EE UU y Reino Unido boicotear¨¢n la ceremonia en la que China tomar¨¢ control de Hong Kong

ENVIADO ESPECIAL Los pa¨ªses occidentales parecen resueltos a no irritar demasiado al Gobierno chino en el caso de Hong Kong, pese a la declaraci¨®n aprobada en la pasada cumbre del Grupo de los Ocho Grandes (el G-7 m¨¢s la reci¨¦n incorporada Rusia) en favor de que China garantice la democracia en la colonia brit¨¢nica. Estados Unidos y el Reino Unido anunciaron ayer que, en la ceremonia prevista para el 30 de junio, rebajar¨¢n en algunos grados su inicial y firme postura de boicotear el acto de juramento del nuevo Parlamento en protesta por la disoluci¨®n injustificada del anterior.

Washington confirm¨® que la secretaria de Estado, Madeleine Albright, abandonar¨¢ la sala pero el c¨®nsul general estadounidense asistir¨¢ a la ceremonia, prevista para la madrugada del pr¨®ximo 1 de julio, una vez que la colonia brit¨¢nica pase de nuevo a ser de soberan¨ªa china.Los brit¨¢nicos han decidido tambi¨¦n suavizar su protesta. Los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y Jap¨®n no tienen tampoco deseos de excitar a la Rep¨²blica Popular.

El jefe del Gobierno de Londres, Tony Blair, y el ministro de Asuntos Exteriores, Robin Cook, se unir¨¢n a Albright cuando ¨¦sta se retire de la ceremonia del banquete, en el Centro de Convenciones, y no participe en la toma de juramento de 1 a Asamblea Legislativa (Legco, en sus siglas en ingl¨¦s).

Sin embargo, un portavoz oficial del Reino Unido anunci¨® anoche en Hong Kong que es muy probable que un funcionario represente al pa¨ªs en el acto. Fuentes period¨ªsticas indican que el representante elegido podr¨ªa ser Francis Cornish, c¨®nsul general brit¨¢nico en lo que ser¨¢ llamada, a partir del pr¨®ximo martes, Regi¨®n Administrativa Especial de Hong Kong.

Motivos pr¨¢cticos

Albright ya ha ratificado, durante su actual gira por Vietnam y Camboya, camino de Hong Kong, que no piensa asistir a la ceremonia del nuevo Legco. Pero su portavoz, Nicholas Burns, precis¨® que el c¨®nsul general de Estados Unidos, Richard Boucher, estar¨¢ presente en el acto, "por motivos pr¨¢cticos". La decisi¨®n de Estados Unidos se conoci¨® en Hong Kong horas despu¨¦s de que el Congreso estadonidense ratificara por otro periodo de 12 meses el estatuto de naci¨®n m¨¢s favorecida."Ciertamente, la decisi¨®n de Estados Unidos sobre el boicoteo es dif¨ªcil de entender y transmite un mensaje conflictivo al resto del mundo", confes¨® ayer a este diario Martin Lee, el l¨ªder del Partido Democr¨¢tico, el principal grupo parlamentario durante esta legislatura en Hong Kong y el m¨¢s resuelto a gritar contra el establecimiento del nuevo Legco, que fue elegido el pasado diciembre por una votaci¨®n indirecta de 400 notables simpatizantes con los dictados de Pek¨ªn. Un tercio de diputados del actual legislativo fueron elegidos en 1995 mediante sufragio popular. "Tengo esperanza de que, por lo que respecta a Albright, no reconozca la legitimidad de ese Parlamento y esperoque seguir¨¢ trabajando con nosotros en apoyo de las libertades civiles", agreg¨®.

Pek¨ªn, no obstante, sigue presionando a las diferentes capitales para que los pa¨ªses representados en Hong Kong el lunes y el martes env¨ªen a sus m¨¢s altos dignatarlos a la ceremonia, durante la cual se entronizar¨¢ no s¨®lo la Asamblea provisional, sino tambi¨¦n a todos los m¨¢ximos dirigentes de la nueva Administraci¨®n de Hong Kong.

Presiones de Londres

Por lo que respecta a los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, ninguno de ellos ha hecho hasta ahora menci¨®n alguna de que boicotear¨¢ esa ceremonia, la tercera de esa noche febril, y se da por descartado que todas estas naciones, al igual que Jap¨®n, asistir¨¢n representadas por sus ministros de Asuntos Exteriores, si se except¨²a que por Espa?a lo har¨¢ el vicepresidente segundo para Asuntos Econ¨®micos, Rodrigo Rato. Medios informativos brit¨¢nicos se?alan que Londres ha presionado desesperadamente a los Quince para que al final se sumaran al boicoteo, pero sin ¨¦xito.Los ministros de Exteriores de la UE se reunir¨¢n hoy en Luxemburgo para decidir si siguen el mismo camino de Estados Unidos y del Reino Unido.