La ley que define las competencias locales se atasca en Madrid y avanza en Barcelona

Consenso entre los grupos municipales de Barcelona para constituir su Carta Municipal frente al desencuentro ante la Ley de Capitalidad entre los representantes del PP en Madrid. Los textos que han de reflejar la singularidad de ambas capitales (definiendo sus competencias e ingresos especiales) van por caminos diferentes. Mientras los partidos representados en el pleno barcelon¨¦s (PSC, PP, CiU, IU-EV y Mixto) llegaron hace dos semanas a un acuerdo sobre su Carta Municipal, en Madrid el proyecto de Ley de Capitalidad lleva un a?o durmiendo en un caj¨®n del alcalde.

En Barcelona, tras 10 a?os de tiras y aflojas, todos hubieron de ceder en alguna de sus aspiraciones, pero han conseguido entregar al Gobierno de la Generalitat un texto de 189 art¨ªculos que deber¨¢ servir como base al documento definitivo que deber¨¢ aprobar (tras su paso por el pleno municipal) el Parlamento catal¨¢n y luego el Congreso de los Diputados. Tanto la capital catalana como la madrile?a tienen derecho a un r¨¦gimen especial por sus especiales caracter¨ªsticas desde 1957. Pero las leyes correspondientes promulgadas bajo la dictadura franquista no han sido de momento sustituidas por otras ya constitucionales."En Madrid somos especiales", zanj¨® el alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano el martes pasado cuando se le pregunt¨® su opini¨®n sobre el acuerdo de Barcelona. El borrador del proyecto de Ley de Capitalidad, con 35 art¨ªculos, que le ha enviado la Administraci¨®n regional lleva casi un a?o en su caj¨®n. "Soy responsable de no contestar", asume.

Por su parte, el consejero de Presidencia, Jes¨²s Pedroche, suscribe el Madrid is different del alcalde. Pero a?ade que siente "envidia sana" por el consenso a que han llegado los pol¨ªticos barceloneses: "Un mecanismo negociador ejemplar".

Pedroche reconoce que la Ley de capitalidad est¨¢ "absolutamente parada". Le envi¨® el borrador al alcalde en junio pasado. Sin embargo, espera que al fin esta legislatura d¨¦ a luz, tras 14 a?os, una ley cuya elaboraci¨®n prev¨¦ el estatuto de autonom¨ªa de la Comunidad.

"Cualquier modificaci¨®n, cualquier sugerencia del Ayuntamiento se va a aceptar..., menos la cesi¨®n de competencias urban¨ªsticas", afirma Pedroche. Pero el alcalde no quiere una ley sin ellas.

En los 30 folios de que consta el borrador de la ley, adem¨¢s de otorgar al alcalde de Madrid el tratamiento vitalicio de "excelencia", se crea la figura del director de ¨¢rea, incompatible con la condici¨®n de concejal. Tal figura permite fichar a t¨¦cnicos para dirigir las ¨¢reas.

Tambi¨¦n se crea un consejo de capitalidad (integrado por los presidentes de los Gobiernos estatal, regional y el alcalde). Este triunvirato tiene que resolver los conflictos entre las administraciones, coordinar el ejercicio de las competencias, determinar programas sectoriales de actuaci¨®n entre ellas y determinar la cuant¨ªa de la compensaci¨®n que recibir¨¢ el municipio por ser capital del Estado. ?sta se determinar¨¢, en principio, cada cuatro a?os.

Pero la ley no dice ni una palabra sobre la "justicia municipal" o la gesti¨®n conjunta de determinados servicios como ha acordado Barcelona. En el texto aprobado por los cinco grupos pol¨ªticos catalanes se establece, entre otras cosas, que el municipio participar¨¢ en la gesti¨®n del puerto y el aeropuerto y compartir¨¢ con la Generalitat mediante consorcios, las responsabilidades en vivienda, servicios sociales, cultura y educaci¨®n. Adem¨¢s, han pactado solicitar el 5% del IVA recaudado en la ciudad y el 10% del impuesto de hidrocarburos.

Jueces municipales

Se crean, adem¨¢s, jueces municipales que resolver¨¢n litigios vecinales y peque?os delitos. Con respecto al urbanismo, tambi¨¦n caballo de batalla entre el Ayuntamiento catal¨¢n y la Generalitat, los representantes municipales proponen crear un organismo paritario entre ambas administraciones que dar¨¢ el visto bueno a todos los proyectos que modifiquen el Plan General. En el resto, el Ayuntamiento ser¨¢ aut¨®nomo. Hasta ahora, Barcelona depend¨ªa en muchos m¨¢s asuntos de la Generalitat que Madrid de la Comunidad.Pedroche reconoce que en el Urbanismo reside una "parte importante del poder" pol¨ªtico que puede ejercer la Comunidad. Y no quieren cederlo. Hist¨®ricamente, las peleas entre ambos Gobiernos madrile?os se han referido b¨¢sicamente a problemas urban¨ªsticos: el crecimiento (los nuevos barrios), de terminadas carreteras (por ejemplo, la M 40 a su paso por el monte del Pardo o la M 45 en Vallecas) o a determinados aspectos del Plan General. Con la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que anula buena parte de los art¨ªculos de la Ley del Suelo, las comunidades aut¨®nomas ganan competencias frente a la Administraci¨®n central. El Gobierno esta tal enviar¨¢ en breve al Parlamento su proyecto de nueva Ley del Suelo. "A ver qu¨¦ ley saca el Gobierno y c¨®mo deja las competencias", dice el alcalde. Pedroche, por el contrario, considera que esa sentencia "despeja el camino": "El alcalde no va a reclamar las competencias urban¨ªsticas despu¨¦s de la sentencia del Constitucional".

La oposici¨®n en el Ayunta miento no conoce el borrador. "No hay peor cu?a que la de la misma madera", sentencia Paco Herrera, de IU, en relaci¨®n a las disputas entre las administraciones del PP. "Pasaba lo mismo entre Barranco y Leguina", a?ade. Juan Barranco, del PSOE, aboga por un consenso en el seno de los partidos pol¨ªticos. "No puede ser que luego, en el Congreso, te tumben la ley", dice el ex alcalde.