Rusia desmantelar¨¢ los misiles dirigidos a Europa

Solemne, la paz estall¨® ayer en Par¨ªs. Fue en el momento m¨¢s inesperado. Los jefes de Estado o de Gobierno de la Alianza Atl¨¢ntica y el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, hab¨ªan estampado ya su firma bajo el Acta que rubrica el entierro de la posguerra fr¨ªa. Bill Clinton acaba su discurso. Justo en ese momento, Yeltsin prometi¨® el total desmantelamiento de las armas nucleares rusas que apuntan a Europa. De repente, el Acta tom¨® cuerpo.
Yeltsin desvencij¨® el augurio de que la cumbre especial Rusia OTAN, ser¨ªa s¨®lo fasto. Lo hizo a lo grande. Interrumpi¨® el protocolo, pues ya hab¨ªa le¨ªdo su discurso. Tras hablar Clinton, pidi¨® por segunda vez la palabra al secretario general de la OTAN, Javier Solana. Y la us¨®, sucinto, con aire de improvisar, pero con monumental resultado. "He tomado una decisi¨®n muy importante. Todas las armas que tenemos orientadas hacia los pa¨ªses aqu¨ª presentes ser¨¢n desmanteladas. Las ojivas [cabezas] nucleares ser¨¢n desmanteladas. Me hab¨¦is entendido bien".Una salva de aplausos le puso broche. Enseguida, cundi¨® una retah¨ªla de interrogantes. Su portavoz, Serguei Yastrzhembski, le matiz¨®, asegur¨® que no desmantelar¨ªa los misiles, sino que s¨®lo les cambiar¨ªa la orientaci¨®n, para que no apuntasen a Europa. Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, se dijo sorprendido y se escurri¨®, alegando que el Tratado START-II ya prev¨¦ desactivar las armas nucleares. M¨¢s feliz, el portavoz de la OTAN, Jaimie Shea, dio la "bienvenida" al anuncio, "que traduce el esp¨ªritu que busc¨¢bamos con el Acta", pero "habr¨¢ que conocer los detalles", una "excelente tarea para el Consejo Conjunto Permanente" creado entre Rusia y la OTAN.Fue en el almuerzo de los l¨ªderes, cuando Yeltsin concret¨®. La propuesta, explicit¨®, tiene dos fases. "En la primera fase, inminente, dejaremos de apuntar hacia Europa; la segunda supondr¨¢ el desmantelamiento y la eliminaci¨®n de todas las cabezas nucleares", seg¨²n relat¨® Solana. El presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, confirm¨® esa declaraci¨®n, que todos hab¨ªan "ratificado con brindis y aplausos".
El inesperado compromiso ruso, adoptado sin condicionarlo a contrapartidas, "es la consecuencia m¨¢s espl¨¦ndida del proceso que hemos iniciado, supone un gran paso para el desarme nuclear mundial, y empieza a dotar de contenido el Acta", valor¨® el secretario general de la Alianza. Demostraba as¨ª el inter¨¦s aliado porque Mosc¨² se ilusione con esta nueva asociaci¨®n a la OTAN y no repita su adscripci¨®n s¨®lo formal a la Asociaci¨®n por la Paz. Porque "la mejor ¨®pera no es nada hasta que empieza" ilustr¨® Shea.10.000 misiles t¨¢cticos
No exageraban. Rusia posee hoy 6.000 armas nucleares estrat¨¦gicas o de largo alcance, intercontinental, capaces de acertar a m¨¢s de 3.000 kil¨®metros. Y dispone de unos 10.000 misiles t¨¢cticos o de teatro, que apuntan a m¨¢s de 300 kil¨®metros y menos de 3.000: son las que amenazan a Europa. La OTAN como tal no tiene misiles intercontinentales (s¨ª disponen de ellos EE UU, Francia y el Reino Unido), y s¨®lo "algunos centenares" t¨¢cticos, frente a los 7.000 que acumulaba hace pocos a?os.Pues bien, EE UU focalizaba ayer el asunto en el START-II, reiteraba que s¨®lo negociar¨¢ el START-III cuando la Duma ratifique el primero y recordaba que impone complejas verificaciones del desmantelamiento. Pero ese tratado s¨®lo liga a Mosc¨² y Washington y s¨®lo cubre el desarme nuclear intercontinental. Europa sigue estando a merced de los ingenios nucleares de corto alcance. As¨ª, es la m¨¢s beneficiada por el compron¨²so de Yeltsin con "todos los pa¨ªses aqu¨ª presentes". Se comprende entonces el entusiasmo general. Lleg¨® hasta la sala de prensa. Un periodista dan¨¦s y otro alem¨¢n, m¨¢s angustiados por esa cuesti¨®n que los procedentes de la lejana Espa?a, apenas lograban en un rinc¨®n contener sus l¨¢grimas. Sudaban emoci¨®n.
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