Arnaud Montebourg, el hombre que hizo caer a Alain Jupp¨¦
El abogado que denunci¨® la corrupci¨®n parisina intenta convertirse en diputado socialista
"Si ganamos ser¨¢ gracias a esa banda de imb¨¦ciles que tenemos enfrente". As¨ª de radical se muestra Julian Dray, diputado y l¨ªder del ala izquierda del Partido Socialista (PS). Pero esos supuestos "imb¨¦ciles", adem¨¢s de convocar elecciones a destiempo, antes han tenido que cometer errores importantes para que los electores acepten el calificativo con que Dray se despacha. En ese sentido, Arnaud Montebourg, probable diputado por la sexta circunscripci¨®n de la regi¨®n Saone-et-Loire es el hombre clave. Y la corrupci¨®n, el elemento que explica su ¨¦xito inesperado.En 1995, cuando Alain Jupp¨¦ fue nombrado primer ministro, el 60% de los franceses lo celebr¨®. Tres meses m¨¢s tarde s¨®lo un 25% aprobaba la gesti¨®n de quien el presidente de la Rep¨²blica hab¨ªa definido como "el mejor de entre los nuestros". ?Qu¨¦ hab¨ªa pasado? Sencillamente, que Arnaud Montebourgl en nombre de la Asociaci¨®n de Defensa de los Contribuyentes, hab¨ªa llevado a Jupp¨¦ ante la fiscal¨ªa del Estado. El primer ministro viv¨ªa, desde hac¨ªa a?os, en un HLM (vivienda p¨²blica de alquiler reducido). Y no s¨®lo ¨¦l: su ex mujer y su hijo tambi¨¦n pagaban por sus estupendos pisos la mitad de los precios vigentes en el mercado.
Jupp¨¦, que ya hab¨ªa visto c¨®mo su caso aparec¨ªa en la prensa, no comprendi¨® que estaba ante un salto cualitativo que Montebourg explica as¨ª: "Hasta entonces, la derecha pechaba con el moment¨¢neo descr¨¦dito que les pod¨ªa comportar la informaci¨®n libre de Le Canard Encha?n¨¦ pero Jupp¨¦ no se dio cuenta de que yo cambiaba la calificaci¨®n del caso. Ya no estaba ante una simple noticia desagradable, sino ante la fiscal¨ªa del Estado. Al final, tuvo que dejar el apartamento".
"En Par¨ªs, el caso Jupp¨¦ hizo que la gente se fijara m¨¢s en la gesti¨®n del alcalde Jean Tiberi y en la anterior de Jacques Chirac. La justicia no ha podido ir hasta el final. El ministro de Justicia ha impedido investigar", se?ala Montebourg.
Los socialistas no cre¨ªan que el discurso anti corrupci¨®n fuese eficaz, pero Montebourg les ha demostrado lo contrario. Para ¨¦l, "no acabar con la corrupci¨®n es alimentar el Frente Nacional".
Montebourg milit¨® en el PS entre 1990 y 1992. Le decepcion¨® descubrir la parte oscura del mitterrandismo.
"Volv¨ª a afiliarme en 1996 porque Jospin es un hombre honesto".
Unos 120 millones de francos (3.000 millones de pesetas) se han evaporado estos a?os en comisiones ocultas ganadas por el Ayuntamiento de Par¨ªs. "Entre 40 y 50 de esos millones han circulado por el Arab Bank, un banco vinculado a Rafic Hariri, el multimillonario primer ministro liban¨¦s prosirio, gran amigo de Chirac. El jefe del espionaje pol¨ªtico ha destruido algunas de las pruebas, pero no les servir¨¢ de nada. La prometida y aplazada reforma de la justicia ya no la har¨¢ Chirac, sino los socialistas".
En Loulians su rival le acusa de "parisinismo" y sobre todo, de que hoy se case con "la se?orita condesa Hortense de la Briffe, hija del banquero de igual nombre y nieta del acad¨¦mico Jacques de Lacretelle". Montebourg se r¨ªe y a?ade: "?Y no dice que Hortense milita en la UDF [coalici¨®n liberal] y trabaja en el Ministerio de Cultura!".
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