Economistas contra, el pensamiento ¨²nico
Amsterdam ha sido una decepci¨®n, pero all¨ª se reiter¨® la fecha- de entrada del euro y se aprob¨® el Pacto de Estabilidad en los t¨¦rminos restrictivos en los, que estaba redactado. El proyecto monetario de la UE sigue adelante con vigor. Ahora comienzan otras escaramuzas, alguna tan significativa como el nuevo horizonte presupuestario para el periodo 2000-2006. Desde el entorno de la Comisi¨®n Europea, y de los Gobiernos de algunos pa¨ªses poderosos se empieza a caldear el ambiente en torno a los fondos de cohesi¨®n, para reducirlos progresivamente y destinar una fracci¨®n de su cuant¨ªa a la ampliaci¨®n de la UE al Este.El Pacto de Estabilidad m¨¢s una disminuci¨®n de los fondos de cohesi¨®n para Espa?a y Portugal, si entran el 1 de enero de 1999 en la zona del euro, extremar¨ªan las dificultades de estos pa¨ªses para hacer frente a circunstancias extraordinarias de recesi¨®n, o simplemente para alcanzar la media de los pa¨ªses m¨¢s ricos de la UE. Espa?a recibe actualmente el-55% del total de los fondos de cohesi¨®n que concede la UE (alrededor de 225.000 millones de pesetas anuales, por un per¨ªodo de cinco a?os). Por ello, la batalla sobre esos fondos dar¨¢ la medida de la influencia del Gobierno espa?ol en el seno de Europa. Quiz¨¢ llegue el momento en que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se arrepienta de haber llamado "ped¨ªg¨¹e?o" a Felipe Gonz¨¢lez en el momento de la negociaci¨®n.
Estas perspectivas, unidas a asuntos como los heterodoxos Presupuestos Generales del Estado presentados esta semana por Toni Blair, y las ¨²ltimas declaraciones de Lionel Jospin en televisi¨®n, abren nuevos interrogantes al futuro europeo.El primer ministro franc¨¦s defini¨® como contradictorias" las exigencias de la moneda ¨²nica y sus compromisos electorales para reducir el desempleo, mantener la cobertura social y estimular el crecimiento. "Si hay que elegir entre una u otra opci¨®n porque no encontramos .una senda conciliadora, yo presentar! las soluciones al pa¨ªs y sus reacciones nos ayudar¨¢n a dilucidar, aunque la toma de decisiones ser¨¢ nuestra responsabilidad", dijo Jospin.
En este marco ha sido presentado en la mayor parte de las capitales europeas un Llamamiento de los economistas para salir del pensamiento, ¨²nico. Mientras en Francia, Italia y otros pa¨ªses ha tenido bastante reflejo en los medios de comunicaci¨®n, en- Espa?a ha pasado pr¨¢cticamente inadvertido. El Llamamiento parte del hecho, seg¨²n uno de los economistas firmantes, de que "durante a?os hemos sido cebados con discursos dogm¨¢ticos. Ten¨ªamos la impresi¨®n de que el conjunto de los economistas tiraban en la misma direcci¨®n. Ahora descubrimos que hay un debate. Que los discursos que se presentaban como leyes intangibles de la ciencia econ¨®mica son refutados por una parte de los expertos. Tenemos necesidad de discutir con ellos".
Entienden los firmantes del documento, titulado Pleno empleo, cohesi¨®n social y equidad, que durante mucho tiempo se ha 'vendido una ¨²nica pol¨ªtica econ¨®mica como cient¨ªficamente bien fundada, que no ha dado resultado. Por ejemplo, "la creencia de que una baja inflaci¨®n, a trav¨¦s del mecanismo de mercado, conducir¨¢ autom¨¢ticamente a un mayor crecimiento y, por lo tanto, a m¨¢s empleo,es poco convincente dada la experiencia de los ¨²ltimos 10 a?os. Dado que en este periodo la inflaci¨®n se ha reducido a niveles muy bajos -desde el 10,6% como media en los setenta al 6,5% en los ochenta y al 2,6% en 1996- mientras el crecimiento econ¨®mico se ha ralentizado considerablemente y el paro ha crecido a niveles r¨¦cord en la UE, desde ,una media del 4% en 1970 al 8,9% en 1990 y al 11,2% en l996".
1 El documento de los economistas en cuesti¨®n es muy discutible, pero con lo que est¨¢ ocurriendo no conviene anatematizarlo o ignorarlo. Nada es seguro.
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