Cantona se retira en la cima

A los 31 a?os de edad y "en la cima" de su carrera, seg¨²n su propio criterio, el delantero franc¨¦s del Manchester United, Eric Cantona, anunci¨® ayer su retirada del f¨²tbol. No lo hizo en persona, porque el ¨ªdolo del Manchester, cari?osamente conocido como Eric el rojo, por los colores del club, abandon¨® hace unos d¨ªas Inglaterra con toda la familia, tras conseguir el cuarto t¨ªtulo de Liga en cinco temporadas, para el equipo. El entrenador del Manchester, Alex Ferguson, y el presidente del club, Martin Edward, los encargados de comunicar la noticia a los decepcionados fans y a la prensa, lamentaron la p¨¦rdida de tan valiosa figura para el equipo y dieron a conocer un comunicado del propio jugador."Es un d¨ªa triste para el United", declar¨® Ferguson. "Ha sido un jugador fant¨¢stico para este club y con ¨¦l hemos ganado seis trofeos". No menos generoso con el Manchester fue el propio Cantona. En su mensaje de despedida y tras explicar sus deseos de "hacer otras cosas", tras 13 a?os en el f¨²tbol profesional, el jugador franc¨¦s desea todos los parabienes a un club con el que, reconoce, "he llegado al pin¨¢culo de mi carrera". El momento ideal, seg¨²n el jugador, para abandonarla.

Pese a las buenas palabras de Ferguson y del propio interesado, y al l¨®gico tributo que le rindieron ayer algunos compa?eros, Cantona no se encontraba ya en la mejor forma y la ¨²ltima temporada no hab¨ªa sido especialmente triunfal para el delantero franc¨¦s, pese a que su equipo se alz¨® con el t¨ªtulo de Liga. El Manchester, no s¨®lo el m¨¢s cotizado club de f¨²tbol ingl¨¦s, sino el m¨¢s rentable, puede permitirse toda clase de lujos a la hora de planificar fichajes y se rumoreaba desde hace tiempo que Ferguson segu¨ªa de cerca a la estrella brasile?a del Middlebourgh, Juninho, dispuesto a ofrecer 10 millones de libras por el traspaso.

Cantona, por su parte, se hab¨ªa convertido ya en una especie de estrella multimedia, con apariciones en anuncios televisivos, un papel cinematogr¨¢fico y perspectivas de alguno m¨¢s. Aun as¨ª, el jugador del pelo rapado y las tupidas cejas, formar¨¢ parte para siempre de la leyenda del equipo, unas veces criticado como ¨¦l airado e incontrolable frenchman, otras alabado hasta el delirio. De la realidad de una y otra faceta en el talante del jugador hay una larga lista de ejemplos. Goleador y conquistador de t¨ªtulos, elegido dos veces mejor jugador del pa¨ªs, por un lado, y por el otro "verg¨¹enza" del equipo, cuando ante las c¨¢maras de televisi¨®n propin¨® una patada a un seguidor del Crystal Palace que le hab¨ªa estado insultando durante todo el encuentro.

Nada sorprendente si se echa una ojeada al historial futbol¨ªstico de este parisino criado en Marsella, que debut¨® en el Auxerre y encontr¨® su sitio definitivo en el Manchester, adonde lleg¨® procedente del Leeds en 1993. La "hoja de servicios" de Cantona est¨¢ llena de expulsiones, multas, reprimendas, insultos y hasta juicios, provocados por sucesivos incidentes con ¨¢rbitros, entrenadores nacionales, compa?eros de equipo y hasta espectadores.

El m¨¢s sonado de todos los incidentes se produjo el 25 de mayo de 1995, en Selhurst Park, el estadio del Crystal Palace, uno de los equipos londinenses cuando, seg¨²n ¨¦l, harto de escuchar "insultos racistas" por parte de un aficionado del equipo local, Matthew Simmons, se abalanz¨® sobre ¨¦l y le propin¨® un tremendo golpe de kungfu, que la televisi¨®n se encarg¨® de inmortalizar y transmitir a casi todos los hogares del mundo. Cantona sufri¨® una doble sanci¨®n, por un lado la Asociaci¨®n de F¨²tbol inglesa le puso 10.000 libras de multa, y le prohibi¨® jugar durante ocho meses. De otro lado, en un juicio formal, fue condenado a 120 horas de trabajos comunitarios. El jugador franc¨¦s, que nunca se hab¨ªa sentido completamente a gusto en el Reino Unido, se plante¨® seriamente colgar las botas y abandonar el pa¨ªs. Entonces, se lo impidi¨® Alex Ferguson, que consigui¨® el regres¨® a Old Trafford de un revitalizado Eric el rojo, en perfecta forma y con la legi¨®n de fans pr¨¢cticamente intacta. Pero el retorno fue fugaz. Mientras sus admiradores todav¨ªa le aplauden, Cantona ha preferido marcharse.