez desde que lleg¨® al Madrid, Herreros dio su aut¨¦ntica medida de jugador con un talento por encima del resto. Su decisi¨®n y acierto en el triple que casi les dio el partido complet¨® un segundo tiempo estratosf¨¦rico que hubiese firmado el mism¨ªsimo Jordan. De Mustaf se puede decir otro tanto. Estuvo siempre que el Bar?a le necesit¨® y su producci¨®n, a diferencia de Herreros, continu¨® en la pr¨®rroga. Todo un acierto el fichaje de este jugador a mitad de la presente temporada. Al Bar?a le puede dar una Liga.

El futuro. Estos son partidos que dejan huella tanto f¨ªsica como ps¨ªquica. El Madrid tiene todo en contra. Pierde 2-1, juega fuera de casa y ha tenido la victoria en la punta de los dedos. A pesar de todo, esta final est¨¢ . lo suficientemente igualada como para no poder dar un vencedor por adelantado. Lo que deseamos todos es que el partido de ayer no sea un hecho aislado y antes de irnos de vacaciones podamos asistir al menos a uno parecido.