Una mujer es asesinada cada semana en Espa?a por su c¨®nyuge celoso o despechado
Las separadas de hombres violentos son un grupo de alto riesgo carente de protecci¨®n
"Hay cosas m¨¢s peligrosas que practicar puenting [deporte que consiste en tirarse por un puente]". Una de ellas, seg¨²n el profesor de criminolog¨ªa Per Stangeland, es que la mujer se separe de un hombre despechado, celoso patol¨®gico, que la pega y que un mal d¨ªa puede matarla. En Espa?a, seg¨²n el Ministerio del Interior, el a?o pasado 65 personas murieron a manos de su c¨®nyuge, de las cuales los expertos estiman que unas 50 -pr¨¢cticamente una por semana- eran mujeres que, separadas de sujetos con un largo historial de amenazas, formaban parte de un grupo de alto riesgo e indefenso.
La violencia que generan los celos es universal, seg¨²n los expertos, pero estos investigadores descartan que ahora haya m¨¢s casos de ese tipo que antes. Al contrario, los datos indican que en una sociedad moderna las relaciones de pareja duran menos, pero existen menos celos. "En una sociedad individualista, si la pareja va mal, puede cambiarse por otra. Estos cr¨ªmenes son una tragedia en la que parece no haberse visto otra salida: si el hombre hubiera sido capaz de buscarse otra mujer, el crimen podr¨ªa no haber ocurrido", opina el profesor de criminolog¨ªa de la Universidad de M¨¢laga Per Stangeland.Porque la mano ejecutora, en la mayor parte de los cr¨ªmenes pasionales, es la del hombre. "La mujer tiene celos pero no suele matar", contin¨²a Stangeland. "Hay algo bastante patol¨®gico en el esquema mental de muchos hombres, que en una mala relaci¨®n optan por la agresi¨®n. Pero casi nunca matan a la competencia, sino a la mujer".
El pasado d¨ªa 10, en Cuenca, un hombre asesinaba a su ex mujer con una escopeta de caza. Seg¨²n las estad¨ªsticas de homicidios del Ministerio del Interior -que no distinguen el sexo de las v¨ªctimas-, en 1996 fueron asesinadas en Espa?a 65 personas. Pero, seg¨²n la Federaci¨®n de Mujeres Separadas y Divorciadas (FMSD), que se remite a datos de la polic¨ªa judicial, m¨¢s de 50 mujeres murieron ese a?o a manos del c¨®nyuge. "El 52% fueron asesinadas tras separarse y cuando el hombre pensaba que ten¨ªan otra relaci¨®n", asegura la presidenta de la FMSD, Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo.
El hombre que acaba rematando la tragedia apunta ya maneras con anterioridad: suele ser alguien que arrastra un historial previo cuajado de amenazas y agresiones. "La gran mayor¨ªa de los casos, una vez que el hombre empieza con una agresi¨®n f¨ªsica para resolver conflictos matrimoniales, va a peor. Promete y jura, pero a los dos meses le pega otra torta, y romper ese c¨ªrculo vicioso es complicado", dice Stangeland.
Ejercicio de poder
"?Crimen pasional?", clama Del Campo. "Estas muertes son puro ejercicio de poder. Los iguales no se atacan y la mayor¨ªa de estas mujeres, antes de morir, han sufrido verdadero terrorismo familiar". El perfil del presunto asesino es: celoso patol¨®gico; agresivo; autoritario; zanja una discusi¨®n con la fuerza f¨ªsica; maltratador; con escasas habilidades sociales; y con una vida excesivamente centrada en la familia, de tal forma que cuando ¨¦sta se desmorona no es capaz, o al menos as¨ª lo percibe, de rehacer su vida.Adem¨¢s, a?¨¢danse los celos. "En su mecanismo psicol¨®gico hay un sentimiento machista de posesi¨®n de que es m¨ªa y s¨®lo m¨ªa, y adem¨¢s para siempre, que funciona a nivel desapasionado pero que se mezcla con un nivel m¨¢s emocional, como es la angustia, que le lleva a obcecarse y a perder el control: hasta cierto punto puede llegar a entender la separaci¨®n, pero no que se vaya con otro", manifiesta el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Enrique Echebur¨²a. "Frustraciones las tenemos todos pero, si el hombre est¨¢ muy acomplejado y le abandona la mujer, lo vive como una humillaci¨®n insuperable. Que en el trabajo le digan que la han visto con otro le hace perder el control, mejor matar que superar esa situaci¨®n".La venganza es m¨¢s propia del hombre, a?ade Stangeland. Y advierte: "Es vergonzoso: miles de mujeres que viven en alto riesgo y no las protege nadie. La v¨ªctima no pide la c¨¢rcel para el amenazador, sino protecci¨®n policial durante el proceso de separaci¨®n". Las denuncias "pueden ser contraproducentes. De hecho se retiran muchas porque, como la pena no tiene car¨¢cter disuasorio [el maltrato se considera infracci¨®n leve cuyas penas son multa o arresto domiciliario], encrespa m¨¢s a la otra persona", dice Echeburua. La recuperaci¨®n de un hombre con un abultado historial violento "es escasa". "El car¨¢cter prima sobre el nivel cultural y econ¨®mico. Aunque sea alguien con mucho dinero y prestigio no es capaz de actuar de otra forma en sus relaciones afectivas", concluye Stangeland.
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