Chirac se suma a las exigencias de su Gobierno por una pol¨ªtica que favorezca el empleo en Europa

El presidente conservador franc¨¦s, Jacques Chirac, sali¨® ayer en defensa de su Gobierno socialista y se sum¨® a la reivindicaci¨®n de "las modalidades sociales y la coordinaci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas" que deb¨ªan compensar el Pacto de Estabilidad y austeridad para la uni¨®n monetaria. Pero a?adi¨® que dicho pacto deb¨ªa firmarse la semana pr¨®xima en la cumbre de Amsterdam, como estaba previsto. El primer ministro, Lionel Jospin, se limit¨® a considerar "posible" que los 15miembros de la Uni¨®n Europea (UE) llegaran a un acuerdo antes del lunes, d¨ªa de inicio e la cumbre. Francia, que amenaza con bloquear el euro si no se acompa?a de una pol¨ªtica contra el paro, tiene por delante una semana de negociaciones contrarreloj.

El primer ministro holand¨¦s, WimKok, viaj¨® ayer a Par¨ªs en su calidad de presidente semestral de la UE para buscar una soluci¨®n al conflicto abierto por Francia. La petici¨®n formulada por el nuevo ministro de Finanzas socialista, Dominique Strauss-Kahn, en el sentido de completar el Pacto de Estabilidad con un "cap¨ªtulo social" dentro de la reforma del Tratado de Maastricht, fue bien acogida por pa¨ªses como B¨¦lgica e Italia y rechazada por Alemania y Espa?a. Todos los Gobiernos europeos se mostraban ayer conciliadores y deseosos de alcanzar un acuerdo, aunque descartaban cualquier posible renegociaci¨®n del pacto de austeridad presupuestaria. Seg¨²n la opini¨®n general, incluir un "cap¨ªtulo social" dentro de Maastricht era dif¨ªcil, pero no imposible.Cuando Kok lleg¨® a Par¨ªs, el viceministro franc¨¦s para Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, hab¨ªa subido las apuestas al descartar casi totalmente que el pacto pudiera firmarse en Anisterdam. "Si pedimos una evaluaci¨®n, es porque pensamos que llevar¨¢ m¨¢s de una semana. No nos contentaremos con un par de p¨¢rrafos en una resoluci¨®n. Queremos un verdadero plazo", dijo Moscovici. Didier Pineau-Valencienne, vicepresidente de la patronal francesa, manifest¨® por su parte que exist¨ªa el riesgo de que el curo no llegara a nacer. "En cualquier caso, no como moneda fuerte", se?al¨® el empresario.

WimKok se encontr¨® en primer lugar con el presidente Jacques Chirac, y al t¨¦rmino de su reuni¨®n el panorama se hizo algo menos pesimista. Chirac, que podr¨ªa haber aprovechado la ocasi¨®n para distanciarse del Gobierno socialista con el que se ve obligado a cohabitar, se mostr¨® conciliador. Descart¨® cualquier aplazamiento en la firma del Pacto de Estabilidad, pero a?adi¨® que hab¨ªa que satisfacer las reivindicaciones sociales impulsadas por Jospin.

"Esto significa", explic¨® Chirac, "que debemos examinar en Amsterdam, de un lado el Pacto de Estabilidad y crecimiento, que espero pueda ser firmado, y de otro lado las modalidades sociales y de coordinaci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas que, a justo t¨ªtulo, acaba de acentuar el Gobierno franc¨¦s". El presidente a?adi¨® que ¨¦l ya hab¨ªa presentado el a?o pasado ante la UE un memor¨¢ndum sobre el "modelo social europeo" cuya orientaci¨®n no era muy distinta a la planteada por Jospin. Kok, a su lado en el patio del El¨ªseo, mostr¨® su esperanza en lograr un acuerdo en los pr¨®ximos d¨ªas, y se sum¨® al deseo de que la Europa del futuro no fuera "solamente para los monetaristas y los banqueros, sino tambi¨¦n para los trabajadores y los parados".

El jefe del Gobierno holand¨¦s se dirigi¨® entonces a Matignon para entrevistarse con el primer ministro franc¨¦s. El resultado de la reuni¨®n fue tambi¨¦n moderadamente optimista: Jospin y Kok coincidieron en que un acuerdo era "a¨²n posible".

Marcha por el empleo

Mientras se celebraban esas entrevistas ayer, una muchedumbre ocupaba la avenida Voltaire, entre las plazas de la Rep¨²blica y la Naci¨®n. "Europa a favor del empleo" rezaba la pancarta roja con que se abr¨ªa la gran manifestaci¨®n, seg¨²n informa Octavi Mart¨ª. Quienes encabezaban el cortejo -de entre 40.000 y 80.000 personas, seg¨²n las fuentes- eran 2.000 trabajadores de la f¨¢brica que Renault tiene en B¨¦lgica, en Vilvoorde. ?stos iban respaldados por las delegaciones italiana y espa?ola de Renault y ped¨ªan una "reducci¨®n masiva del tiempo de trabajo".

Si el pasado 28 de mayo varias ciudades europeas ya conocieron manifestaciones de este tipo, Par¨ªs qued¨® entonces al margen en raz¨®n de la actualidad electoral. Ahora, convocados por los sindicatos CGT (de inspiraci¨®n comunista), CFDT (reformista), CFTC (cat¨®lico), varios minoritarios y la CES (Confederaci¨®n Europea de Sindicatos), los trabajadores han salido a la calle con el objetivo de reclamar "una Europa social, una Europa del empleo" e impedir el cierre de Vilvoorde.

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