Cara al aire

Etapa larga otra vez. Tampoco es que haya sido muy movida, porque nos ha dado el aire de cara todo el tiempo, a no ser por la movida de comisarios y jurado. Y ha sido m¨¢s larga a¨²n de lo previsto, unos tres kil¨®metros o as¨ª, porque nos han metido por un desv¨ªo para evitar una manifestaci¨®n contra los residuos radiactivos. O sea, que tampoco era un d¨ªa para que los valientes saltaran. La cosa se aceler¨® un poco al final porque el Gan, que quiere llegar con el l¨ªder hasta la monta?a, se puso a tirar.D¨ªa de ca¨ªdas otra vez. En la primera he tenido que echar pie a tierra sin llegarme a caer. En la segunda, he pasado por la hierba, y en la ¨²ltima, que ha sido cerqu¨ªsima de la cabeza, entre los 5 o 10 primeros, me he dicho aqu¨ª no me pill¨¢is en otro corte y me he echado la bici al hombro, como si fuera un ciclo cross. En ese momento me fij¨¦ en los ONCE, que estaban hablando con Manolo, muy nervioso, que no est¨¢ Mikel, que d¨®nde est¨¢, hasta que supieron que se hab¨ªa quedado atr¨¢s y mand¨® a unos cuantos que le esperaran. Lleg¨® a minuto y medio.

En estas etapas yo s¨®lo trabajo al principio, luego trato de recuperarme. Con Abraham suben Casero, Marino y Orlando .Iba yo atr¨¢s cuando baj¨® Marino, que ya hab¨ªa hecho lo suyo, cuando dos o tres de delante de nosotros se nos abrieron y se hizo un corte. Perdimos 31 segundos. Por delante, en alg¨²n momento han tirado los nuestros porque era necesario. Si cada l¨ªder quiere llevar a tres o cuatro delante para que le ayuden, al final se juntan 60, y no hay sitio para todos. As¨ª que la ¨²nica forma de que te respeten y no sufras para estar arriba es ponerte a tirar delante. Los dem¨¢s ven que est¨¢s trabajando y Abraham va m¨¢s tranquilo.

Por lo que he visto, en Jos sprints tienen unas peleas terribles. Zabel le da un cabezazo a O'Grady y se abre paso; Steels va luego y le tira un bid¨®n a Moncassin. Hacen de todo para buscarse un hueco. Imaginen qu¨¦ peligro. A casi 70 por hora se recorren unos cuantos metros en un segundo, Si se desencadena una ca¨ªda, se van enganchando unos a otros y ya se ha hecho una montonera. Pero es su oficio. Y si no ganan se quedan sin trabajo.

S¨ª, ya s¨¦ que estamos en el pa¨ªs de las ostras, pero yo ni tocarlas, yo sigo con mis spaghettis de todos los d¨ªas.