El reto de Jospin agrava las inc¨®gnitas sobre la cumbre de Amsterdam

A seis d¨ªas de la cumbre de la Uni¨®n Europea (UE), que empieza el pr¨®ximo lunes en Amsterdam, crece la incertidumbre sobre su resultado. La exigencia del primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin, de completar la uni¨®n monetaria con una mayor uni¨®n econ¨®mica para combatir el paro ha provocado una catarata de presiones diplom¨¢ticas sobre Par¨ªs. Pero es s¨®lo la guinda de una cumbre de por si problem¨¢tica: en su ¨²ltima reuni¨®n antes de Amsterdam, la Conferencia Intergubernamental (CIG), que negocia la reforma del Tratado de Maastricht, apenas registr¨® ayer avances.

La petici¨®n de un mayor lapso de tiempo -al menos hasta el d¨ªa 19, en que Jospin presenta su Gobierno a la Asamblea Nacional- antes de firmar el Pacto de Estabilidad y la exigencia de que se complete la uni¨®n monetaria con una mayor uni¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas para luchar contra el paro, exhibidas por el ministro franc¨¦s de Econom¨ªa, Dominique Strauss-Kahn, en el Ecofin de anteayer, han multiplicado las presiones sobre Par¨ªs.La intenci¨®n es salvar la cumbre de Amsterdam, porque, como dijo un alto cargo del Gobierno de Bonn vinculando ambos asuntos, "sin ratificaci¨®n del Pacto de Estabilidad", que es la giran apuesta alemana por el mantenimiento de la austeridad presupuestaria una vez lanzada la uni¨®n monetaria, "no habr¨¢ v¨ªa libre a la reforma de Maastricht".

En esta l¨ªnea, el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy, manifest¨® que "el acuerdo [sobre el pacto] debe producirse ahora", porque "el camino hacia la moneda ¨²nica necesita claridad". Para Silguy, mantener el calendario es esencial, de lo contrario se enviar¨ªa "una se?al de retroceso muy perniciosa para todos, sobre todo para Francia".

Dentro de la incertidumbre, la Comisi¨®n Europea, reunida ayer en Estrasburgo, se mostraba optimista: "No hay sensaci¨®n ni de p¨¢nico, ni de crisis, ni de pesimismo", -manifest¨® el comisario Marcelino Oreja. El presidente, Jacques Santer, precis¨® la oferta que llevar¨¢ a Jospin el viernes. A saber, sendos proyectos de dos resoluciones del Consejo Europeo: una, sobre la imbricaci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas, trasunto del Gobierno econ¨®mico de la Uni¨®n que propugna Francia. Otra, sobre pol¨ªtica de empleo, que recoger¨ªa lo ya consensuado en la CIG para la reforma de Maastricht, coordinar actuaciones y supervisi¨®n multilateral, pero sin definirse sobre los medios financieros que se utilizar¨¢n.

La oferta, un texto con valor pol¨ªtico pero no jur¨ªdico, "bastar¨¢ para que Francia salve la cara", creen altos funcionarios de Bruselas. Pero otros adivinan que la apuesta de Jospin es de mayor calado, y que exigir¨¢ concretar las promesas de sus socios en el Ecofin mediante un Protocolo -jur¨ªdicamente vinculante- adjunto al nuevo Tratado de Maastricht. Ese texto concretar¨ªa "las condiciones en las que los Estados miembros coordinar¨¢n sus pol¨ªticas econ¨®micas con vistas a una convergencia real de, sus pol¨ªticas de crecimiento y de empleo", como pidi¨® el ex presidente de la Comisi¨®n Europea Jacques Delors en el congreso socialista de Malmoe.

Una salida de emergencia ser¨ªa aprobar esas dos resoluciones, pero reclamando su incorporaci¨®n detallada a la normativa comunitaria. Amsterdam podr¨ªa as¨ª dar el visto bueno pol¨ªtico al nuevo Tratado y ¨¦ste se Firmar¨ªa el 25 de julio en Luxemburgo. Los problemas que la CIG deja por dirimir a los l¨ªderes avalar¨ªan ese apa?o, si los mercedos no asfixian.