Rosa Montero sostiene que a los 40 a?os "se descubre la mediocridad y la mezquindad"
En su nueva novela, 'La hija del can¨ªbal', narra una "iniciaci¨®n en la madurez"
Un fracaso inevitable acompa?ado de cambios f¨ªsicos y de ideales traicionados, la percepci¨®n de la fugacidad y de la propia muerte. Cual si se tratara de un diagn¨®stico, as¨ª define Rosa Montero las vivencias que marcan esa frontera de cumplir 40 a?os. "Se trata de otra pubertad", precisa, "en la que se descubre la mediocridad y la mezquindad". Luc¨ªa, una mujer de esa edad, flanqueada por tres hombres -un marido aburrido, un viejo anarquista y un joven m¨²sico- protagoniza La hija del can¨ªbal (Espasa), ¨²ltima novela de Montero y ganadora del Premio Primavera.
Una trama de novela negra, con un secuestro como punto de partida y la Espa?a de hoy como tel¨®n de fondo, sirven a Rosa Montero (Madrid, 1951) para trazar la encrucijada vital de una escritora de libros infantiles de 41 a?os. Las relaciones con los padres y el complejo de Edipo juegan un papel clave en la evoluci¨®n de la protagonista y, una vez m¨¢s, una mujer encarna la voz narrativa de esta novelista que debut¨® con Cr¨®nica del desamor y que ha compaginado la literatura con el periodismo desde hace dos d¨¦cadas. "Es cierto que la actitud de una hija que sabe que no va a ser madre jalona toda mi nueva novela", comenta Montero, "pero creo que las mujeres escritoras tenemos la obligaci¨®n de dar forma a nuestros mitos que son distintos de aquellos comunes con los hombres. Por ejemplo, la maternidad".Vivaracha y observadora, Rosa Montero habla con rapidez y con seguridad en un estilo que ella misma define como "verborrea" y con un trasfondo de pasi¨®n por la vida que parece contradecir su visi¨®n tan catastrofista del ingreso en la madurez. "A pesar de todo", subraya, "la vida merece la pena vivirse y lucharse, aunque la mayor¨ªa de seres humanos seamos tan poca cosa, tan miserables e insolidarios". Como contrapeso de ese desolado paisaje vital, la figura de un anarquista octogenario se agiganta en la novela y Montero lo explica as¨ª: "Siempre he sentido una debilidad rom¨¢ntica por el anarquismo, mejor dicho, por todos los viejos de la Rep¨²blica. Me parece gente maravillosa y me encanta su mirada sobre el mundo. Han sido maestros, aquellos que fueron por delante y han transmitido sabidur¨ªa que es lo ¨²nico que se puede ganar con, la edad y con el paso del tiempo".
Aunque situada en la Espa?a de la corrupci¨®n y de los esc¨¢ndalos, la escritora no ha pretendido un retrato realista. "El tono es m¨¢s bien de un cuento de hadas y de ogros, pero he huido de ce?irme a hechos concretos. Sin embargo, he de admitir que la realidad nos ha explotado en la cara en los ¨²ltimos a?os y a m¨ª me ha producido una inmensa tristeza. En esa sensaci¨®n no s¨®lo incluyo a los poderosos, sino tambi¨¦n a muchos ciudadanos que han perdido toda capacidad cr¨ªtica y que act¨²an como si fueran forofos de un equipo de f¨²tbol en lugar de personas pensantes".
Dos a?os de trabajo
Narrada a tres voces -primera y tercera persona, la protagonista; y primera persona, el anciano anarquista- Rosa Montero ha empleado m¨¢s de dos a?os en escribir La hija del can¨ªbal: "Durante un a?o tom¨¦ notas y notas hasta llenar varios cuadernos y despu¨¦s me sent¨¦ a la m¨¢quina durante otro a?o largo. Despu¨¦s, y cuando ya tengo un borrador m¨¢s o menos definido, suelo pasarlo a tres personas que considero grandes lectoras. Uno es Pablo, mi pareja, y las otras son dos amigas. Les pido que sean muy duros y la verdad es que las cr¨ªticas fundamentales las acepto y retoco el original".Desde la convicci¨®n de que el periodismo es un g¨¦nero literario Montero nunca ha querido abandonar el ejercicio de su profesi¨®n que ha desarrollado en EL PA?S desde su fundaci¨®n. Tras remarcar que muchos escritores cultivan varios g¨¦neros y que son raros los autores de un solo registro Montero declara: "Toda escritura significa un trabajo con la misma materia prima que son las palabras. En ese sentido el reporterismo supone un aprendizaje importante. Ahora bien, lo m¨¢s dif¨ªcil pasa por encontrar tiempo suficiente para dos dedicaciones que son muy absorbentes".
Con seis novelas a las espaldas, un libro de ensayos biogr¨¢ficos (Historias de mujeres), cuentos y recopilaciones de art¨ªculos Rosa Montero nunca hab¨ªa optado a un premio. "Ahora lo he hecho porque ten¨ªa mucha confianza en esta novela", cuenta la escritora, "y quer¨ªa que sonara fuerte. Por esa raz¨®n me present¨¦ a un premio, porque aseguro que la novela no quedar¨¢ aturdida entre tantas novedades editoriales como se publican todas las semanas".
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