Clinton pide perd¨®n a los negros utilizados en el pasado como cobayas
Cuatrocientos ciudadanos no fueron curados de la s¨ªfilis
Eran negros, pobres y ten¨ªan s¨ªfilis. Los m¨¦dicos, que sab¨ªan las tres cosas, nunca intentaron curarles y ni tan siquiera aliviaron sus dolores. Durante 40 a?os, los m¨¦dicos del Servicio P¨²blico de Salud de Estados Unidos prefirieron utilizarlos como cobayas humanas para sus estudios sobre la evoluci¨®n de esa enfermedad ven¨¦rea. Bill Clinton pidi¨® ayer perd¨®n por semejante atrocidad cometida en nombre de la ciencia.
Cinco de los ocho supervivientes del denominado Experimento Tuskegee acudieron a Washington para escuchar de labios del presidente una condena retrospectiva del caso y una petici¨®n oficial de perd¨®n. Uno de ellos, Herman Shaw, de 94 a?os, habl¨® en nombre de sus compa?eros de desventura. Todo fue transmitido por sat¨¦lite a un circuito cerrado de televisi¨®n de Tuskegee la localidad del Estado sure?o de Alabama en que se hizo el experimento.Unos 400 varones negros de ¨¦sa y otras localidades del condado de Macon que padec¨ªan s¨ªfilis fueron incluidos a partir de 1932 y en las cuatro d¨¦cadas siguientes en un programa de investigaci¨®n sobre esa enfermedad del Servicio P¨²blico de Salud del Gobierno federal. El objetivo del programa no era curar a esos hombres, sino seguir su evoluci¨®n f¨ªsica y mental, de modo que, incluso cuando se generaliz¨® el uso de la penicilina a partir de 1947 siguieron sin tratamiento. El nombre del proyecto lo dec¨ªa todo: "Estudio de Tuskegge sobre la S¨ªfilis No Tratada en el Macho Negro".
A los 400 cobayas, reclutados en iglesias y hospitales, no se les dijo nunca el mal que padec¨ªan los m¨¦dicos del Gobierno se limitaban a explicarles que ten¨ªan "mala sangre". Desde el principio, los investigadores les retiraron los tratamientos para la s¨ªfilis empleados entonces -a base de mercurio y ars¨¦nico- y luego, a partir de la generalizaci¨®n de la penicilina, impidieron que les fuera aplicada. Los investigadores federales llegaron al extremo de prohibir a los m¨¦dicos y farmac¨¦uticos locales que facilitaran todo tipo de antibi¨®ticos a los pacientes.
En aquella ¨¦poca la s¨ªfilis estaba bastante extendida entre los negros del mundo rural del sur de EE UU, y, como el SIDA hoy, era considerada una enfermedad vergonzante. En el condado de Macon afectaba al 38% de los varones negros adultos.
El Servicio P¨²blico de Salud puso Fin al Experimento Tuskegee el 25 de julio de 1972, tan s¨®lo despu¨¦s de que los medios de comunicaci¨®n norteamericanos difundieron escandalizados su existencia. Los supervientes, hoy de edades superiores a los 87 a?os, recibieron en 1974 por decisi¨®n de un tribunal una indemnizaci¨®n de 37.500 d¨®lares cada uno, pero han luchado durante a?os para que la Casa Blanca hiciera lo que Finalmente hizo ayer. En una ocasi¨®n anterior, Clinton ya hab¨ªa perd¨®n a los norteamericanos que, sin saberlo, fueron usados como cobayas para experimentos gubernamentales sobre las consecuencias de la radiaci¨®n at¨®mica.
Los efectos del Experimento Tuskegee se manifiestan tambi¨¦n en la profunda desconfianza de los negros norteamericanos respecto a los doctores blancos. El 35% de ellos, seg¨²n una encuesta, cree que el SIDA ha sido creado deliberamente en laboratorios por investigadores blancos para matar a los negros. En la pr¨¢ctica, esa creencia se manifiesta en la resistencia de los negros a donar sangre o a que sus hijos sean vacunados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.