Juan Luis Cebri¨¢n ocupa el sill¨®n 'V' de la Academia

"Los intelectuales son la conciencia cr¨ªtica de la sociedad, no una nueva y diferente opci¨®n de gobierno". Juan Luis Cebri¨¢n ley¨® ayer, durante una hora, sin pausa y con voz firme, su discurso de ingreso en la Real Academia, que vers¨® sobre Gaspar Melchor de Jovellanos. La glosa de esta figura m¨¢xima de la Ilustraci¨®n sirvi¨® al consejero delegado del Grupo PRISA para reflexionar sobre la funci¨®n y el compromiso de los intelectuales hace 200 a?os y ahora. Con la elecci¨®n del primer director de EL PAIS, la Academia, dijo Luis Goytisolo, en su respuesta, ha querido dar preferencia a "la m¨¢s din¨¢mica de las formas del periodismo". El escritor defini¨® a Cebri¨¢n como un "forjador de medios de comunicaci¨®n por los que circula a raudales el idioma espa?ol".

Juan Luis Cebri¨¢n lleg¨® a la Academia junto a su esposa, la tambi¨¦n periodista Teresa Aranda, y uno de sus hijos menores. Fue recibido por el secretario de la instituci¨®n, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, que le acompa?¨® a la llamada sala de las Pastas, donde se reuni¨® con los acad¨¦micos presentes: Francisco Ayala, Gonzalo Torrente Ballester, Emilio Lled¨®, Pedro La¨ªn Entralgo, Francisco Rodr¨ªguez Adrados, Antonio Buero Vallejo, Claudio Rodr¨ªguez, Antonio Mu?oz Molina, Domingo Yndur¨¢in, entre otros. A ellos se unieron el secretario de Estado de Cultura, Miguel ?ngel Cort¨¦s, y el director general del Libro, Fernando Rodr¨ªguez Lafuente. Estuvieron charlando de " cosas sin importancia", seg¨²n uno de ellos, mientras en el vest¨ªbulo crec¨ªa la expectaci¨®n ante la entrada de los numerosos invitados. Los acad¨¦micos siguieron luego el periplo habitual, se trasladaron a la sala del Diccionario Hist¨®rico, en la primera planta, y de all¨ª pasaron al sal¨®n de actos, abarrotado, incluso con asistentes de pie. La llegada del ex presidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez, poco antes del inicio de la sesi¨®n, caus¨® un enorme revuelo Tras responder a los periodistas departi¨® con algunos acad¨¦micos.Cebri¨¢n entr¨® acompa?ado por Yndur¨¢in y Mu?oz Molina. Presidieron la mesa Pedro La¨ªn Entralgo, Fernando L¨¢zaro Carreter, Garc¨ªa de la Concha, ?ngel Mart¨ªn Municio y Miguel Angel Cort¨¦s, secretario de Estado de Cultura y m¨¢ximo representante del Gobierno en el acto.

Grandes periodistas

El nuevo acad¨¦mico se refiri¨®, al inicio de su parlamento, a muchos de los grandes periodistas que han estado y est¨¢n en la Academia, aunque casi todos fueron elegidos por atributos m¨¢s excelsos que el de su "trabajo de gacetilleros": Mario Vargas Llosa, a quien el nuevo acad¨¦mico sustituy¨® hace m¨¢s de treinta a?os en su puesto de redactor meritorio en la agencia France Presse; Miguel Delibes, director de peri¨®dicos tanto o m¨¢s que autor de ficci¨®n; Gonzalo Torrente Ballester, cr¨ªtico de teatro y columnista durante a?os, o Camilo Jos¨¦ Cela, nombres "inscritos para siempre en la historia de las letras hispanas". "Pero no podr¨ªa dejar de expresar mi alegr¨ªa por el hecho de que conmigo, como con Luis Mar¨ªa Anson [elegido asimismo el pasado 19 de diciembre], el periodismo y los medios de comunicaci¨®n en general, en su versi¨®n m¨¢s sucintamente profesional y artesana, hayan sido elevados a la categor¨ªa acad¨¦mica", a?adi¨®.Luis Goytisolo, quien propuso la candidatura de Cebri¨¢n junto a los acad¨¦micos Francisco Ayala y Francisco Rico, destac¨® en su. discurso de respuesta un aspecto muy concreto de su actividad como periodista: "El ejercicio de dirigir un peri¨®dico entendido como quintaesencia del periodismo". Este trabajo, desarrollado durante m¨¢s de catorce a?os, considerado en su conjunto, "fue el hecho que m¨¢s pes¨® en el ¨¢nimo de cuantos le dimos entrada en la Academia". "Y si desde la transici¨®n se han producido en Espa?a dos o tres fen¨®menos period¨ªsticos, uno de ellos es, sin duda, el representado por la aparici¨®n y el espectacular arraigo social de EL PA?S".

Cebri¨¢n ocupa desde ayer el sill¨®n V, vacante desde la muerte del arabista Emilio Garc¨ªa G¨®mez, "uno de los pocos sabios reconocidos por todas las Espa?as", a quien rindi¨® un c¨¢lido homenaje. Record¨® su ingente labor en la historia de la ling¨¹¨ªstica espa?ola y sus aportaciones pioneras en el estudio de la influencia ¨¢rabe en el castellano. Ese mismo sill¨®n debi¨® haber sido ocupado por Antonio Machado, que no lleg¨® a ingresar, y hace m¨¢s de dos siglos lo fue por Jovellanos, lo que decidi¨® a Cebri¨¢n, que en un principio hab¨ªa pensado en escribir sobre Mariano Jos¨¦ de Larra, a dedicarle su discurso. Precursor y hombre de transici¨®n, de una fortaleza ¨¦tica que le hac¨ªa incombustible frente a las intrigas de sus adversarios, contradictorio... As¨ª retrat¨® Cebri¨¢n a Gaspar Melchor de Jovellanos (Asturias, 1744-1811). Con apasionadas palabras, le hizo pr¨®ximo y entra?able, un hombre que pag¨® "un alto precio personal por el solo hecho de mantener una coherencia de vida acorde con sus ideas de paz y progreso". Analiz¨® la figura de Jovellanos a trav¨¦s de tres aspectos: el feminismo (por el que abog¨®), su cr¨ªtica al ordenancismo gubernamental y su relaci¨®n con la prensa.

Ante las fuerzas del oscurantismo y la envidia que durante siglos se han esforzado "en ense?orear este pa¨ªs", quiz¨¢ Jovellanos, "que tuvo la audacia de alguien que quiso adelantarse a su tiempo", precis¨® Cebri¨¢n, "mereciera el final infame y abrumador que padeci¨®, precisamente por haberse atrevido a pensar una Espa?a diferente, a trabajar por una Espa?a diferente, a crear una Espa?a diferente".

Goytisolo habl¨® de los nuevos retos que afronta la Academia: la defensa de la lengua y la cultura espa?olas en un futuro sin fronteras. Tambi¨¦n, desde ayer, se?al¨®, es tarea para el nuevo acad¨¦mico. "Juan Luis Cebri¨¢n: s¨¦ bienvenido", concluy¨®.