Los croatas acuden hoy a las urnas convencidos de que no hay m¨¢s presidente que Franjo Tudjman
La mayor¨ªa de los croatas ni siquiera se plantea la posibilidad de que otro que no sea el caudillo Franjo Tudjman, candidato a la reelecci¨®n del movimiento Uni¨®n Democr¨¢tica, sea el vencedor de los comicios presidenciales de hoy, los segundos desde que la antigua rep¨²blica yugoslava proclamara en 1991 su independencia de Belgrado. "De sus dos rivales, Mado Gotovac no tiene ning¨²n apoyo entre la gente, y el ex comunista Zdravko Tomac, m¨¢s popular, no ha Podido hacer pr¨¢cticamente campa?a m¨¢s que en una furgoneta", se?ala un descre¨ªdo ciudadano que asegura que no votar¨¢. La inc¨®gnita del d¨ªa es si se transformar¨¢ o no en plebiscito para el presidente moribundo, que necesitar¨ªa acudir a una segunda vuelta dentro de dos semanas con su rival m¨¢s votado si no superase hoy el 50% de los sufragios.La jornada de reflexi¨®n de ayer ha puesto fin a una seudo-campa?a de poco m¨¢s de dos semanas que el l¨ªder ultranacionalista croata, de 75 a?os y minado por el c¨¢ncer, ha hecho b¨¢sicamente desde la televisi¨®n que le deifica, mientras. sus fragmentados opositores, parroquialmente incapaces de formar un frente com¨²n y sin acceso a la pantalla, recurr¨ªan a m¨ªtines generalmente desva¨ªdos. En uno de ellos fue apedreado el socialdem¨®crata Zdravko Tomac. En otro, un soldado borracho golpe¨® al liberal VIado Gotovac, un fil¨®sofo que se trajo de Alemania en su apoyo al ex ministro Hans Dietrich Genscher.
No hay proyectos o ideas pol¨ªticas que discutir en Croacia, estable econ¨®micamente, controlada sin resquicios por el movimiento derechista que acaudilla Tudjman y todav¨ªa bajo los efectos de la guerra con los serbios insurrectos que ocupaban un tercio de su territorio y est¨¢n ahora reducidos al enclave de Eslavonia oriental, administrado y ocupado por 5.000 soldados de la ONU hasta que pase a manos croatas. Un traspaso de soberan¨ªa previsto para el mes pr¨®ximo y que probablemente se retrasar¨¢ medio a?o, debido a la irritaci¨®n estadounidense por el incumplimiento de las promesas del recalcitrante l¨ªder croata, tan ferviente partidario como sus enemigos de Belgrado del Estado ¨¦tnicamente puro. El presidente sabotea por igual la cooperaci¨®n con el tribunal internacional que juzga los cr¨ªmenes de guerra en la antigua Yugoslavia, la vuelta a sus casas de las decenas de miles de serbocroatas expulsados hace dos a?os de la reconquistada Krajina o la reunificaci¨®n de la ciudad bosnia de Mostar.
Cuatro millones de votantes
Los cuatro millones de votantes convocados hoy, de ellos casi 400.000 en el extranjero, eligen por cinco a?os a un jefe del Estado cuyos casi omn¨ªmodos poderes est¨¢n cortados a la medida de Tudjman, el ex general comunista con el mismo regusto por la pompa, el disfraz y el poder sin l¨ªmites que su antiguo jefe y despu¨¦s enemigo Tito. La simbiosis entre la Uni¨®n Democr¨¢tica (HDZ) y el Estado, sus interconexiones econ¨®micas y pol¨ªticas, aseguran en la pr¨¢ctica que Legislativo, Ejecutivo y Judicial son en este peque?o pa¨ªs balc¨¢nico (la d¨¦cima parte que Espa?a) tres meras denominaciones del mismo poder, convergente en el "padre de la patria".A medianoche, cinco horas despu¨¦s del cierre de los colegios, se esperan los primeros indicios fiables de resultados. Los definitivos depender¨¢n del recuento de las papeletas llegadas de pa¨ªses donde la di¨¢spora croata es numerosa. Tudjman, al que gusta considerarse un dirigente eurooccidental, ha hecho de su rechazo a ser integrado en el espacio balc¨¢nico uno de los ejes de su propaganda.
El mismo hombre que preside un r¨¦gimen autoritario de virtual partido ¨²nico lo hace tambi¨¦n sobre una econom¨ªa en claro despegue a cuyo frente ha colocado a un tr¨ªo de capaces tecn¨®cratas, el ministro de Finanzas, el viceprimer ministro y el responsable del Banco nacional. Los datos b¨¢sicos de la transici¨®n croata al capitalismo, envidiable para los moldes balc¨¢nicos, son un crecimiento del 4% el a?o pasado, una inflaci¨®n similar en porcentaje y una divisa estable, el kuna, cuya paridad con el d¨®lar se mantiene en tomo a seis por uno.
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