El Gobierno apurar¨¢ hasta el final el periodo transitorio fijado para el uso del euro

La Administraci¨®n espa?ola est¨¢ dispuesta a no forzar la m¨¢quina de adaptaci¨®n al euro y utilizar las pesetas en las operaciones anotadas el m¨¢ximo tiempo permitido, hasta el a?o 2002. ?sta es la primera conclusi¨®n de la comisi¨®n interministerial constituida al efecto, que prefiere agotar todo el periodo transitorio para que la adaptaci¨®n a la moneda ¨²nica suponga el menor sacrificio y coste posible. Dentro de esa norma general habr¨¢ excepciones. Por ejemplo, el Tesoro ya ha decidido redenominar todo el saldo de deuda p¨²blica en euros el primer fin de semana de 1999.

Hay que comenzar a hacer un hueco al euro en la vida diaria. Administraci¨®n, empresas y ciudadanos deben pensar en ello ya. A la vuelta del verano, la Administraci¨®n empezar¨¢ la primera campa?a publicitaria institucional sobre la moneda ¨²nica a la que ha dedicado 1.600 millones de pesetas.Si todo sale como parece, el 1 de enero del a?o 1999 Espa?a entrar¨¢ a formar parte de la uni¨®n monetaria y tendr¨¢ que funcionar de otra manera, porque desde entonces y hasta el a?o 2002 peseta y euro ser¨¢n, ambas, monedas v¨¢lidas para todas las operaciones que no requieran efectivo.

Y eso precisa una considerable adaptaci¨®n no s¨®lo por parte de las empresas y los ciudadanos, sino tambi¨¦n por parte de la Administraci¨®n, que debe, de un lado, acomodar sus propios mecanismos y personal al euro, y, de otro, informar y apoyar en el cambio a los ciudadanos.

Ser¨¢ cuando los espa?oles vuelvan de las vacaciones de verano cuando la Administraci¨®n ponga en marcha su primera campana publicitaria institucional sobre la moneda ¨²nica, a la que ha destinado 1.600 millones de pesetas. La campa?a se extender¨¢ hasta el pr¨®ximo mes de marzo y tratar¨¢ de ir preparando el terreno para que la sociedad vaya asumiendo la futura moneda. Mientras tanto, las distintas comisiones creadas al efecto habr¨¢n avanzado en su labor y podremos saber para qu¨¦ y cu¨¢ndo usaremos el euro y para qu¨¦ y cu¨¢ndo la peseta. Bancos y cajas son los dos sectores que posiblemente hayan avanzado m¨¢s en sus trabajos preparatorios de adaptaci¨®n al euro.

Peseta para rato

Si las primeras conclusiones que apunta la Administraci¨®n se cumplen, hay peseta para rato. La idea de la comisi¨®n interministerial que estudia el tema es apurar al m¨¢ximo el periodo transitorio para realizar las operaciones anotadas en euro. Es decir, que los impuestos, las cotizaciones a la Seguridad Social, el pago de pensiones o las estad¨ªsticas oficiales, por poner ejemplos, se realizar¨¢n en pesetas hasta el a?o 2002. ?sta es la idea que baraja la Administraci¨®n en unos estudios que a¨²n est¨¢n en fase preliminar."Se trata", seg¨²n dice Jaime Caruana, director general del Tesoro y Pol¨ªtica Financiera, "de no forzar a la parte de la actividad econ¨®mica que no est¨¢ obligada a usar euros desde el primer momento, a hacerlo. De evitar costes adicionales". Caruana afirma que las grandes empresas, sobre todo multinacionales con distintos centros de producci¨®n en Europa, podr¨ªan preferir operar en euros desde el principio en sus anotaciones y podr¨ªan arrastrar as¨ª a empresas m¨¢s peque?as que pudieran tener dificultades o m¨¢s costes para llevar ese mismo camino.

As¨ª que, si se cumple lo previsto, las ventanillas de la Administraci¨®n central, la auton¨®mica y la local ingresar¨¢n y pagar¨¢n en lo que se refiere a anotaciones (no habr¨¢ euros en circulaci¨®n hasta el a?o 2002) en pesetas hasta el ¨²ltimo momento.

Naturalmente habr¨¢ excepciones, y eso es a lo que se dedica ahora cada ministerio, a identificar las cuestiones en las que ser¨ªa preferible elegir el camino del euro desde el primer momento.

Pudiera ser que ayudas, becas o subvenciones cofinanciadas con la Uni¨®n Europea, por ejemplo, se concedieran en la moneda ¨²nica. Pero Caruana insiste: como regla general, las administraciones p¨²blicas efectuar¨¢n su adaptaci¨®n al euro al final del periodo transitorio (2002).

Limitar costes

Entre las ventajas de esa opci¨®n cita la disponibilidad de tiempo suficiente para adaptar los sistemas, limitar costes y conseguir una mayor coordinaci¨®n entre las distintas administraciones.Pese a que a¨²n se est¨¢n dando los primeros pasos en el estudio de la adaptaci¨®n, la Administraci¨®n ha sacado otra conclusi¨®n: no habr¨¢ ayudas econ¨®micas en este proceso, porque considera que el euro es un coste con retorno, es decir, una inversi¨®n y no un gasto. "No es un proceso que requiera compensaciones", dice Caruapa, "sino que hay que organizarlo bien".

Es precisamente el Tesoro el que primero actuar¨¢ en el nuevo escenario de la moneda ¨²nica. Porque desde el primer momento -el 1 de enero de 1999- las nuevas emisiones de deuda que se realicen lo ser¨¢n en euros obligatoriamente. Pero, adem¨¢s, ha decidido redenominar en la moneda europea toda la deuda del Estado vigente en ese momento, y ya tiene fecha para hacerlo: el primer fin de semana del a?o 1999.

Si esa redenominaci¨®n se hubiera hecho ahora afectar¨ªa a 43,3 billones de pesetas, que es el saldo de deuda del Estado, mientras que si se a?ade la de las administraciones locales y auton¨®micas y la Seguridad Social -lo que Maastricht considera sector p¨²blico-, el saldo aumenta hasta los 51,5 billones de pesetas.