El gasto en investigaci¨®n va hacia las zonas ricas

La concentraci¨®n del gasto en Investigaci¨®n y Desarrollo (I + D) en las regiones m¨¢s pr¨®speras es una de las conclusiones m¨¢s relevantes del estudio que en este supuesto s¨®lo ha tenido en cuenta Francia, Italia, Espa?a y Reino Unido. As¨ª, el gasto en investigaci¨®n y desarrollo en Par¨ªs, (Ille de France) representa el 43% de todo el gasto de Francia. En el caso de Italia, Lombardia y Piamonte captan casi la mitad de todo el gasto p¨²blico y privado en investigaci¨®n y desarrollo.En Espa?a, Madrid canaliza el 42% de todo el gasto de investigaci¨®n, mientras que la regi¨®n de South East gestiona el 54% de Gran Breta?a.

En las regiones pobres es el rev¨¦s de la medalla. En el caso de Francia se cita la regi¨®n de Limousin, donde el gasto en I + D representa el 0,2% del gasto nacional. Si se toma en t¨¦rminos de gasto per capita, entonces el nivel es 20 veces m¨¢s bajo que el de Par¨ªs. En las ocho regiones pobres del Mezzogiorno en Italia ocurre una situaci¨®n similar. Con un 36% de la poblaci¨®n total s¨®lo administran el 8% del gasto en investigaci¨®n y desarrollo. En Espa?a, las regiones menos desarrolladas incluidas en el Objetivo 1 (es decir, con renta per capita inferior al 75% de la renta comunitaria) y representan casi el 60% de la poblaci¨®n total s¨®lo disponen del 24% del gasto en I + D. En el Reino Unido, Irlanda del Norte representa el 2,8% de la poblaci¨®n y gestiona el 0,7% del gasto en investigaci¨®n y desarrollo (v¨¦ase cuadro 2).

Cohesi¨®n y empleo

El logro de un elevado nivel de empleo es quiz¨¢ el objetivo m¨¢s importante de los objetivos de cohesi¨®n econ¨®mica. Aunque la consecuci¨®n de este objetivo es una de las prioridades de los Estados, cada vez hay una mayor conciencia de emprender estrategias comunes.No obstante, en este campo del empleo, el estudio del EPRC y del LOEIL es bastante esc¨¦ptico. Entre sus conclusiones se?ala que, en la pr¨¢ctica, hay una falta de evidencia emp¨ªrica sobre los efectos de la mayor parte de medidas incluidas en los programas de empleo de los Estados miembros.

Sin embargo, aunque el impacto de las actuaciones de los distintos Gobiernos en materia de empleo es bastante ambigua en t¨¦rminos generales no parece tan cuestionable en cuanto a la cohesi¨®n.

Asi, aunque muchas de las medidas adoptadas por los Gobiernos no tienen una espec¨ªfica dimensi¨®n regional -la mayor parte van dirigidas a los parados- es bastante probable que beneficien m¨¢s a las regiones con mayores problemas de desempleo y, por tanto, es una forma de reducir las desigualdades regionales.