El relevo
Aqu¨ª, en Pasadena, el ingeniero Manning, barba oscura, ojos penetrantes, dijo: "Estoy feliz, pero el trabajo no ha hecho m¨¢s que empezar". Cierto, ahora es sobre todo el trabajo de los cient¨ªficos planetarios, que comienzan a evaluar la zona de aterrizaje. En la tarde del 4 de julio, el p¨²blico que abarrotaba el auditorio demostr¨® que entend¨ªa el relevo. La impresionante haza?a tecnol¨®gica hab¨ªa funcionado impecablemente, y ahora el protagonista volv¨ªa a ser Marte: las primeras, confusas im¨¢genes fueron saludadas con estruendosas ovaciones, cada roca recib¨ªa aplausos y aullidos, como si fuese una estrella del rock, o la piedra de Rosetta.A trav¨¦s de los m¨²ltiples talleres, coloquios y exhibiciones se palpa c¨®mo vive Am¨¦rica el espacio. Est¨¢ all¨ª la industria aeroespacial, que ahora, con la pol¨ªtica de abaratamiento de NASA, permite opciones a compa?¨ªas peque?as y audaces. Est¨¢ el arte espacial, heredero de los ilustradores de ciencia ficci¨®n, y que, precios cantan, se est¨¢ convirtiendo en un negocio tan serio que hay una mesa redonda Visiones del 2020 en la cual coexisten cient¨ªfico reputados como William Hartmann, con Kim Stanley Robinson,el millonario autor de Marte rojo, que ahora firma Marte azul y Marte verde. Los polifac¨¦ticos tienen aqu¨ª su planeta adecuado: tambi¨¦n en la exposici¨®n de. arte vemos pinturas (?premonitorias?) sobre los primeros astronautas en Marte... firmadas por W.K.Hartmann.
Y est¨¢ la educaci¨®n docenas de talleres para que los maestros se apresuren a recoger el fervor infantil por la aventura fronteriza. y transformarlo en cantera de cient¨ªficos e ingenieros.
El p¨²blico del Convention Center de Pasadena sab¨ªa que cada una de las negras piedras es una piedra de Rosetta, que contendr¨¢ algunas de las claves de c¨®mo estos complejos sistemas que llamamos planetas pudieron llegar a formarse y ser a su vez escenarios de otros acontecimientos, quiz¨¢ biol¨®gicos, que nos han hecho recorrer, millones de kil¨®metros tras sus huellas.
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