El Gobierno palestino combatir¨¢ a los asesinos de quienes venden tierras a Israel
, Jerusal¨¦nTras una dura cr¨ªtica israel¨ª que compar¨® disposiciones palestinas con pr¨¢cticas del nazismo, el Gobierno palestino lanz¨® ayer su primera advertencia al misterioso escuadr¨®n de la muerte que asesin¨® a dos ¨¢rabes acusados de vender tierras a israel¨ªes. "Tenemos que defender las tierras palestinas, pero no podemos permitir que cierta gente se tome la justicia por su mano", dijo Ahmad Abdel Rahm¨¢n, secretario general del Gobierno de Arafat.
Sus palabras llevaron poco consuelo a los familiares de Farid Bashiti, el septuagenario palestino de Jerusal¨¦n ¨¢rabe fulminado de un martillazo en la nuca hace diez d¨ªas y cuyo cad¨¢ver fue sepultado el domingo por la noche en un lugar secreto tras un edicto musulm¨¢n que prohibe dar una tumba "a los infieles y traidores". Mientras Bashiti era enterrado en una fosa sin l¨¢pida en alg¨²n lugar del desierto cerca de Jerusal¨¦n, la polic¨ªa palestina descubr¨ªa en Ramala al cad¨¢ver de otro acusado de vender un terreno a jud¨ªos. Harbi Abu Sarah, de 64 a?os, fue asesinado de cuatro tiros en la cabeza.Sin condenar directamente las ejecuciones, Abdel Rahm¨¢n volvi¨® a desmentir acusaciones israel¨ªes de que agentes de los servicios de seguridad palestinos est¨¢n detr¨¢s de los cr¨ªmenes. Israel ha acusado al r¨¦gimen de Arafat de desencadenar la campa?a de asesinatos. EE UU ha condenado la muerte de Bashiti y Abu Sarah y defendido "el derecho de los palestinos a hacer negocios con Israel". Benjam¨ªn Netanyahu fue incluso mas all¨¢ cuando acus¨® al Gobierno palestino de emplear m¨¦todos reminiscentes del nazismo: "Es monstruoso emitir una ley que determina que todo aquel que haga negocios con Israel y venda sus tierras a los jud¨ªos sea ejecutado".
Se refer¨ªa a una reciente declaraci¨®n de ministro de Justicia palestino, Frei Abu Medein, quien dijo que vender tierras a los israel¨ªes es un crimen que merece la pena capital. Abu Medein es ahora el hombre que, a juicio de Israel, carga sobre sus espaldas la culpabilidad de los dos asesinatos.
En la casa de los Bashiti, en el Jerusal¨¦n ¨¢rabe, Qasem Bashiti, sobrino del muerto y portavoz de la familia, se preguntaba ayer si los dos asesinatos y el revuelo que han causado aportan alg¨²n sentido a lo que muchos nacionalistas palestinos describen como la guerra de las tierras. "Todo en esta tierra tiene un sentido pol¨ªtico. No hay respuestas ni claridad", dec¨ªa por la rendija de la puerta de metal de la casa donde Farid Bashiti los abuelos de ¨¦ste vivieron sin un solo precedente de muerte violenta. "Farid no fue un infiel, no fue un traidor, pero est¨¢ muerto y sepultado".
El estigma que ha ca¨ªdo sobre los Bashiti es triste y no necesariamente justo. Sus asesinos pasaron por alto a muchos otros palestinos respetables, pero con enchufe. "El que siempre paga los platos rotos es el hombre peque?o. A los poderosos que traicionan a Palestina no los toca ni Israel ni Dios", dec¨ªa apurando una copa de whisky un entristecido vecino de los Bashiti.
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