Al¨¢ y Confucio
Ir¨¢n, Turqu¨ªa, Argelia, etc¨¦tera. Cu¨¢ntos lugares despiertan preocupaci¨®n por su abierto o creciente islamismo. Mas, estos pa¨ªses tienen poco en com¨²n: persas, otomanos y ¨¢rabes suelen ser como el agua y el aceite, incluso dentro de una misma religi¨®n. El islam no es un monolito; tampoco eI llamado integrismo isl¨¢mico; y s¨®lo un mal ajuste de las lentes de la guerra fr¨ªa enfocadas para ver a un ¨²nico enemigo tentacular, nos provocan una ilusi¨®n contraria. El islam no tiene centro. Ortega y Gasset lo calificaba de "magma",Sin duda el islam, o los islam, no han pasado ni por lo que nosotros entendemos por separaci¨®n Iglesia-Estado, ni tampoco han pasado los Estados isl¨¢micos confesionales, extremos o no, por una fase de democratizaci¨®n pol¨ªtica plena. No conviene olvidar, sin embargo, que eso que hoy nos suena natural de la democracia cristiana es un conjunto de movimientos cuyos dos vocablos no han casado hasta, bien recientemente en t¨¦rminos hist¨®ricos. No obstante, el final, que en un golpe fr¨ªo est¨¢n exigiendo los militares, de la experiencia de participaci¨®n del islamismo pol¨ªtico en el Gobierno en Turqu¨ªa, puede hacer retroceder este tipo de experimento, y llevar a los integristas a mayores extremos. O hacer creer que la soluci¨®n frente al islamismo militante sea la que Zerual ha fabricado para Argelia: es decir, una democracia limitada y vigilada, y acompa?ada de cr¨ªmenes de Estado en respuesta a una violencia brutal cuyo origen se encuentra, justamente, en la represi¨®n de alg¨²n islamismo.
Dentro de la pluralidad musulmana, en Asia se encuentra un modelo de islam que no por menos islamista ni conocido resulta menos interesante; un islam no re?ido con la modernidad. Malaisia es un Estado isl¨¢mico, donde impera la ley isl¨¢mica. Pero que intenta reconciliar a Mahoma con Confucio, y con otras tendencias m¨¢s modernas.
Anwar Ibrahim, viceprimer ministro malaisio, lector de Ortega y Gasset, busca en su pa¨ªs la simbiosis entre Oriente y Occidente, desde el islam. En un libro titulado The Asian Renaissance (El renacimiento asi¨¢tico) describe a estos malaisios isl¨¢micos como cosmopolitas, tolerantes y abiertos a la diversidad cultural. Lo que para este pol¨ªtico diferencia a los musulmanes del sureste asi¨¢tico de los de otras partes del mundo son sus prioridades: el bienestar econ¨®mico de sus hijos y mujeres antes que el ideal del Estado isl¨¢mico; y, sobre todo, el ¨¦nfasis en la educaci¨®n, valor al alza en los ¨²ltimas d¨¦cadas en Asia: "En ninguna otra parte del mundo musulm¨¢n contempor¨¢neo ha habido mayor ¨¦nfasis en la educaci¨®n de ni?os de ambos sexos", afirma. Esta educaci¨®n se da a trav¨¦s de la escuela p¨²blica, y tambi¨¦n de los programas educativos masivos que, para chicos y chicas, llevan a cabo organizaciones isl¨¢micas. Anwar Ibrahim recuerda que en esa parte de Asia, el n¨²mero de pobres ha ca¨ªdo en los ¨²ltimos a?os, mientras ha aumentado en ?frica. "La equidad s¨®lo se puede asegurar a trav¨¦s del crecimiento", afirma.
Hay normas isl¨¢micas a¨²n vigentes en Malaisia que chocan con la mentalidad y valores occidentales, desde la ropa de las mujeres, a la poligamia. Pero si ¨¦ste es un islam tolerante, se?ala Anwar Ibrahim, es quiz¨¢ porque lleg¨® a esas tierras por mar, con los mercaderes, y no en la punta (te las espadas de soldados invasores: "La conversi¨®n fue por elecci¨®n, no por imposici¨®n". Lo que puede explicar que este islamismo malaisio no se constituya, contrariamente a otros -aunque no todos, como es el caso del turco-, como reacci¨®n al colonialismo.
Malaisia no es una excepci¨®n; sino otro modelo. Puede as¨ª resultar que, en contra de las tesis de Samuel Hurtington, no sea el islam, el problema, sino que la fachada musulmana, especialmente cuando se fanatiza, esconda una actitud, ante todo, antioccidental, tal como la entendemos, desde nuestra superioridad. Frente a Huntington, Ibrahim defiende una "convivencia global", utilizando el sustantivo espa?ol, y pide para que tenga ¨¦xito, que el encuentro entre Asia y Occidente sea entre iguales.
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