La v¨ªa directa
Pasan los a?os y a Robert Cray siguen sin sub¨ªrsele a la cabeza las elogiosas opiniones que le otorgan rango de gran esperanza del blues. A sus 44 a?os reci¨¦n cumplidos, conserva intacta su campechan¨ªa de m¨²sico honrado que sale cada noche a ganarse a la audiencia por la v¨ªa directa, sin trucos ni extravagancias de falsa estrella.Atac¨® la primera pieza sin protocolos, vestido con una discret¨ªsima camisa Y calzado con unas sandalias de antidivo. Enseguida se pudo comprobar que en su concepto del blues no cabe el enga?o ni las maniobras de distracci¨®n: la iluminaci¨®n era tenue, el volumen ac¨²stico se manten¨ªa en niveles no lesivos y la configuraci¨®n de la banda acompa?ante, compuesta por teclados, bajo y bater¨ªa rozaba lo asc¨¦tico. No hab¨ªa m¨¢s espect¨¢culo que una voz d¨²ctil Y una guitarra imaginativa.
Robert Cray
Roben Cray (guitarras y voz), Jim Pugh (teclados), Karl Sevareid (bajo) y Kevin Hayes (bater¨ªa). Cuartel del Conde Duque. Madrid, 20 de julio.
Cray cant¨® el blues con profundo sentido mel¨®dico y s¨®lo recurri¨® a la aspereza como recurso coyuntural, cuando necesitaba enfatizar alg¨²n significado o colorear un pasaje especialmente dram¨¢tico. Us¨® el falsete lo justo, en la tradici¨®n del blues que no necesita copiar los usos y costumbres del rock para asegurar su vigenc¨ªa. Tambi¨¦n en lo instrumental procur¨® con ¨¦xito darle un toque personal a las frases arquet¨ªpicas y a?adir fantas¨ªa a los esquemas m¨¢s flexibles. Apoyado por una r¨ªtmica imperturbable, vigorosa y cooperativa, dividi¨® el repertorio entre temas antiguos y piezas de su disco m¨¢s reciente, Sweet Potato pie, una nueva prueba de que no se conforma con ser el m¨²sico de blues para ejecutivos en que quieren convertirle en Estados Unidos, sino que est¨¢ empe?ado en dar la raz¨®n a quienes ven en ¨¦l al sucesor de los grandes se?ores del blues sin acotaciones.
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