A los burros, c¨¦sped

Ya lo he entendido: no es que el f¨²tbol sea "de inter¨¦s general" en s¨ª mismo y por s¨ª mismo, es que lo es "para los espa?oles", lo que en tiempos de Franco se llamaba "de inter¨¦s nacional". As¨ª nos lo ha explicado claramente don Juan Moya, senador del PP, diciendo: "Hombre, comparar la realidad de Europa con la de Espa?a.... pues desgraciadamente el nivel sociocultural que tenemos en este pa¨ªs hace que el f¨²tbol sea de inter¨¦s general con respecto a otros pa¨ªses...". O sea, que como los espa?oles somos m¨¢s burros y m¨¢s brutos, es de inter¨¦s nacional suministrarles su raci¨®n de hierba y de brutalidad, o, lo que es lo mismo, c¨¦sped y patadas: f¨²tbol. Parecer¨ªa que lo id¨®neo ser¨ªa m¨¢s bien disminuirles la raci¨®n -poco a poco y sin traumas, por supuesto- por ver de desasnarlos; pero no se equivoquen: se trata de una cuesti¨®n de "se?as de identidad", y las se?as de identidad -al igual que la patria a la que se la defiende "con raz¨®n o sin ella"son incondicionales: nada cuenta el que sean buenas o malas, lo ¨²nico que cuenta es que son propias, como nos lo ha aclarado el propio se?or Moya, a?adiendo a lo anterior: "Es lo que tenemos, lo que yo acepto como espa?ol y lo que tengo que defender aqu¨ª". Es decir, que la identidad hay que conservarla y defenderla, aunque consista, "desgraciadamente", en ser burros y brutos.No dispongo de estad¨ªsticas sobre el desd¨¦n de las espa?olas hacia los deportes o hacia el f¨²tbol en particular, pero, de ser cierto lo que tengo entendido, las mujeres espa?olas, con su extremamente minoritaria afici¨®n al f¨²tbol, estar¨ªan traicionando la identidad nacional. Puedo dar fe de al menos una de ellas: de Demetria Chamorro, mi mujer, que no se mostr¨® en absoluto convencida de que en ser burros y brutos, en amar la hierba y la brutalidad, o sea, el c¨¦sped y las patadas, consistan -en el supuesto de que no fuesen puros y pintos fetiches ideol¨®gicos- la "identidad" o el "ser" de Espa?a y de los espa?oles, o, en fin, de que el f¨²tbol sea cosa cong¨¦nita que lleven en la "masa de la sangre", sino que exclam¨® indignada: "?Si el hombre de Atapuerca levantara la cabeza!".- Rafael S¨¢nchez Ferlosio.