Una inmensa marcha de solidaridad desbord¨® Bilbao

Una inmensa mancha azul de solidaridad inund¨® ayer las calles de Bilbao. Centenares de miles de personas, con el horror del cautiverio de Jos¨¦ Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux a¨²n vivo en el coraz¨®n, se sintieron espoleados por la inminente amenaza de muerte contra Miguel ?ngel Blanco y convirtieron la marcha en defensa de la vida en una manifestaci¨®n sin principio ni final. Cuando s¨®lo quedaban tres horas para que los terroristas de ETA ejecutaran su amenaza de dos tiros en la cabeza, Mar¨ªa del Mar Blanco, hermana de Miguel ?ngel, envi¨® un doble mensaje de esperanza al Gobierno y a los secuestradores: "Todo en esta vida se puede solucionar con buena voluntad, con acercamiento de posturas, con flexibilidad en los razonamientos. No consuela encontrarse con comunicados y proclamas que llegan tarde, porque las ideas tambi¨¦n evolucionan y porque lo que hoy no es, ma?ana puede ser".

Una multitud de manifestantes llegados desde todo el Pa¨ªs Vasco y diversas comunidades lim¨ªtrofes exigieron a ETA la liberaci¨®n inmediata del concejal del Partido Popular de Ermua. La Gran V¨ªa de la capital vizca¨ªna qued¨® empeque?ecida para poder acoger a las personas de todas las edades y condici¨®n que se acercaron hasta Bilbao para aplaudir primero y gritar despu¨¦s "ETA su¨¦ltalo" o "Vida s¨ª, ETA no".Unas horas despu¨¦s, este clamor absoluto se transform¨® en indignaci¨®n entre las personas que aguardaban en Ermua el desenlace del secuestro. Fue entonces cuando se desat¨® la rabia y los vecinos de este pueblo guipuzcoano gritaron con una sola voz: "Asesinos, asesinos" al saber que el edil hab¨ªa sido hayado maniatado y con dos balazos. En poco tiempo, el grito de esperanza se convirti¨® en abatimiento por la sinraz¨®n de ETA.

Ahora y para siempre

La manifestaci¨®n estaba convocada para el mediod¨ªa por todos los partidos del Pacto de Ajuria Enea bajo el lema "Paz ahora y para siempre", la misma pancarta que fue paseada en el mismo escenario en la multitudinaria marcha celebrada el 18 de marzo de 1989. Ocho a?os antes, una sociedad que comenzaba a salir de su letargo y se deshac¨ªa poco a poco del miedo, le dijo a ETA con su silencio "Basta ya". Ayer, una sociedad mucho m¨¢s entera, sali¨® y le arrebat¨® la calle a ETA y a su brazo pol¨ªtico, Herri Batasuna (HB).Las im¨¢genes de Jos¨¦ Antonio Ortega Lara y el macabro zulo en el que permaneci¨® durante 532 d¨ªas espolearon ayer a "todas las personas de buena fe", como indicaban los convocantes de la manifestaci¨®n, a salir a la calle, en Bilbao y en toda Espa?a, para arrinconar la barbarie de ETA.

Las caras de esperanza se fund¨ªan con las declaraciones an¨®nimas de j¨®venes que desde las 11 de la ma?ana se fueron acercando hasta el Sagrado Coraz¨®n de Bilbao. Era una cita con la libertad, para mostrar la solidaridad con la familia del edil y la repulsa de la violencia para conseguir objetivos pol¨ªticos "defendibles por otros caminos", seg¨²n subray¨® el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan Mar¨ªa Atutxa.

En Bilbao estuvo ayer casi todo el mundo. Desde el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hasta el ¨²ltimo compa?ero del concejal de Ermua secuestrado, as¨ª como los dos lehendakaris que han presidir do Euskadi desde las primeras elecciones democr¨¢ticas: el actual mandatario, Jos¨¦ Antonio Ardanza, y el ex presidente y l¨ªder de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea.

La cita era obligada para los m¨¢ximos dirigentes que comparten mesa en el Pacto de Ajuria Enea: Xabier Arzalluz (PNV), Ram¨®n J¨¢uregui (PSE-EE), Carlos Iturgaiz (PP), Carlos Garaikoetxea (EA), Pablo Mosquera (UA) y Javier Madrazo (IU).

Algunos de ellos, decenas de miles de personas an¨®nimas llenaban las calles. Las aceras eran insuficientes, la Gran V¨ªa apenas pod¨ªa contener la inmensa marea de personas con lazos azules en la solapa. La marcha, que ech¨® a andar pasadas las 12.30 del mediod¨ªa -tras una primera media hora de absoluto caos y desorganizaci¨®n-, no ten¨ªa ni principio ni final: s¨®lo una infinidad de gente con ganas de aplaudir y exigir a ETA la liberaci¨®n inmediata de Miguel ?ngel.

Un futuro de 48 horas

Todos estaban convencidos de que "un ser humano no puede tener un futuro de 48 horas", como dijo al t¨¦rmino de la manifestaci¨®n la hermana del secuestrado, Mar¨ªa del Mar Blanco. Fue una marea humana arropando a la familia de Miguel ?ngel, que agradeci¨® las muestras de solidaridad llegadas de toda Espa?a.Los ciudadanos colapsaron los accesos de la autopista. M¨¢s de 50 autobuses llegaron a Bilbao. Los servicios especiales de los trenes de cercan¨ªas trasladaron a los manifestantes, mientras que decenas de personas llegaron en los seis vuelos que aterrizaron en el aeropuerto de Sondika (Vizcaya).

Los helic¨®pteros de la Ertzaintza que sobrevolaban la ciudad no pod¨ªan concretar. el n¨²mero de personas porque, junto al grueso de la movilizaci¨®n, otra riada de personas se dirig¨ªa por otro lado hacia el Ayuntamiento, punto de llegada de la columna humana.

La marcha tuvo dos cabezas. Por un lado los m¨¢ximos responsables de las formaciones de Ajuria Enea y, por otro, la pancarta, portada por Aznar, su esposa, Ana Botella; el vicepresidente primero, Francisco ?lvarez Cascos, y dem¨¢s representantes pol¨ªticos vascos y espa?oles.

La primera cabeza lleg¨® sobre las dos menos cuarto al Consistorio, presidido por un enorme lazo azul, entre aplausos y gritos de "Libertad, libertad". Una media hora m¨¢s tarde, lleg¨® Aznar por el puente del Ayuntamiento. De nuevo, aplausos y gritos de "ETA su¨¦ltalo" y "Libertad, askatu".

Las palabras de la hermana de Miguel ?ngel Blanco dieron paso a las pronunciadas por Xabier Askasibar, portavoz de. la coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria, quien pidi¨® a los presentes cinco minutos de silencio con la intenci¨®n de que lleguen hasta los secuestradores y que los dediquen a reflexionar, a pensar humanamente, a liberar el pensamiento genuinamente humano de la compasi¨®n, a liberar a Miguel ?ngel sano y salvo".

S¨®lo tres helic¨®pteros romp¨ªan el silencio frente al Ayuntamiento. Pero la sinraz¨®n de ETA reapareci¨® tres horas despu¨¦s en Lasarte en forma de nueve mil¨ªmetros parabellum.