Catalu?a abre el camino

I. G. M. Un temor flota en todos los sectores industriales afectados por la entrada en vigor de la primera fase de la directiva IPPC -las grandes instalaciones-; que cada autonom¨ªa fije por su cuenta unos l¨ªmites de emisi¨®n.

En los dos foros celebrados en Madrid d¨ªas atr¨¢s sobre esta materia, el organizado por la Fundaci¨®n Entorno o el del Instituto de Empresa en colaboraci¨®n con Environment, Transport & Planning, ha sido un¨¢nime la petici¨®n de los industriales para que el Gobierno coordine con las autonom¨ªas la fijaci¨®n de unos l¨ªmites comunes.

De no ser as¨ª se producir¨ªan desplazamientos de industrias a territorios donde se haga la vista gorda. Pere Mac¨ªas, Consejero de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalu?a, aseguraba que ser¨ªa deseable esa uniformidad. Su departamento es el que m¨¢s ha avanzado en Espa?a en la transposici¨®n de la IPCC. Tanto es as¨ª que sus documentos sirven de referencia al propio Ministerio de Medio Ambiente, muy infradotado para poder abordar la tarea que le compete.

El parlamento catal¨¢n se dispone a aprobar una ley reguladora de la intervenci¨®n integral de la administraci¨®n ambiental con la IPPC como referencia. Tras negociar con los ayuntamientos y las comarcas, la Generalitat de Catalu?a ha dispuesto que las licencias de las actividades industriales del anexo I de la directiva (un 2%) se tramiten en seis meses; las de contaminaci¨®n moderada (20%) en las comarcales y ara las de baja contaminaci¨®n (78%) basta con informar a los ayuntamientos.

El Pa¨ªs Vasco lo tiene m¨¢s duro. La carga contaminante e su industria es suerior. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente que dirige Patxi Ormaz¨¢bal, ha avanzado la publicaci¨®n de gu¨ªas t¨¦cnicas y tres libros blancos para ofrecer una aproximaci¨®n del reto vasco ante los compromisos de la IPPC.