Bruguera y Blanco buscan una semifinal espa?ola

El tenis espa?ol podr¨ªa marcar otro r¨¦cord este a?o en Roland Garros. No es una marca de tanta trascendencia como la que lograron Sergi Bruguera y Alberto Berasategui en 1994 cuando disputaron la final. Sin embargo, si hoy Bruguera gana al marroqu¨ª Hicham Arazi (55? mundial) y Galo Blanco supera al australiano Patrick Rafter (25?) se enfrentar¨¢n en una de las semifinales. Y ser¨¢ la primera vez que dos espa?oles se disputen entre ellos un puesto para la final masculina de un torneo del Grand Slam.El objetivo no es sencillo. Sin embargo, vista la desbandada de cabezas de serie que ha sufrido el torneo, el panorama que queda no es nada desalentador. Este Roland Garros est¨¢ elevando a los altares a muchas caras nuevas. Y, tal vez, el principal problema que deben afrontar ahora los jugadores es no crearse ansiedad ante la posibilidad de alcanzar la final.

Sergi Bruguera es el ¨²nico cabeza de serie que queda en el cuadro tras caer ayer Kafelnikov. En ninguna de las dos veces que fue campe¨®n -en 1993 y 1994- encontr¨® un camino tan limpio para ganar el torneo. El primer a?o elimin¨® a Sampras, Medvedev y Courier en las tres ¨²ltimas rondas. Y el segundo, a Medvedev, Courier y Berasategui. "Puede que para muchos los jugadores que quedan en el cuadro sean unos desconocidos. Pero yo los conozco muy bien a todos. Y son grandes jugadores", dice Bruguera.

"Sergi ha ganado dos veces aqu¨ª y no le he visto nada mal por la televisi¨®n en sus anteriores partidos", dice Arazi, que vive desde los dos a?os en Francia y que se ha formado ten¨ªsticamente en las cercan¨ªas de Par¨ªs. "Nunca he jugado contra ¨¦l, pero s¨¦ que ser¨¢ un partido duro y distinto. Sergi lifta mucho la bola y es muy s¨®lido fisicamente y mentalmente". Marcelo R¨ªos asegura que si Arazi es capaz de jugar, al nivel que lo hizo los dos primeros sets contra ¨¦l, "matar¨¢" a Bruguera. "Ning¨²n jugador puede ganarle si juega as¨ª. Es la primera vez que le he visto a ese nivel", indic¨® el chileno.

Galo Blanco se enfrentar¨¢ a un atacante nato: el australiano Rafter. No es un tenista de tierra batida. Pero este a?o ha disputado ya dos torneos en esta superficie. En Roma perdi¨® en tres mangas ante Alberto Berasategui en la segunda ronda. Y en St. Polten gan¨® a Muster y a Magnus Norman y perdi¨® en la final.

"No me desagrada enfrentarme a un espa?ol", explica Rafter, que gan¨® ante Woodforde el 82% de los puntos que jug¨® con su primer servicio. "S¨¦ que ser¨¢ un partido dif¨ªcil, pero mi juego de serivicio-volea les molesta. Creo que tengo muchas opciones". Galo Blanco no opina lo mismo: "No me preocupa contra quien juegue. Saldr¨¦ a darlo todo y deber¨¢n ganarme".