De Bah¨ªa al mundo

La arm¨®. Y en menos que canta un gallo. Carlinhos Brown convirti¨® el lugar en una plaza de Salvador de Bah¨ªa. La m¨²sica: un reciclado de funk, pop, rap, samba, dance, esbozos sinf¨®nicos y sus propios hallazgos sonoros. Fue Carlinhos Brown quien invent¨® la popular timbalada, a base de golpear latas. Las canciones que le han confirmado como uno de los compositores de moda en Brasil ca¨ªan sin pausas, y aunque su aparente destino son los pies, poseen la suficiente enjundia para estimular las neuronas. Algunas se encuentran en el disco de t¨ªtulo trabalenguas, Alfagamabetizado, que le sirve de presentaci¨®n tras haber acompa?ado a Caetano Veloso y Djavan, o grabar con Sepultura.Carlinhos Brown giraba en c¨ªrculo o corr¨ªa hecho un poseso, como una especie de cham¨¢n posmoderno. Ofreci¨® una hora espectacular de derroche y entrega. Con A namorada, fue la apoteosis. Luego su actuaci¨®n tom¨® otro curso. Sin rumbo prefijado. La teor¨ªa del "a ver qu¨¦ sale". Todo con tal de comunicarse con la gente. Y el personal ya desfilaba satisfecho hacia la salida cuando volvi¨® a escena junto a su amigo Rubem Dantas, percusionista habitual del grupo de Paco de Luc¨ªa: un delirio postropicalista que puso fin al intenso concierto de este heterodoxo maravilloso.