La celebraci¨®n m¨¢s triste

El destino es cruel y se guarda a veces golpes bajos. Iba la jornada para fiesta grande del madridismo, estaba el Bernab¨¦u en estado de excitaci¨®n, conectados jugadores y aficionados en una celebraci¨®n desbordada de felicidad, cuando un pu?etazo de desilusi¨®n lo empa?¨® todo. ?lvaro del Corral, de seis a?os, hijo del jefe de los servicios m¨¦dicos del club, hab¨ªa sufrido un grave accidente.Su padre abandon¨® de inmediato el estadio. Horas despu¨¦s, ya de madrugada, se produjo el fatal desenlace: el ni?o falleci¨® v¨ªctima de las heridas que sufri¨® al ser golpeado en la cabeza por la puerta del garaje de su casa.

El ni?o fue trasladado en ambulancia al hospital infantil de La Paz, donde fue ingresado en estado cr¨ªtico. All¨ª pudo ser reanimado de una parada cardiaca por los servicios de urgencia del hospital. Pero alrededor de las tres de la madrugada de hoy, seg¨²n inform¨® la agencia Efe, sufri¨® una nueva parada cardiorrespiratoria de la que ya no pudo recuperarse.

Cuando los jugadores y directivos conocieron la noticia del accidente, ?lvaro se debat¨ªa entre la vida y la muerte en el hospital. Al Madrid se le quitaron de golpe las ganas de alegr¨ªa. Todos los festejos, viaje a la plaza de La Cibeles incluido, quedaron aplazados hasta que llegaran noticias esperanzadoras desde el centro m¨¦dico. Y las frases de los nuevos campeones dejaron a un lado la euforia para concentrarse en dar aliento al peque?o.

Finalmente, los jugadores decidieron acudir a la popular plaza para celebrar el t¨ªtulo con los cientos de miles de aficionados all¨ª congregados. Sin embargo, cuando ya la fiesta tocaba a su fin, lleg¨® el fatal desenlace.

La noticia del accidente del hijo de Del Corral corri¨® como un reguero de p¨®lvora. "Ha sido un jarro de agua fr¨ªa en una noche que se presum¨ªa muy bonita. Esta desgracia nos ha empa?ado toda la alegr¨ªa", declar¨® el presidente Lorenzo Sanz. "Hay pocas ganas de celebraciones", se?al¨® V¨ªctor. "Este accidente nos ha dejado amargados", declaraba Mijatovic, que tan s¨®lo unos minutos antes era el hombre m¨¢s feliz del mundo por ese su "t¨ªtulo n¨²mero uno".