Garz¨®n hall¨® en la celda de Perote el documento con el que Conde chantaje¨® al Gobierno socialista

Como en las novelas de esp¨ªas, todas las piezas acaban encajando. El documento del que se incaut¨® el juez Garz¨®n en la celda de Perote en febrero de 1996, y que sirvi¨® para forzar la desclasificaci¨®n de los papeles del Cesid, es el mismo que un a?o antes utiliz¨® el abogado de Mario Conde, Jes¨²s Santaella, para chantajear al Gobierno socialista. Con la salida a la luz de este documento, incluido en el sumario del caso O?ederra, hasta ahora secreto, se cierra el c¨ªrculo.

Seg¨²n revel¨® Ernesto Ekaizer en su libro Vendetta, publicado en junio del a?o pasado, el abogado Jes¨²s Santaella se reuni¨® el 23 de abril de 1995 con el ex ministro Jos¨¦ Barrionuevo para entregarle lo que el periodista bautiz¨® como. documento de los horrores, una versi¨®n de la historia de los GAL basada en los papeles que el coronel Juan Alberto Perote se llev¨® del Cesid.Este documento, que Santaella mostr¨® tambi¨¦n al ex presidente Adolfo Su¨¢rez, entre otros, le sirvi¨® de llave para entrar en La Moncloa y reunirse, el 23 de junio de 1995, con Felipe Gonz¨¢lez, en presencia del ministro Juan Alberto Belloch.

Santaella pidi¨® una soluci¨®n para los problemas judiciales de su cliente, el ex banquero Mario Conde, y una indemnizaci¨®n de 14.000 millones de pesetas por la intervenci¨®n de Banesto, a cambio de comprometerse a evitar la difusi¨®n de los papeles del Cesid. No hubo acuerdo y dichos papeles empezaron a publicarse puntualmente en el diario El Mundo.

El documento entregado por Santaella a Barrionuevo en abril de 1995 cay¨® en el olvido, sin que jam¨¢s haya trascendido, m¨¢s que a trav¨¦s de referencias, su contenido. Al menos hasta hoy, ya que ese mismo texto forma parte del sumario del caso O?ederra, en el que se investigan los primeros atentados de los GAL,, sobre el que el juez Garz¨®n ha levantado recientemente el secreto.

En efecto, el documento de los horrores no es otra cosa que el ¨²ltimo cap¨ªtulo, el n¨²mero 10, del relato que Garz¨®n incaut¨® el 8 de febrero de 1996. en la celda que el coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupaci¨®n Operativa del servicio secreto, ocupaba en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Este relato, salpicado con las transcripciones de los papeles del Cesid, sirvi¨® a Garz¨®n para reclamar, y finalmente lograr, su desclasificaci¨®n.

El documento de los horrores es de autor an¨®nimo. Perote, que asegura haberlo recibido en su celda de manos de un pariente, no ha asumido su paternidad y ha cuestionado incluso la veracidad de alguno de los hechos que relata. Desde luego, una de las afirmaciones que contiene el texto es rigurosamente falsa: el 28 de septiembre de 1983 no fue viernes, sino mi¨¦rcoles, como puede comprobarse acudiendo a un calendario.

El documento, adem¨¢s, no lleva unido "en cuerda floja" (expresi¨®n leguleya que sugiere la pluma de determinado letrado) uno de los sellos de los GAL que supuestamente se elaboraron en el Cesid, ni tampoco se adjunta al texto la cinta de una conversaci¨®n entre Perote y el agente G¨®mez Nieto en la que ¨¦ste describe la muerte de Lasa y Zabala.

No obstante, estas afirmaciones, m¨¢s que mentiras, parecen amenazas. Como la frase que figura al Final del escrito: "Los documentos [del Cesid] son definitivos en el terreno pol¨ªtico y parece que tambi¨¦n en el terreno penal, al menos en relaci¨®n con determinadas personas".