El legado de ?rculo a Cardenal

El nuevo fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal, tendr¨¢ que encarar a lo largo de las pr¨®ximas semanas los numerosos asuntos que su predecesor en el cargo, Juan Ces¨¢reo Ortiz ?rculo, abord¨®, enred¨® y fue incapaz de cerrar durante su mandato, el m¨¢s breve del ¨²ltimo medio siglo.Cardenal hereda de Urculo la crisis de la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, que el destituido fiscal general, con su falta de autoridad sobre el grupo de fiscales conocidos como los indomables, propag¨® hasta l¨ªmites insospechados.

A Cardenal tambi¨¦n le esperan momentos de alta tensi¨®n con los procesos que se avecinan: el juicio a los dirigentes de Herri Batasuna (HB) por el v¨ªdeo electoral de ETA; el del caso Filesa, sobre la presunta financiaci¨®n ilegal del PSOE; el de Luis Rold¨¢n, ex director de la Guardia Civil, o el relativo al secuestro de Segundo Marey, unido a la marcha de los dem¨¢s sumarios abiertos sobre los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL).

El cat¨¢logo de los problemas que se le amontonan en la mesa de su despacho a Cardenal lleva, entre otros, los enunciados siguientes:

El traslado o no de la fiscal Mar¨ªa Dolores M¨¢rquez de Prado. Al aceptar a tr¨¢mite su recurso, la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional ha evitado a Jes¨²s Cardenal tener que pronunciarse sobre el traslado inmediato de esta pol¨¦mica funcionaria. Pero, si el tribunal resuelve finalmente ejecutarlo, Cardenal tendr¨¢ que decidir a d¨®nde la env¨ªa. Y, si el tribunal lo suspende y deja que M¨¢rquez de Prado contin¨²e en la Audiencia, las inquietudes de Cardenal apenas habr¨¢n comenzado, teniendo en cuenta que el grupo de M¨¢rquez ya ha conseguido liquidar a un fiscal jefe, Jos¨¦ Aranda,y a otro fiscal general, Ortiz ?rculo.

Cardenal tendr¨¢ que decidir adem¨¢s cu¨¢ndo empieza el fiscal Ignacio Gordillo su mes de suspensi¨®n de empleo y sueldo si esta sanci¨®n es confirmada por la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante.

La vacante del fiscal jefe. Ortiz ?rculo impuso al Consejo Fiscal el fulminante traslado del fiscal jefe, Jos¨¦ Aranda, con la promesa de que su sustituci¨®n ser¨ªa "cuesti¨®n de d¨ªas". Cinco meses despu¨¦s, el traslado fulminante le lleg¨® a ¨¦l, que ha pasado de fiscal general a fiscal ped¨¢neo del Tribunal Constitucional, al verse desbordado por una crisis que ¨¦l mismo propici¨® con su incapacidad para cubrir la vacante de Aranda.

Al puesto concurren tres candidatos:

Eduardo Fungairi?o, erigido en el ayatol¨¢ del grupo de los indomables, se ha olvidado del ¨®rdago que ech¨® al anterior fiscal general al afirmar ante los medios informativos que no se presentar¨ªa al cargo si era sancionado. Para ¨¦l, sin embargo, una multa de 50.000 pesetas por saber cometido a "falta grave" el ejercicio de s funciones al ocultar un dictamen pericial en el sumario por el fallido atentado de ETA contra Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es quiparable a una "multa de tr¨¢fico".

Adem¨¢s, Fungairi?o es la opci¨®n predilecta del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, quien, seg¨²n fuentes fiscales, ni se molesta ya en disimular sus gestiones en favor de ¨¦l. Pero Fungairi?o no cuenta en principio con el favor del Consejo Fiscal, en el que no obtuvo ni un solo voto cuando se present¨® frente a Luis Poyatos.

El fiscal jefe de Madrid, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, considerado pr¨®ximo al PSOE, ser¨ªa el m¨¢s id¨®neo, por experiencia de mando y firmeza de car¨¢cter, para acabar con las sublevaciones en la fiscal¨ªa m¨¢s problem¨¢tica de Espa?a, seg¨²n reconocen fiscales de las dos asociaciones. No obstante, casi total en las filas del PP tras el papel desempe?ado por la Fiscal¨ªa de Madrid en el caso de la incineradora de Valdeming¨®mez y por la querella interpuesta contra la que luego ser¨ªa ministra de Educaci¨®n, Esperanza Aguirre.

As¨ª, pues, sus posibilidades son escasas, tirando a nulas, pero su candidatura lleg¨® a tomar cuerpo cuando era patente que Mariscal de Gante planeaba dejar sin efecto el traslado de M¨¢rquez de Prado, reclamado por el Consejo Fiscal.

Francisco Javier Cebri¨¢n Bad¨ªa, fiscal del Tribunal Supremo, aun sin suscitar grandes entusiasmos, parece ser el candidato de consenso entre todas las tendencias. Moderadamente progresista y de car¨¢cter afable, no cuenta con experiencia de mando y ni siquiera con la baja de M¨¢rquez, si finalmente se produce, lo tendr¨¢ f¨¢cil frente a los indomables.

Tambi¨¦n cabe que el Consejo Fiscal deje el concurso desierto y se convoque un nuevo plazo de presentaci¨®n de candidaturas.

El vac¨ªo en la Fiscal¨ªa Antidroga. Otro ejemplo de la aciaga etapa de Ortiz ?rculo es que esta fiscal¨ªa lleve sin cubrirse desde finales de 1996, aunque, a diferencia de la de la Audiencia Nacional, el asunto apenas ha trascendido por la inexistencia de problemas entre la plantilla.

La principal preocupaci¨®n de su jefe en funciones, Javier Zaragoza, es la marcha de los asuntos de narcotr¨¢fico en el juzgado central de Javier G¨®mez de Lia?o y algunas actuaciones de este juez, como la puesta en libertad del capo de la Camorra napolitana Nunzio de Falco o el intento de archivar de un plumazo centenar y medio de sumarios sobre el tr¨¢fico de droga.

La vacante de la Fiscal¨ªa Antidroga fue pedida por el defenestrado Aranda. Se da la circunstancia de que, al tener que estar servida por un fiscal de sala y estar tasado en 14 el n¨²mero de ¨¦stos, el ¨²nico disponible por ahora es precisamente el propio Aranda, al que Ortiz ?rculo no tenia ninguna intenci¨®n de nombrar pese a que habr¨ªa sido bien recibido por los antidroga.

La otra posibilidad es esperar a la jubilaci¨®n de alguno de los que son en la actualidad fiscales de Sala.

Las relaciones con el Tribunal Supremo. Jes¨²s Cardenal tambi¨¦n tendr¨¢ que recomponer las maltrechas relaciones de la Fiscal¨ªa del Estado con el Tribunal Supremo. Ortiz ?rculo se cuid¨® de sembrar sobre ellas abundantes estropicios, como la c¨¦lebre llamada al presidente de la Sala Segunda en plena deliberaci¨®n sobre la inculpaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez en el caso GAL o el infantil estira y afloja sobre su lugar de asiento en las ceremonias oficiales.

Adem¨¢s, el ministerio fiscal sufri¨® un serio rev¨¦s por el intento de ?rculo de impugnar ante el Tribunal Constitucional el auto de apertura de juicio oral del caso Filesa dictado por el Supremo, lo que, de ser admitido a tr¨¢mite, habr¨ªa supuesto mantenerlo abierto durante al menos otro par de a?os.