lgnacio Bosque ocupa el sill¨®n "t" de la Academia
El ling¨¹ista rinde homenaje a la "b¨²squeda infinita" del gram¨¢tico Salvador Fern¨¢ndez
El catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Ignacio Bosque Mu?oz, de 45 a?os, tom¨® ayer posesi¨®n del sill¨®n t -de nueva creaci¨®n- de la Real Acadernia Espa?ola. Su discurso fue en realidad un homenaje: a la obra y la figura de Salvador Fern¨¢ndez Ram¨ªrez. Este gram¨¢tico y acad¨¦mico trabaj¨® 5 a?os -en la sombra y la soledad m¨¢s absolutas- en su monumental Gram¨¢tica Espa?ola. Y aunque edit¨® una parte en 1951-y fue una edici¨®n muy admirada en la Universidad, seg¨²n record¨® el Ill¨®sofo Emilio LLed¨® al responder al nuevo acad¨¦mico-, nunca la lleg¨® a considerar conclu¨ªda. "Siempre dijo que era demasiado tosca, demasiado provisional, que necesitaba m¨¢s tiempo para acabarla", se?al¨® Bosque. "Se muri¨® sin hacerlo -porque la suya, como la de todo cient¨ªfico, era una b¨²squeda infinita-, pero el legado que dej¨® es de una riqueza enorme".
Juan Luis Cebri¨¢n y Domingo Yndur¨¢in, los dos ¨²ltimos acad¨¦micos en tomar posesi¨®n de su sill¨®n en la RAE, acompa?aron, como manda el protocolo, al nuevo miembro de la Academia hasta el estrado. Ignacio Bosque, catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Espa?ola en la Universidad Complutense de Madrid, hab¨ªa sido propuesto para la plaza por el fil¨®sofo Emilio Lled¨®, el escritor Carlos Bouso?o y el secretario de la RAE, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha. Asistieron adem¨¢s al acto unos veinte acad¨¦micos, entre ellos el presidente Fernando L¨¢zaro Carreter, Pedro La¨ªn Entralgo, Francisco Ayala, Claudio Rodr¨ªguez, y el miembro electo Luis Mar¨ªa Ans¨®n.Ignacio Bosque (Hell¨ªn, Albacete, 1951) estudi¨® en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y en la de Berkeley (California) y es autor de varios libros y art¨ªculos sobre diversos aspectos de la gram¨¢tica espa?ola: la negaci¨®n, el modo, la subordinaci¨®n, la adjetivaci¨®n, la determinaci¨®n, la interrogaci¨®n, el aspecto, la coordinaci¨®n o la an¨¢fora.
Pequeflos detalles
Gram¨¢tico "de los peque?os detalles", seg¨²n confes¨® por la ma?ana en su casa de Aravaca (Madrid), Bosque debe esa parte de su actividad ling¨¹istica a Salvador Fern¨¢ndez Ram¨ªrez, semiolvidado y poco reconocido gram¨¢tico espa?ol al que dedic¨® su discurso de ingreso, titulado La b¨²squeda infinita. Sobre la visi¨®n de la gram¨¢tica en Salvador Fern¨¢ndez.
Miembro de la RAE durante 23 a?os, "Fern¨¢ndez fue un hombre honrado, modesto, laborioso e intuitivo, uno de los gram¨¢ticos m¨¢s notables que ha tenido la lengua espa?ola desde Antonio de Nebrija". Bosque habl¨® de los aspectos m¨¢s innovadores de su obra, cit¨® a los autores que influyen en ella, glos¨® su concepci¨®n del an¨¢lisis gramatical y, las diferencias que existen entre las formas de entender la investigaci¨®n gramatical en su tiempo (desde la d¨¦cada de los 40) y el nuestro.
El nuevo acad¨¦mico razon¨® as¨ª su homenaje al maestro que nunca trat¨® y al que s¨®lo conoci¨® por sus escritos ingentes -su archivo in¨¦dito consta de m¨¢s de 120.000 fichas, que hoy Bosque est¨¢ ordenando y publicando junto al fil¨®logo inform¨¢tico Jos¨¦ Antonio M¨ªll¨¢n-: "Por encima de las escuelas, las corrientes y los sistemas terminol¨®gicos y conceptuales est¨¢n las actitudes; est¨¢n las preguntas sobre las unidades gramaticales formuladas en el momento adecuado; est¨¢n las conexiones inesperadas que se vislumbran entre las palabras; est¨¢ la intuici¨®n que abre la puerta al an¨¢lisis m¨¢s elaborado; ( ... ) est¨¢ el intento constante por raspar la corteza de lo obvio y ahondar en lo menos patente, pero m¨¢s cierto. Est¨¢n, finalmente, el sentido ling¨¹¨ªstico y el sentido com¨²n, tan unidos y a veces tan distantes". Y concluy¨®: "No hay, pues, ceremonia en mis palabras, sino agradecimiento y admiraci¨®n".
Fem¨¢ndez Ram¨ªrez, prosigui¨® Bosque, fue un maestro solitario que en a?os de oscuridad y aislamiento se inspir¨® en los grandes ling¨¹istas extranjeros (Otto Jespersen y Karl B¨¹hler, sobre todo) para abrir caminos "a lo m¨¢s cercano y lo m¨¢s peque?o" de la gram¨¢tica. Sus aportes, que tocaron muy diferentes campos de investigaci¨®n, llegan a nuestros d¨ªas con rabiosa modernidad. Entre ellas, "la delimitaci¨®n sil¨¢bica, el an¨¢lisis de la entonaci¨®n, la pragm¨¢tica de la interrogaci¨®n -la duda, la evocaci¨®n, la iron¨ªa, la r¨¦plica, la expectaci¨®n, la repulsa se delimitan con fineza en sus trabajos-, las concordancias escondidas en la normalidad, los pronombres, la comparaci¨®n con otras lenguas...
Otro rasgo caracter¨ªstico de este gram¨¢tico descriptivo, infatigable erudito sumido en una b¨²squeda inacabable, infinita, "al que no le importa no llegar nunca al final porque le basta la leve intuici¨®n de haber adelantado un paso cada d¨ªa", seg¨²n dijo Bosque glosando a John Locke y a Borges, fue su conexi¨®n con la literatura, su pasi¨®n por extraer ejemplos de los textos literarios.
Lo subray¨® Emilio Lled¨® en su contestaci¨®n, al recordar la calurosa acogida que la edici¨®n de la Gram¨¢tica espa?ola (Revista de Occidente) suscit¨® en la universidad de los 50: "Entreverado con la discusi¨®n sobre los pronombres sustantivos o las funciones de los indefinidos, entrele¨ªamos a Ortega, Cernuda, Azor¨ªn, Cajal, Lorca, Gald¨®s, Guill¨¦n o Valle Incl¨¢n".
"Se trataba de llegar a las palabras mismas" -a?adi¨® Lled¨® en referencia a Husserl- "desde el molde ejemplar de la literatura". Tal vez por eso, el fil¨®sofo celebr¨® la llegada de su nuevo compa?ero citando el poema de Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde El profesor de espa?ol, ¨¦se "que vive de andar ense?ando / su modesto lenguaje".
Babelia
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