Un Gobierno con el que Europa puede entenderse
La Administraci¨®n laborista brit¨¢nica est¨¢ convencida de la interdependencia de los Estados europeos y sostiene la necesidad de aunar esfuerzos para conseguir juntos lo que no se consigue separados
Las elecciones brit¨¢nicas del 1 de mayo atrajeron un nivel de interes sin precedentes en todo el mundo. A s¨®lo seis semanas de la cumbre de Amsterdam, yo era consciente de la expectaci¨®n con la que Europa aguardaba el resultado.Se esperaba que una victoria laborista diese lugar a un Gobierno capaz de enterrar los enfrentamientos y divisiones del pasado reciente y de crear una relaci¨®n nueva y constructiva con sus socios. Pero hab¨ªa tambi¨¦n cierta cautela. ?Vendr¨ªa el cambio de tono acompa?ado de un cambio sustancial, o continuar¨ªa Gran Breta?a siendo el primo d¨ªscolo? Espero que despu¨¦s de tres semanas ya haya quedado claro que el de Tony Blair es un Gobierno con el que el resto de Europa pueda entenderse.
Nuestra estrategia se basa en principios claros. Cr¨¦emos en una Europa de Estados miembros interdependientes que a¨²nan sus esfuerzos para conseguir juntos lo que no pueden conseguir por separado. No queremos un superestado europeo, pero tampoco lo quieren la mayor¨ªa de los europeos.
Cuando nuestros intereses nacionales leg¨ªtimos est¨¦n en juego los defenderemos firmemente, como har¨ªa cualquier gobierno europeo. Pero no frustraremos las ambiciones de nuestros socios innecesariamente ni bloquearemos los acuerdos por el gusto de hacerlo. Por el contrario, llegaremos todo lo lejos que razonablemente podamos para encontrar puntos de acuerdo con los dem¨¢s. Ante todo, no consideramos la Uni¨®n Europea como una imposici¨®n inoportuna, sino como una empresa compartida cuyo ¨¦xito nos interesa, como europeos, tanto como al que m¨¢s.
La gente de toda Europa tiene hoy las mismas preocupaciones y se enfrenta a los mismos desaf¨ªos: encontrar un puesto de trabajo seguro, mantener a su familia a salvo de la delincuencia, crear un entorno decente en el que vivir. Estos problemas son demasiado graves como para que cualquier pa¨ªs europeo los aborde por su cuenta. Debemos trabajar juntos m¨¢s eficazmente para encontrar las respuestas.
Esa es la raz¨®n por la que queremos trabajar constructivamente como europeos para encontrar soluciones comunes a nuestros problemas.
El cap¨ªtulo social es un buen ejemplo. Pondremos fin a la exclusi¨®n que Gran Breta?a se ha autoimpuesto porque es conveniente que todos los empleados europeos compartan ciertos derechos laborales b¨¢sicos. Analizaremos con mucha atenci¨®n cualquier propuesta para una legislaci¨®n a este respecto com¨²n a toda Europa para asegurar que encontraremos un equilibrio entre la responsabilidad en lo social y eficacia econ¨®mica razonable para todos.
El nuevo Gobierno brit¨¢nico comparte tambi¨¦n el deseo de otros pa¨ªses europeos de progresar en los trabajos de la Conferencia Intergubernamental para reformar el funcionamiento de la Uni¨®n. Queremos consolidar la dimensi¨®n medioambiental del Tratado e integrarla en todas las pol¨ªticas de la Uni¨®n; atajar la contaminaci¨®n deber¨ªa ser una tarea preventiva.
Queremos intensificar el papel de la Uni¨®n en la protecci¨®n de los derechos b¨¢sicos de los ciudadanos, especialmente con vistas a la ampliaci¨®n. Queremos que la Uni¨®n contribuya m¨¢s eficazmente a la lucha contra el desempleo a trav¨¦s de la coordinaci¨®n de medidas destinadas a fomentar la competitividad.
Y queremos que la Uni¨®n sea m¨¢s eficaz y responsable ampliando el uso del voto mayoritario en algunos campos, reforzando el papel del Parlamento Europeo y garantizando una mayor transparencia en la toma de decisiones.
Incluso en ¨¦l caso de temas delicados que implican negociaciones dif¨ªciles, se pueden encontrar soluciones si el ambiente es constructivo y tolerante. Por ejemplo, ya falta menos para llegar a un acuerdo en la cuesti¨®n de los controles fronterizos. Reconocemos el deseo de los pa¨ªses del continente con fronteras terrestres de eliminar los controles fronterizos entre ellos y nos damos cuenta de que esto puede ser un paso acertado y en sinton¨ªa con sus necesidades.
Sin embargo, por ser una isla, para el Reino Unido tiene m¨¢s sentido controlar la inmigraci¨®n ilegal y el contrabando en los puntos de entrada. Eso nos permite mantener un ambiente de seguridad interna m¨¢s libre sin que nuestros ciudadanos necesiten llevar encima su documentaci¨®n. En la conferencia intergubemamental tenemos que llegar a un resultado que nos permita mantener estos controles. Ahora hay un entendimiento mutuo mucho mayor en estos asuntos, lo que deber¨ªa permitimos progresar.
Lo mismo ocurre en defensa. Durante mucho a?os, el Reino Unido ha gastado una proporci¨®n relativamente alta de sus ingresos en defensa. Hemos enviado nuestras fuerzas militares a todo el mundo. La principal lecci¨®n que hemos aprendido es que, en un conflicto, lo que cuenta no es el montaje institucional, sino la experiencia, el equipamiento y la direcci¨®n. Al igual que nuestros socios, estamos firmemente a favor de mejorar la cooperaci¨®n europea en defensa en ¨¢reas como el mantenimiento de la paz y la intervenci¨®n en situaciones de crisis, pero queremos que la OTAN siga siendo el centro de nuestra defensa colectiva frente a la amenaza de guerra.
En lo relativo a la pol¨ªtica exterior, Gran Breta?a todav¨ªa tiene importantes intereses en todo el globo. Y no somos los ¨²nicos. En otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea tambi¨¦n hay cuestiones de pol¨ªtica exterior que suscitan fuertes pasiones, tales como las relaciones con las antiguas colonias o el abuso en el campo de los derechos humanos. Queremos elaborar una pol¨ªtica exterior y de seguridad verdaderamente com¨²n. Por eso seguiremos favoreciendo la unanimidad a la hora de tomar decisiones en pol¨ªtica exterior al mismo tiempo que trabajaremos con la Uni¨®n Europea para hacer que su contribuci¨®n sea m¨¢s eficaz en este campo. Todav¨ªa quedan algunas negociaciones dif¨ªciles. La diferencia es que nuestra estrategia no consistir¨¢ simplemente en decir no, sino en trabajar para encontrar soluciones, alternativas y compromisos aceptables para todos.
La elecci¨®n de un nuevo Gobierno brit¨¢nico con una representaci¨®n arrolladora brinda la oportunidad para trabajar ilusionados en una nueva etapa en Europa. Los electores que pusieron su confianza en los laboristas el 1 de mayo votaron para rechazar la eurofobia del Partido Conservador y elegir un Gobierno capaz de contribuir positivamente al desarrollo de la Uni¨®n Europea.
Al colaborar con nuestros socios pretendemos crear una Europa que refleje las aspiraciones de todos nuestros pueblos haciendo que la Uni¨®n sea m¨¢s abierta y democr¨¢tica, esforz¨¢ndonos m¨¢s en crear puestos de trabajo y mejorar el medio ambiente, y abriendo las puertas a nuevos Estados miembros. Estos objetivos son realistas porque el nuevo Gobierno brit¨¢nico ve Europa como una oportunidad, no como una amenaza.
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